Los abogados insisten en la nulidad de la investigación del 'caso Malaya'
La tercera sesión de la vista oral se dedica a testaferros de segunda fila y familiares de Roca
La tercera sesión de cuestiones previas del juicio del caso Malaya, sobre la trama de corrupción masiva en Marbella, ha tenido dos protagonistas: los llamados testaferros de segunda fila de Juan Antonio Roca y la esposa y la hija del supuesto cerebro de la trama. Los 12 abogados que han tomado la palabra entre las 10.00 y las 14.30 han expuesto un argumento común con escasos matices: todos han insistido en pedir la nulidad de las actuaciones.
La vista se interrumpió el pasado miércoles por el temor de la sala, presidida por el magistrado José Godino, de que la huelga del 29-S impidiera a los 95 procesados y a sus letrados acudir al juicio. La gran expectación mediática de los dos primeros días se ha mitigado en gran medida en esta tercera sesión, a la que tienen que asistir todos los acusados con sus abogados. En noviembre, cuando está previsto que se inicie la vista oral propiamente dicha, con el interrogatorio de los acusados, empezando por Roca, la sala permitirá asistir solo a aquellos acusados directamente afectados. El resto recibirá, si no desea asistir, un CD con la grabación de la sesión para evitar posibles indefensiones. El mayor juicio, en número de acusados, de la historia reciente de España, ha obligado a adaptar la Ley de Enjuiciamiento Criminal, del año 1882, y que no contemplaba macrojuicios como este.
Pese a las facilidades dadas por el tribunal, en la sesión de hoy se han producido las primeras incidencias, que han obligado al apacible Godino a dar severas advertencias. La primera ha sido la ausencia de la vista del acusado José María Mellado, que se ha ausentado sin permiso del tribunal. Godino ha amonestado a su letrado, Juan Carlos Martínez, y le ha ordenado que mañana esté presente a las 10.00 en la sala "sin excusa alguna".
El segundo toque de atención llegó al final de la jornada. Intervenía Alonso Fernández, el abogado de María Rosa Jimeno, esposa de Juan Antonio Roca. Su alegato, el más duro de cuantos se han escuchado hoy, acusaba al juez instructor del caso, Miguel Ángel Torres, de haber dictado un auto de escuchas telefónicas "estereotipado" y basado en la "fantasía policial". La invectiva de Fernández causó la risa de algunos de los 94 acusados presentes en la sala. Godino, que en la segunda sesión reclamó a los letrados "respeto" al juez Torres, se hartó y tras recordar a los acusados que están ante un tribunal les dijo: "Si quieren reír, salgan, rían lo que quieran y vuelvan".
La sesión de hoy se ha iniciado con la intervención del abogado Víctor Moreno, que defiende a Jesús Bravo y Oswaldo Gottfried, supuestos testaferros y socios de Roca. Moreno se ha quejado de que el juez instructor, Miguel Ángel Torres, y el fiscal anticorrupción Juan Carlos López Caballero "escribieron al dictado de la policía judicial" durante la investigación. El letrado también ha reprochado que entre los tomos 56 y 57 haya un salto de 217 folios, aunque a continuación ha añadido que sabía que esas páginas se habían extraído del sumario para dar pie a una de las múltiples piezas separadas que se desgajaron del tronco común del caso Malaya.
En general, los 12 abogados que han intervenido hoy lo han hecho de forma más serena y técnica que durante los dos días anteriores, cuando el magistrado Godino pidió a los abogados que se refirieran al juez Torres con respeto. No obstante, Javier Morató, letrado de Carlos García-Puente, otro testaferro ocasional, afirma que el proceso a su defendido fue "kafkiano".
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