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Un niño nunca pregunta lo que no quiere saber

Ana Pantaleoni

"Antes de nacer estamos en el cielo. Entonces nacemos. Y cuando morimos... pero eso no lo quiero, me da miedo porque no quiero quedarme para siempre allí". Sentada en la silla detrás de la bicicleta, una niña de cuatro años habla de repente de la muerte. Tan de repente que su madre difícilmente sabe que contestar. Bastante tiene con aguantar en la bici. Es curioso la naturalidad con la que tratan los niños la muerte.

La niña de la bici estudió con tres años quién era Joan Miró. Y entonces descubrió que el pintor catalán estaba muerto. Así se acostumbró a hablar con él gritando al cielo el nombre de Miró. También ha descubierto rápidamente cómo nos acercamos a la muerte. "Son esas abuelitas", dice, "que cada vez se hacen más mayores, su pelo se vuelve blanco y ellas se van haciendo más pequeñitas".

¿Cómo abordar la muerte?

Desaconsejo tratar la muerte tipo: "ven, vamos a sentarnos a hablar" como si fuera un tema especial, sino más bien de forma cotidiana cuando se vaya terciando. La muerte debería tratarse como lo que es: algo natural. Y no apartar a los niños del abuelito enfermo, de los hospitales, de los funerales. Es muy adecuado utilizar las oportunidades que la vida brinda. Por ejemplo, la muerte de una mascota". Así lo explica Begoña Elizalde, psicóloga especialista en duelo y pérdidas. Elizalde aboga por la sinceridad. Y se muestra rotunda: "Un niño nunca pregunta lo que no quiere saber".

La psicóloga responde a la pregunta: "Dependiendo de su edad y su madurez, lo importante es transmitir con palabras que el niño entienda la idea de que la muerte es permanente e irreversible y que nunca más en la vida verá a esa persona. Por eso, hay que evitar eufemismos tipo "se ha ido" (porque entonces puede volver) o "está en el cielo, en una nube" (porque también puede volver perdiendo la idea de irreversibilidad). Si se contestan sus preguntas consinceridad difícilmente se obsesionará con su muerte ni con la muerte en general. La integrará en su vida y la vivirá de forma natural".

