Dos detenidos por simular sus propios secuestros por motivos pasionales y económicos
Una mujer envió fotos a su esposo en las que aparecía atada por falsos captores para saber qué estaba dispuesto a hacer por ella.- Un hombre finge haber sido retenido para justificar su gasto en tragaperras de la empresa que dirige
Dos personas han sido detenidas en las últimas horas por simular haber sido secuestradas. Una mujer quería saber lo que su esposo estaba dispuesto a hacer por ella y tras desaparecer le envió varios mensajes de móvil en los que describía cómo le tenían retenida los captores. Incluso mandó una fotografía de ella atada de pies y manos, seguida de un texto en el que le exigían el pago de 20.000 euros por su liberación. Posteriormente otros mensajes reclamaban el pago inmediato y que no avisara a la policía.
La mujer ha sido arrestada en Gandía después de que los investigadores establecieran un amplio dispositivo para localizar el vehículo de la víctima y así detener a los que creían responsables del secuestro. El automóvil fue visto circulando por la N-332, por lo que se inició un seguimiento hasta que se detuvo en un centro comercial de Gandía. Pero la conductora viajaba sola y se encontraba en perfecto estado. En un primer momento dijo a los policías que había sido liberada esa misma mañana. Fue posteriormente cuando cambió su relato y aseguró que simuló su propio secuestro motivada por la mala situación personal que atravesaba.
El otro arrestado, en Las Palmas de Gran Canaria, se disfrazó para simular su propio secuestro y justificar así el gasto en máquinas tragaperras de 130.000 euros de la empresa que dirige.
El detenido dejó un sobre con papeles en blanco en la caja de seguridad que tiene contratada en una entidad bancaria. Compró un pantalón, una camisa, una peluca, una careta, una bolsa, una barba, un bote de gomina, unos guantes y un reloj para completar su plan. Se encerró en los baños de su trabajo con los elementos de disfraz y telefoneó a un compañero de trabajo para decirle "que le habían secuestrado" y que pasaría un hombre con la llave de la caja de seguridad del banco para que bajara a coger todo lo que hubiera y se lo entregara. En el mismo baño se disfrazó, se dirigió a la oficina donde se encontraba su compañero y le entregó la llave de la caja, al mismo tiempo que le dijo que bajara.
Cuando este compañero llegó al banco para sacar el sobre de la caja, una empleada lo encontró muy nervioso y decidió llamar a la policía. Mientras tanto, el falso secuestrado esperaba en el trabajo y escuchó unas sirenas, por lo que se cambió nuevamente en el baño y aguardó el regreso de su compañero. A su llegada le manifestó que los secuestradores le habían enviado a él, debido a que tardaba mucho, cogió el sobre y salió de la oficina, encontrándose al salir a la calle con los agentes que se habían desplazado a la zona, le requirieron su identificación y le intervinieron el sobre con diversos papeles blancos recortados simulando fajos de billetes.
En los baños de su trabajo se localizó un bolso de color azul, conteniendo un par de zapatillas, un pantalón vaquero de color azul claro, una camisa de color azul, una camiseta blanca, una careta con pelo, bigote y barba de color blanco, una barba con bigote de color pelirrojo, una peluca de color castaño, un revolver simulado de color negro con cachas marrón, simulando un calibre 38 corto, unas gafas de sol, un reloj de color verde, un par de guantes de tela de color blanco y un bote de gel fijador.
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