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Javier Nart cobró por un error del banco 31.000 euros de la cuenta suiza de Millet

Los auditores del Palau de la Música aseguran que nunca detectaron movimientos económicos sospechosos

El abogado Javier Nart ha presentado este lunes ante el juez un documento que certifica que el cobro de 31.900 que aparecía en su cuenta suiza y que provenía de la cuenta de el ex director del Palau, Fèlix Millet, responde a un error de la entidad suiza que ambos compartían. Según fuentes judiciales, el ex director y el abogado -junto con otras personalidades catalanas- comparten gestor económico, Fernando Riba, que es quien gestionaba estas cuentas fiduciarias en las que se produjo el error.

En un principio, se retiró un dinero de la cuenta de Nart que, tras comprobarse el error, se compensó con dinero que procedía de la cuenta de Millet, tal y como acredita el documento del banco suizo, certificado ante notario y presentado por el abogado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona que instruye el caso Palau. "No hay relación entre Millet y yo. Ha sido un error interno del banco y así ha quedado acreditado", ha sostenido Nart a la salida del juzgado. En la sesión, también estaba convocado a declarar como testigo Eduardo Porta por ser titular de otra cuenta en el banco suizo en la que recibió 18.000 euros de Millet, según un auto del juez. Porta no ha comparecido en los juzgados, pero ha enviado una certificación de que se encuentra en El Cairo.

Auditores sin dudas

Tras ellos, estaban llamados a declarar dos auditores del Gabinete Técnico de Auditoría y Consultoría que controlaban las cuentas del Palau entre los años 2001 y 2008. Los auditores Antoni Gràcia y Roger Margarit han asegurado que nunca detectaron movimientos económicos sospechosos porque basaban sus informes en los datos que les daban los imputados, sin realizar comprovaciones más exhaustivas.

Según fuentes judiciales, en su declaración, los auditores han señalado que elaboraron sus informes en base a la documentación que les entregaba la ex directora financiera Gemma Montull, también imputada, y que dieron por buenas las cuentas del Palau porque ningún movimiento les pareció sospechoso.

En este sentido, respecto a las múltiples transferencias entre la Fundació Palau de la Música y el Orfeó Català, asociación no auditada desde la que se realizó gran parte del expolio, los testigos han señalado que no despertaron sus dudas porque coincidían las entradas y salidas económicas.

Los auditores han explicado que para sus informes analizaron sólo un muestreo de facturas escogidas al azar y que, precisamente, entre ellas no figuraban algunas de las fraudulentas, como las que hacían referencia a unas obras en una vivienda particular o al entarimado de la catedral de Santa Maria del Mar para las bodas de las hijas de Millet.

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