Comentarios

Todo depende de tus creencias. Lo estáis, la psicóloga, lo está enfocando desde la tradición occidental. Mi hijo, tiene una visión de la vida oriental-budista, osea, cree en la reencarnación. No sé de dónde lo ha sacado, llegó de Etiopía con cuatro años, de un colegio-seminario ortodoxo etíope por lo que yo sé, y os puedo asegurar que no pienso quitarle la idea de la cabeza.
En la guardería de mi hija tenían dos tortugas y una se murió. Le hicieron un entierro en el jardín y le cantaron una canción. Fue su primer contacto con el tema. Con cinco años me preguntó que donde iba la gente que se moría y que si la abuela se iba a morir. Yo le contesté que sí porque ya era muy mayor, que era una cosa natural y que seguro se iría al cielo. Después me preguntó si nosotros sus padres también nos ibamos a morir y claro le contesté lo mismo pero que todavía nos quedaba mucho para ello (eso espero), ella desconsoladamente se puso a llorar y me decía que entonces ella se iba a quedar sola. Que penita me dió. No es nada fácil explicarle a un niño que pasa cuando alguien a quien quieres se va.
En mi caso, aun tengo que hacerme yo a la idea para despues transmitirles a mis hijos es naturalidad.Me ha encantado la frase de que los niños no preguntan lo que no quieren saber. Es verdad. Totalmente cierto.
¡no me lo puedo creer, qué casualidad! Esta mañana mi hijo de cuatro años, sentado en la silla de atrás de la BICI mientras íbamos al colegio, me preguntaba por la muerte y lo que ocurre con las cosas y personas viejas.
Coincido con el 3, para poder transmitir el concepto de la muerte a nuestros hijos con naturalidad deberemos empezar por aceptarlo nosotros. ¿o es casualidad que este post sea el menos comentado del blog con diferencia?
Mi hija tiene 5 años y lleva un par de semanas con preguntas de este tipo al fijarse que a su abuela le van saliendo más canas y arrugas. De ahi pasamos a otra obsesión ya que no quiere que sus papás se hagan viejos ni que muramos. Hace un par de días era que si todo el mundo morirá y ayer quien fue el primero en nacer para que haya tanta gente en la calle. Conclusión: Cuando crees que has pasado la peor vendrá otra que te dejará a cuadros.
Genial el post. Si la muerte para un niño no es tabú... ¿por qué lo es para los adultos?. Saludos a tod@s!!
Pienso que deberiamos buscar la manera mas natural de explicar, sin importar las creencias, porque si le hablara de reencarnacion a un nino de 4 anos, tal vez le cree mayor problemas, tal vez podria decirle, Los que mueren viven en el corazon, en la mente y el recuerdo de quienes los quieren, lo esencial seria no crear un MITO, sino que cada nino vaya decodificando el misterio conforme vaya creciendo, claro, dependera mucho de la formacion de los padres. Saludos a todos
En eso los niños son tremendos por la naturalidad conque lo tratan. SG le dijo hace un par de años a su abuela que no se preocupase, que cuando ella se hubiera muerto, yo ya seria vieja como ella y me podria ocupar de los niños que tuviera... y para terminar de redondearlo le dice: "No te preocupes, que te escribire un email al cielo mandandote fotos para que los conozcas". Un amigo suyo, en el cementerio, le pregunto a dos ancianitos que pasaban si "ellos vivian alli, como su abuelo". Ojala que nosotros nos lo pudieramos tomar con el mismo planteamiento relajado :D Un supersaludo
De acuerdo en todo, menos en lo del hospital. No creo que un hospital sea un buen lugar para un niño. Ni para muchos mayores. Es un lugar de trabajo con gente enferma y cada vez más parece jauja.
No conozco muchos adultos que acepten que se van a ir de este mundo el día menos pensado, y si los precisas casi que entran en pánico y ves que no lo aceptan y por lo tanto tampoco les gusta nada hablar del tema. Cuántos de nosotros hemos hecho testamento? tenemos comprada nuestra última morada? tenemos seguro de vida? hablado del tema con nuestra pareja, hijos mayores, socios etc? Pareciera que ESO les pasa a los demás. La muerte y el sexo, son las cosas más naturales de la vida de todo ser que respire y sin embargo cómo nos cuesta hablar de ello con los pequeños, y muchísimas veces también entre nosotros!!!!!
El problema es explicar, o al menos intentar abordar el tema cuando quien fallece es otro niño, o alguien joven... creo que ahí puede ser más difícil. Explicar que el abuelito se ha muerto porque es viejecito, hombre, pues no es tan complicado que explicarle que su primo de ocho años se ha muerto por culpa de un accidente de coche, o que el vecino del cuarto que tiene unos veinte años se murió por culpa de una leucemia... A mí, desde luego, me parece infinitamente más duro enocntrar el modo. AL final, los niños tienen una capacidad asombrosa, y lo digieren todo. Tampoco es conveniente generalizar porque hay niños que lo toman todo a la tremenda y otros, literalmente, pasan o hacen que pasan, que esa es otra...
Con 4 años mi hija nos acompañó a un entierro, al ver a toda la familia y las flores, preguntó, ¿quién se casa? Intentamos responder con naturalidad, pero algo debimos hacer mál porque hoy tiene 23 y una aversión absoluta a visitar hospitales o duelos y claro, nunca ha visto un muerto.
