Marcha sin gritos para legalizar Sortu
Miles de manifestantes recorrieron el centro de Bilbao para que se autorice la inscripción como partido político de los herederos de la izquierda 'abertzale'
Se trataba de sumar voluntades a la legalización de Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale, y miles de personas secundaron la iniciativa. No hubo ni gritos ni desafíos, tan sólo discursos, críticas políticas, y el deseo de los convocantes de que "las grietas" que se han abierto en la sentencia del Supremo con siete votos particulares a la ilegalización mayoritaria de Sortu, se conviertan en una "ruptura total" a base de movilizaciones. "Lo vamos a conseguir, la sociedad vasca va a lograr que el Estado cambie de postura", aseguro Mikel Totorika desde las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbao.
La manifestación, que arrancó con el lema "Euskal Herriarentzat normalizazioa. Legalizazioa orain" (Normalización para Euskal Herria. Legalización ahora), fue anunciada después de que Tribunal Supremo impidiera la legalización de Sortu por considerar que su creación formaba parte de una estrategia de ETA. Muchos de los manifestantes portaban también carteles a favor de la legalización.
"ETA ha ratificado el alto el fuego y el Estado ha seguido deteniendo"
"Vamos a lograr que el Estado deje de usar la violencia para lograr objetivos"
A la marcha asistieron numerosos políticos de los partidos que apoyan a Sortu, y que firmaron la declaración de Gernika el pasado 25 de septiembre, como Patxi Zabaleta de Aralar, la portavoz de la izquierda abertzale, Marian Beitialarangoitia, Oskar Matute de Alternatiba, y del secretario general de EA, Pello Urizar. "Estamos aquí para demostrar que hay una voluntad política inequívoca por las vías políticas" dijo Urizar minutos antes de comenzar la marcha.
"Está claro que la decisión del Supremo es una decisión política", criticó. Patxi Zabaleta apuntó a renglón seguido que el acuerdo de Gernika "es la verdadera hoja de ruta de la normalización" y que la manifestación va a servir para consolidar un a mayoría favorable a que todas las opciones politicas tengan las mismas posibilidades.
Sin embargo, en esta marcha, a diferencia de la celebrada el pasado mes de febrero en Bilbao como el mismo objetivo y recorrido, no ha contado con la presencia de Ezker Batua y de representantes de PNV, siete de cuyos parlamentarios estuvieron en la anterior manifestación.
En el acto político final, los organizadores de la manifestación por la legalización aseguraron que "hemos emplazado dotar de dinámica al Acuerdo de Gernika, que es la hoja de ruta para la resolución del conflicto político, para que la sociedad asuma el protagonismo y haya más adhesiones al Acuerdo", han señalado,
A renglón seguido criticaron que frente a la actitud de ETA "que ha ratificado el alto el fuego permanente, unilateral y verificable", el Estado español, ha seguido deteniendo a personas, algunas de las cuales "han sufrido torturas". Una actitud del Gobierno central y de los principales partidos que para los convocantes demuestra que "no están maduros" para afrontar un proceso de normalización política en Euskadi. "Es a ellos a quienes hay que pedirles madurez política" aseguró Totorika en el acto político final. Mientras tanto apostó por "seguir trabajando entre diferentes, aprendiendo a trabajar juntos para lograr que el Estado cambie de postura" y acaben por legalizarse "todas las opciones políticas".
El portavoz explicó que el Estado español no quiere dar pasos en la resolución del conflicto, y tampoco quiere respetar los derechos fundamentales y civiles, a pesar de que lo reclama la gran mayoría de la sociedad vasca.
"Los agentes sociales, sindicales y políticos del Acuerdo de Gernika devolvemos la esperanza a Euskal Herria", aseveró, para advertir a continuación de que "no vamos a ceder". En su opinión "la sociedad vasca está abriendo caminos y seguirá reclamando la normalización política, la desaparición de la tortura" y el respeto de los derechos de los presos de ETA "hasta que los traigan a casa".
En un alegato final que fue recibido con numerosos aplausos por los manifestantes que llenaban el puente del Ayuntamiento, el portavoz de los convocantes aseguró que "vamos a lograr que el Estado español cambie su postura y deje de usar la violencia para conseguir sus objetivos políticos".
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