Demasiado panoli para condenar a sus estafadores
Un juez absuelve a dos acusados porque el timo "no se lo habría creído ni el más ingenuo"
Un juez ha absuelto hoy a dos acusados de estafar 200.000 euros a un empresario del sector inmobiliario al considerar que el método supuestamente empleado para timarle "no se lo habría creído ni la persona más ingenua". "Toda la cuestión del engaño", señala el fallo, se basa en el "en el discurso falsario desplegado y a la credibilidad con la que transmita la propuesta al crédulo panoli al que se pretende desplumar, por lo que impone el estudio de cada caso para afirmar si existió o no engaño bastante". En este caso, concluye el juez de la Audiencia de Valencia, no lo hubo.
En octubre de 2006, según la sentencia, dos hombres de origen africano (dijeron ser de Costa de Marfil) entraron en contacto con José G. G. y le dijeron que estaban interesados en adquirir un piso de "alta gama" en Valencia. Dijeron pertenecer a la clase alta de su país y estar sacando dinero de allí para invertirlo en España. Para no levantar sospechas se lo llevaban en metálico, tintando de negro los billetes y limpiándolos luego.
Los hombres ofrecieron al empresario participar en el proceso prometiéndolo un interés del 12%. Para hacerlo debía adelantar 200.000 euros para la compra de los líquidos con los que eliminar la tinta. Después de asistir a una prueba piloto que aparentemente funcionó bien, José G. C. entregó el dinero.
Los dos hombres aplicaron los supuestos líquidos limpiadores a los supuestos billetes. Los envolvieron en papel de plata y colocaron encima una caja fuerte para prensarlos. El proceso, dijeron, duraría 24 horas. Dejaron al empresario supervisando la operación y se largaron.
Pasado el plazo, el empresario inmobiliario comprobó que los papeles negros seguían siendo solo papeles negros. Intentó localizar a los timadores, sin éxito. Avisó a la policía y finalmente logró ponerse en contacto con los dos hombres, con los que acordó una nueva cita con el argumento de que quería repetir la inversión.
Al encuentro no acudieron los supuestos marfileños, sino otros dos hombres de Camerún, que fueron detenidos, procesados y absueltos hoy por el juez de la sección segunda de la audiencia.
El juez considera, en primer lugar, que la víctima no adoptó las "medidas de diligencia" mínimas, no hizo comprobaciones y se fio de unas personas "a las que no conocía" de nada. El método empleado, prosigue, no habría engañado a alguien con unos "conocimientos y una cultura normal". El propio empresario, recalca la sentencia, reconoció durante el juicio que cuando le explicaron cómo se recuperaban los billetes tintados le entró la risa.
"Intentar sacar dinero a alguien haciéndole creer que se puede, con un líquido, convertir papel en dinero" resulta "tan surrealista e increíble que no puede engañar a nadie", remata el juez. Que considera, en todo caso, que los dos acusados absueltos no son aquellos que supuestamente consiguieron que un empresario "al que se supone capaz y celoso de sus dineros, suelte 200.000 euros ante tal burda asechanza".
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