Autentica estupidez de artículo. Enhorabuena por cobrar por esto!
No me parece correcto tildar de "estupidez" el artículo. Es quizá sólo un esbozo del tema, pero como tal me parece muy bien enfocado, aunque escaso...
como ya se ha comentado aquí, ellos se lo toman con más naturalidad que nosotros. Mi marido tiene una tienda de animales, por lo que mi hija de 4 años siempre ha visto como natural que muera un pez o un hamster. Claro que pregunta si eso les pasa a las personas, pero cuando le dices que sí, lo ve como algo evidente.
Por los términos empleados por algún comentarista aislado, y el contenido de los mismos, podría decirse que lo queno entiende es la vida. O al menos, la tolerancia y el respeto de la misma. Con todo respeto.
Entiendo que si un padre no es creyente le resulte difícil explicarle a un niño qué es la muerte.Lo sorpredente no es que no sepamos responder a la pregunta de ese niño, sino que nosotros mismos no nos cuestionamos sobre qué es la vida, para qué estamos aquí, para que trabajar, vivir y tener hijos, qué pasa cuando morimos, existe Dios y cómo es Dios. Estamos como anestesiados
A ver..para los que califican esto de estupidez de artículo. Primero, no es ningún artículo, se trata del post de un blog...puede escribir lo que le venga en gana...como si es un par de líneas. Para artículos ya está el periódico. Este post, en mi opinión, tan sólo pretende hacer reflexionar...
No hay preguntas sin respuestas sino preguntas mal formuladas.
Basicamente estoy de acuerdo con el post, aunque creo que si debemos utilizar eufemismos cuando son muy pequeños, siempre y cuando seamos sinceros. Aclarar que no vamos a volver a verlos, pero lógicamente no voy a decirle a mi hija de 3 años el destino de los restos de su abuelo ni su perro, prefiero decirle que está en las nubes, y que no volverá, pero que allí es feliz y no sufre.
El rey leon está muy bien. Yo se lo cuento a mi hija de 4 años todas las noches. Ahora se ha apuntado su hermano pequeño de 2 años. Cuando me quiera preguntar por lo de Mufasa será muy fácil.
Juan Luis dice: "Entiendo que si un padre no es creyente le resulte difícil explicarle a un niño qué es la muerte." Es verdad, mientras yo le explico a mis hijos (cuando se tercia) la realidad de las cosas (de la vida y de la muerte), los creyentes se dedican a "edulcorar" los hechos contando cuentos "bíblicos" a sus hijos; que si el cielo, que si el infierno, que si esto o lo otro es pecado ..... Como dijo aquel: soy ateo gracias a dios.
El tema me parece interesante.Pero es francamente difícil tratar con naturalidad los temas naturales, cuando vivimos cada vez más lejos de eso llamado naturaleza. Perdón por el trabalenguas. Pero más o menos la clave la da el comentario de la tienda de animales... Si en nuestra experiencia (infantil) convivimos con la muerte, aunque sea de animales, pronto, de hecho, cuando nuestra mente se haga esa pregunta, casi a la vez hallará la respuesta.Pero cada vez nuestro mundo es más artificial y lo natural no se comprende.
Estas vacaciones, pasando unos días en casa de los abuelos, una niña de dos años y medio (mi sobrina), me preguntó ocho veces seguidas: "¿La mamá de la yaya está muerta?" Intenté responder de diferentes formas, pero me llovieron las ocho preguntas casi una detrás de la otra. No se debió quedar muy conforme pese a mis esfuerzos sobre que la mamá de la yaya ya no estaba y no iba a volver, al contrario... Por la noche, se despertó, se tiró de la cuna sin llamar antes y fue al cuarto de la yaya, a su lado de la cama, a preguntarle muy bajito: "¿Yaya, estás muerta?". La abuela se pegó un susto de impresión. Cogió a la nieta de la mano y la devolvió a su cuna. Y así, hasta tres veces, las que se despertó la pequeña. Indudablemente, aun le rondaba la cabeza la idea y fue tema recurrente a lo largo de las vacaciones...
Iñaki, sólo he propuesto que nos hagamos las mismas preguntas que plantean los niños de vez en cuando, creo que no es nada malo. Si tú ya te has hecho las preguntas y tienes las respuestas, fenomenal
Lo que tendríamos que enseñar a los niños es a CRECER... La humanidad no es más que un colegio de niños que están envejeciendo esperando crecer... Crecer NO es hacerse viejos acumulando recuerdos y emociones: crecer es hacerse inmortal. Si lo miras bien, estamos rodeados de niños. Ni hay "el niño interior" ni los abuelos se vuelven niños al hacerse mayores. Somos niños toda la vida porque nadie nos ha enseñado a crecer, a expandirnos, a ser quienes somos.... ¿Que qué disparate? Eso ya lo veremos... Ya lo estamos viendo...
Cuando falleció mi padre, mi hermano preguntaba si sería conveniente llevar a su hija de 4 años al funeral. Ella era la única nieta en ese entonces, y no supimos qué decirle. Al final decidió llevarla, su racional fué que como mi sobrina había visto a mi padre enfermo y con 4 años ya se daría cuenta de que no estaba en su casa cuando fuera ver a mi madre. Mi hermano le explicó que mi padre había muerto porque estaba enfermo y que ya no lo veríamos más, pero que si lo recordábamos siempre estaría cerca de nosotros. Ella de una u otra manera lo asimiló, pues cuando lo vió en el funeral dijo que parecía que estaba dormido y cuando preguntó si ya no tenía dolor y le dijimos que no, se quedó tranquila. Ahora con 7 años lo recuerda mucho y sigue diciendo que le dá mucha pena que se haya muerto su abuelo, pero que sabe que está bien pues ya no tiene dolor y está con Dios. Indudablemente lo asimilan diferente que nosotros...
