Zapatero se queda sin vacaciones y los ministros las reducen
La crisis pone difícil el descanso del Gobierno - El presidente solo se tomará dos fines de semana
Los tiempos no están para bromas. La crisis condiciona el verano de millones de españoles y también el del presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero no descansará este año. Lanzarote y el Coto de Doñana se quedan en esta ocasión sin su veraneante más famoso. La situación no permite al gobernante abandonar su despacho. Su deseo es transmitir a los españoles que ni él ni los suyos se relajan con la que está cayendo y que trabajará en las reformas económicas que acometerá en septiembre. Por eso, Zapatero solo hará dos breves escapadas de fin de semana y siempre conectado con el palacio de La Moncloa.
El Consejo de Ministros se reune el próximo viernes día 30 y después de esa cita comienzan las idas y venidas hasta el 20 de agosto, cuando formalmente todo el mundo debe de estar de vuelta en sus despachos.
Zapatero se irá el primer fin de semana de agosto a León. En su tierra, planea pasar dos o tres días para ver a la familia, pasear y descansar todo lo que pueda. Le gustaría también ir a pescar, pero lo tiene difícil. Luego regresará al despacho. Hacia el 7 de agosto hará otra breve escapada a la finca Quintos de Mora en Las Guadalerzas, Montes de Toledo, propiedad de Patrimonio Nacional. Allí irá con su esposa Sonsoles y sus dos hijas. Esta vez, al tratarse de una estancia corta, es probable que no invite a los amigos que a veces le acompañan en vacaciones. De nuevo intentará hacer deporte, sobre todo correr. Y también acabar el libro de Haruki Murakami De qué hablo cuando hablo de correr que le está gustando mucho.
Los ministros tendrán vacaciones, pero trabajando. Así definen los portavoces del palacio de La Moncloa el periodo de descanso del Gobierno. Ni tan siquiera la vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega hará este año su tradicional viaje de trabajo de verano. Considera que no es necesario por la gran actividad que ha mantenido durante los seis meses de presidencia de la UE. Así que se quedará unos días en Madrid trabajando y hacia el 10, se instalará en una playa de Cataluña a la que siempre acude con su familia. Allí espera "tomar el sol, dormir, leer y pasear" y también intentará ir "tapadita" para que no la pillen en biquini como le ocurrió el año pasado.
Elena Salgado tiene ante sí un verano tan complicado que solo aspira a caminar por el monte algún día que otro e ir a Cantabria para ver el mar. El otro vicepresidente, Manuel Chaves, tras cumplir con unos días de guardia, se escapará a "una playa de Andalucía". El responsable de Fomento, José Blanco, pasará su primer verano en la casa que se ha hecho en la isla de Arousa. Otro gallego del Gobierno, Francisco Caamaño, no irá a su tierra. Amante de la vela, planea navegar por aguas del Mediterráneo y si puede, llegar hasta las islas griegas. A Galicia regresa un año más la responsable de Medioambiente. Elena Espinosa compaginará Ourense y Vigo. Serán vacaciones familiares porque en poco tiempo ha perdido a su madre y a su suegra y necesita estar cerca de los suyos. Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio, ya hizo el Camino de Santiago en junio. En agosto se escapará a Almería donde hará pesca submarina, deporte del que es gran aficionado.
Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, desconectará pocos días y los que logre arañar, los pasará en Laredo (Cantabria). De costumbres fijas es Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, que se instalará en su pueblo, Comarruga, Tarragona. Sus planes son sencillos: leer y correr en su cinta. Miguel Ángel Moratinos, responsable de Exteriores, se instalará en la casa que tiene su esposa en La Dordoña (Francia).
Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad, irá y vendrá. Compartirá verano con su novio, Miguel Ángel de la Fuente, en Galicia, la tierra de él, y luego en Málaga, la de ella. Entre medias, estará unos días en su despacho ultimando la ley de Seguridad Alimentaria.
"Intentaré disfrutar de algunos días de descanso en San Sebastián y Málaga, que suelen ser mis destinos habituales, fruto de una negociación familiar", asegura Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación. Mientras Carme Chacón, titular de Defensa, dedicará a su hijo todo su tiempo de descanso que pasará en una casa familiar en Málaga.
Beatriz Corredor se va a la costa Brava, con alguna incursión a Baleares. "El Mediterráneo me resucita", dice la ministra de Vivienda. Va a leer muchos libros atrasados, como El cuaderno dorado de Doris Lessing o Anatomía de un instante de Javier Cercas.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aido hará alguna escapada a Cádiz adonde se llevará trabajo "porque desde la distancia se tiene mejor perspectiva". Y leerá Tú sola entre las mujeres, de Marina Warner. La que más vacaciones tendrá será Ángeles González Sinde: una semana en Alicante y 15 días "si puedo" en Cádiz. "Estoy muy cansada". Ángel Gabilondo, ministro de Educación, hará honor al cargo y estudiará en una playa del sur los textos de unas conferencias que tiene previstas para septiembre.
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