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De princesas y pelotas

Ana Pantaleoni

Leopold, dos años, rebaña el plato con la cuchara. Parece que busque un objeto valioso, pero en realidadespera encontrarlas princesas del fondo. El plato de plástico de color rosa chicle, una promoción de una revista infantil, es de su hermana Rita de cuatro años. Pero es él quien siempre se lo pide primero. Cuando llega el final, cuando ya se aprecian esas finas y elegantes jóvenes despintadas por el lavaplatos, Leopold grita feliz: princesas. Sí. Al niñole encantan las princesas. Hay una explicación si es que es necesaria buscarla. Ha crecido bajo la permanente presencia del rosa y de las muñecas de su hermana mayor. Pese a ello, cumplido el año, empezó a manifestar una pasión por la pelota. Así que se ha convertido en un hombrecito polivalente. No hay explicación aparente para sus padres. Igual juega con Aurora de la Bella Durmiente que chuta la pelota. Pero, ¿a qué jugará cuando llegue al cole?

La Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado a propuesta del PSOE una iniciativa que pide al Gobierno medidas para la promoción de juegos infantiles “no sexistas” en los patios de colegios. ¿Cómo? Mediante protocolos que fomenten un juego infantil que no distinga por género. “Los juegos y juguetes tradicionales y también los juegos modernos, los videojuegos y otras nuevas tecnologías, como Internet, contienen sesgos sexistas y de violencia que hay que tratar de eliminar para que verdaderamente podamos conseguir una educación en igualdad, que tenga en cuenta niños y niñas”, dice el texto.

Tras leer el documento, Pedro Rascón, presidente de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumonos), explica que no se trata de obligar a nadie sino incentivar a que se juegue a todo.

Oriol Ripoll, experto en juegos, relata que normalmente el niño necesita más movimiento mientras que la niña prefiere actividades más tranquilas. Reconoce que en el juego tradicional hay elementos que nos deben hacer reflexionar. Hace 20 años se jugaba cantando lo siguiente: Don Federico mató a su mujer, la hizo picadillo y la puso en la sartén. Ripoll explica: “Si creemos que el juego es una herramienta educativa, se deben explicitar los objetivos y valores que quieren transmitirse durante el juego dirigido por un educador. Después, en su tiempo libre, los niños y las niñas escogerán a qué quieren jugar”. Leopold ya ha escogido.

