Condenado a seis años de cárcel el 'ladrón del Gaixample'

"No era consciente de nada de lo que ocurría a mi alrededor. Intentó darme una copita de licor oscuro en mi propia casa. Yo me negué y poco después caí dormido. Desperté al cabo de tres días". Es el relato de una de las víctimas de Luis Edinson V. H., el ladrón del Gaixample, que ha sido condenado esta mañana a seis años y nueve meses de cárcel por el juzgado de lo penal número 28 de Barcelona. El hombre, colombiano de 37 años, ha admitido los hechos en un juicio que se ha saldado con una sentencia de conformidad.

La fiscal del caso y el abogado del condenado, Víctor Echegaray, han llegado a un acuerdo por el que se impone a Luis Edinson la pena de dos años y tres meses de cárcel por cada uno de los seis robos con fuerza que cometió en la primavera de 2010. El hombre, que ya ha cumplido un año en prisión, asaltaba a sus víctimas en bares y discotecas del Gaixample, la zona de ocio nocturno gay de Barcelona.

Luis Edinson conseguía que sus víctimas le invitaran a casa a tomar una copa. Una vez allí, les suministraba sustancias con efectos narcóticos y, cuando los hombres caían dormidos, les robaba dinero y objetos de valor.

A la salida del juzgado, las víctimas se han mostrado satisfechas por la pena impuesta a Luis Edinson. "¿Siete años de cárcel? Pues vale", ha afirmado la citada víctima, que no ha querido revelar su nombre.

Aunque la sentencia, que ya es firme por acuerdo de las partes, obliga al condenado a pagar una indemnización, los afectados creen que no podrán recuperar lo más valioso: "La parte sentimental. Hay una persona que ha entrado en mi casa, en mi esfera íntima, sin mi permiso".

La víctima ha recordado hoy que vio al ladrón "apenas un segundo" en la discoteca. Después, ambos se dirigieron a casa en taxi. "El taxi lo pagué yo, claro", ha dicho. "Le dejé entrar en casa, pero no era consciente de lo que hacía". Cuando despertó, a los tres días, comprobó que había una mancha de líquido extendida alrededor de su pierna. Como se había negado a ingerir el líquido de la copa, Luis Edinson decidió inyectárselo.