Creo que sí hay que tratarlo con naturalidad,...pero con tacto también. Os explico mi propio caso: un día teniendo yo unos 5 años le pregunté a mi madre si cuando alguien se moría iba al cielo o no pasaba nada. Me contestó tan normal que después de la muerte no había nada, ni cielo ni infierno ni nada. Pues he estado AÑOS despertándome por la noche con ataques de pánico, hasta llegados los 13 o catorce. Creo que nadie en mi familia lo sabe, pero he pasado noches en vela con 7, 8, 9 años caminando por el pasillo de mi casa aterrorizada con la idea de morir y que eso fuese todo. Un saludo
Yo aún me recuerdo con 5 o 6 años sentada en un sofa sufriendo la angustia al pensar cuál era el final,en mi caso no tenía el apoyo,la confianza de mis padres para hablar de ello,con lo cual lo pasé muy mal. Creo que hay un momento para cada cosa, realmente es un tema duro para los niñ@s y en la medida que vayan solicitando información hay que ir suministrádosela con delicadeza y dependiendo de la madurez del niñ@.Una vez mi hijo me dijo con tristeza que no quería morir porque se iría solo al cielo y él no sabía luchar. Te quedas sin palabras porque es un tema que te duele tocar con ellos,sólo nos gustaría hablarles de cosas bonitas y que tengan una infancia feliz. Un saludo.
A mi la muerte de ninya nunca me dio miedo porque al haber sido criada catolica, al morir nos ibamos al cielo con Dios. Fue luego, de adolescente, al perder mi fe, que pase miedo pues la muerte era el final, el no existir. Una vez aceptado eso se acabo el miedo a morir.
Para nada de acuerdo con el concepto de la muerte de la psicologa y de como transmitirlo a un niño. Vivimos también en la memoria de los seres queridos y también dejamos huellas que nos sobreviven entre ella los hijos y que permanecen despues de marcharnos. La muerte y la vida forman parte de la misma cosa un ciclo natural, además morir no es un acto terrible , tan solo una vuelta a los origines que es cierto que es un misterio. Nos falta educarnos para entender la vida y la muerte.
Para nada de acuerdo con el concepto de la muerte de la psicologa y de como transmitirlo a un niño. Vivimos también en la memoria de los seres queridos y también dejamos huellas que nos sobreviven entre ella los hijos y que permanecen despues de marcharnos. La muerte y la vida forman parte de la misma cosa un ciclo natural, además morir no es un acto terrible , tan solo una vuelta a los origines que es cierto que es un misterio. Nos falta educarnos para entender la vida y la muerte.
Mi primer contacto con la muerte fue de niña, cuando murió mi hamster. Yo no lo ví, estaba pasando unas vacaciones fuera de casa, me lo contó mi padre y yo lo acepté bien. De adolescente me preocupaba el tema del más allá. Me daba miedo. Finalmente, me he convencido de que morir es volver al mismo sitio donde estuve durante millones de años antes de nacer. Es una idea muy tranquilizadora. Es simplemente dormirse y no despertar. Dormirse no tiene nada de malo, no da miedo.
Mi hija con 7 años,despues de saber que nos morimos,un día llorando me dice que para que nacemos,si luego nos morimos.Que no quiere quedarse sin nosotros y que no quiere sentir dolor cuando nos eche de menos.Y tú ¿que le contestas?
Va una en bici, tan feliz y ecológica, con su niña detrás y, de repente, la criatura plantea la gran pregunta, el misterio escatológico que en vano ha intentado penetrar la humanidad desde sus orígenes. El niño como memento mori.
Yo no soy creyente...pero siempre he trratado de responder a las preguntas de mis hijos con palabras que ellos entendieran...incluido el tema de la muerte y hasta ahora creo que no lo he hecho del todo mal y son ellos los que en un momento determinado me plantearon la pregunta....como cuando me plantearon la pregunta de donde vienen los niños o como se aman dos personas del mismo sexo....hay que responderles con naturalidad y si algo no se sabe simplemente decirles "dejame que me informe y te lo digo"...ellos no se olvidadn de volvere a preguntarlo asi que mas vale informarse...
Sí, coincido en que a veces pecamos de absurdos, metiendo a nuestros hijos en burbujas que les aislan de la realidad. //Vivimos en una ciudad.Antes de nacer mi hijo compramos un pajar en un pequeño pueblo ganadero. Uno de los motivos fue que el peque pudiese vivir, al menos durante los veranos, en un entorno en el que la reproducción, los nacimientos, la muerte, los ciclos de la naturaleza... son cosas que verá, que sentirá, que experimentará. //Claro, no es imprescindible, también puede acercarse a todo ello en una ciudad. Solo elegimos esa fórmula. Y estamos muy contentos con ella.

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Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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