Comentarios

Lo de Don Federico se sigue cantando, cuando vino mi hija con esa novedad del cole (yo soy extranjera y no lo había escuchado nunca) casi me muero...
Mi hija también me cantó esa canción hace unos meses. Yo tengo 39 años y no la había escuchado jamás.
Mi hijo de dos años juega indistintamente a las cocinitas, al futbo, con carritos de bebé, con motos y coches... etc. Ellos muestran curiosidad por todo, son los prejuicios de los adultos los que les condicionan y les limitan. En los escaparates los juguetes "tradicionamente ideados para niñas" tienen que ver con princesas y tareas del hotra, los "tradicionalmente ideados para niños" con bricolaje, mecánica y deporte. Esto es perpetuar una forma limitada y sexista de aprender, por que con los juegos se aprende y se forja la personalidada. Que mi niño juegue con lo que le guste y le divierta, en mi casa no hay "cosas de hombres" ni "cosas de mujeres"
Leopold? en serio?
Mi hijo es muy feliz jugando con sus cocinitas, cacharritos y comiditas... ¡¡¡Le encantan!!! Y ha pasado por sus épocas de pelis de princesas: La bella durmiente y La bella y la bestia. ¿Por qué no le iban a gustar? Habrá que ver por qué se decanta la peque de la casa
Hola! Pues mi hijo de dos años y medio recibió en Reyes una cocina de Ikea porque se pasaba la vida cocinando. En la guarde me decían que el niño iba a salir cocinero. Serán los genes, me dije. Su abuelo paterno cocina de maravilla desde siempre, y su abuela materna, pues qué os voy a contar. O sea, que el niño los imita clarísimamente. (A mí que no me imite, porque si no, se muere de hambre jeje) Yo pensé: bueno, pasado el tiempo ya la cocina dejará de tener interés para él. Durante el mundial, cómo no, descubrió el fútbol. Ahora es un futbolista de primera. Pero, amigo, la cocina no se la quites! Cocina y hace repostería que te sorprende cuántos detalles copia, cuántos nombres de especias conoce, etc. El fútbol, también, pero claro, ahora en otoño, menos. Lo gracioso es que en la guarde me acaban de decir hace un mes que si lo obligaba a limpiar en casa o qué, porque allí, hasta los cristales limpia! Madre mía, qué sorpresa. Yo dije, no, no, el mío es otro. Y ellas: no, no, que este niño se pasa todo el día con paño, escoba, fregona, y más que le dieras... Ahora, en casa también tiene y los utiliza, claro. A su padre siempre lo ayuda a hacer la lavadora y demás. Se divierte, para él no es un juego, sino algo súper útil e importante (para el hijo, no para el padre jejejejej) y nos quiere ayudar. Lo mismo con las herramientas, claro. Con los coches tuvo su época, pero no le parecen tan divertidos (todavía). Las obras, con sus excavadoras, camiones, grúas y demás, pues sí le gustan. La semana pasada, como su abuela insistía, reconvirtió la cocina en una obra con grúa: no me preguntéis cómo lo hizo. Pero al final, acabó cocinando una buena tortilla para los obreros jajajaja Una vez volvió diciendo de la guarde que las sandalias eran cosa de niñas y que no quería llevar sandalias nunca más. Ah, pues vale, le dije yo. (Se le acabó pasando). Yo evito el color rosa para él, a mí personalmente no me gusta. En definitiva: mientras dura, vida y dulzura, que decía mi abuela. Y cuando cambien las preferencias (y sé que cambiarán), pues bien también. El caso es respetar al niño y dejarle que juegue con lo que quiera. Sin obligarlo, sin reírse de él, sin avergonzarlo, sin hacer comentarios tontos del tipo "pero tú eres un niño, tienes que jugar con herramientas..."). Lo mismo con las niñas. Además, hay que tener en cuenta esos estudios que dicen que uno se pasa más tiempo las niñas por lo general leyendo, enseñándole cosas, etc. y que a los niños se les deja un poco a su aire. Y que esto sucede también en las guarderías. No sé si será verdad. Qué pensáis? Bueno, disculpad el discurso! Suerte a todos!
Un gran problema son los fabricantes de juguetes: casi todo lo de limpieza, cocinas, carritos... es rosa, lo que con dos-tres años a los niños todavía no les importa, pero seguro que en unos años, por influencia de compañeros, tele, etc, lo identificarán como femenino y lo rechazarán. Pero sin condicionantes, claro que les gustan los juegos de todo tipo. A David le regalaron una aspiradora por su tercer cumpleaños (casi entera rosa), y los tres chicos que estaban en la fiesta se peleaban por ella. Curiosamente, las niñas no le hacían ni caso.
Y ¿a qué jugarán los niños y niñas que lo único que hacen es ver el clanTV? que los hay, y muchos.
Yo tengo una chica (7 años) y un chico (2 años) y una sobrina. Mi hijo es mucho más bruto que ellas, pero eso sí, su color favorito es el rosa, todo lo pide de ese color, le encanta disfrazarse ya sea de pirata o de princesa, le encanta jugar a "tiendas" y cocinas conmigo y se pierde por una pelota o un coche. Realmente no somos iguales, pero se nos deben ofrecer las mismas oportunidades, colores, juguetes... La diversidad es riqueza.
Todos intentamos no comprar juegos sexistas aunque los niños acaban practicando sus roles de genero.Hay un artículo muy interesante sobre este aspecto en: http://bit.ly/cMUYSA
Pues jugara a lo que le apetezca en cada momento, porque Leopold es inteligente y no tiene complejos como nosotros.Además ¿que importa a lo que juegue con tal que sea feliz sin hacer daño?
creo que hay que participar -que no imponer- en los juegos que practican los niños, proponerles variantes, indicarles distracciones, retar su imaginación...y -como dijera un sabio- agacharse para ver el mundo desde su altura...solo asi entenderemos mejor.
Está muy bien que se fomenten los juegos no sexistas. En el colegio de mis hijos (público) se hace desde siempre, y así nos lo explican en las reuniones. La sorpresa llegó cuando las profesoras, tras explicarnos cómo fomentaban que tanto niños como niñas jugaran indistintamente con coches y muñecas, nos pidieron ayuda. Necesitaban a "un papá manitas para arreglar un armario y a una mamá hábil con la costura para hacer una cortina". Toma castaña.
Yo nunca jugué con muñecas, hasta que a mi hermana y a mi nos regalaron una y jugábamos juntas. Aunque al final dejábamos la muñeca, ya que lo divertido era diseñar la casa con cajas de zapatos o tirar el coche por una rampa. Podías convinarlas como querías!!. Si a los niños no les influyes, al final acaban jugando con lo primero que piyan.
Tengo 2 hijos, uno de 7 y una de 4. Desde bebes les hemos comprado lo mismo hasta que ellos nos han empezado a enseñar sus preferencias ,porque de bebés les teníamos muñecos ,peluches,juegos de piezas... son cosas nada sexistas pero´a día de hoy mi hija se pirra por las pricesas ,el rosa y el otro día me pidió un carrito de limpieza para limpiar su habitación.Mi hijo adora el futbol, ben10 ... y les hemos intentado dar la misma educación

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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