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La lucha contra la crisis

Cospedal tacha de "engaños" las ofertas de pacto del Gobierno

La secretaria general inaugura la convención del PP de Castilla y León, a la que asiste Álvarez-Cascos

El Partido Popular de Castilla y León ha iniciado esta mañana su última gran convención antes de las elecciones autonómicas con la mirada puesta más allá de sus proyectos regionales. Apenas una mención crítica al "tal López, por si alguien no lo conoce", y al turrón: leña al PSOE por "engañar" con su oferta de pacto educativo, frases alarmantes ("nos jugamos el futuro de España") e incluso un chiste para reforzar lo perentorio que resulta que los españoles eleven ya a Mariano Rajoy a La Moncloa, y alguna alusión velada a las tempestades internas que han mareado en los últimos tiempos al partido.

El alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, ha lanzado en su discurso inaugural un aviso para navegantes: "Es fácil demostrar la amistad cuando los planteamientos de los amigos coinciden con los tuyos, pero hay que hacerlo también cuando no coinciden. Hay que estar convencidos de lo que hacemos, pero también reflexionar antes".

Le ha tomado el relevo el secretario autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, que se ha mostrado displicente con el que será candidato socialista a la Junta castellano-leonesa, Óscar López, dando por hecho, como parecen indicar algunos sondeos, que no será rival para el actual presidente, Juan Vicente Herrera. Así, ha pasado presto a loar la figura de Mariano Rajoy como piedra de Rosseta para descifrar el lema de la convención: retos y soluciones, o lo que es lo mismo, crisis económica y Partido Popular. Y cuanto antes, mejor.

A reforzar esta idea ha dedicado su discurso la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que tras ser recibida con aplausos en pie por los asistentes, ha valorado la figura de una persona que no estaba allí, una persona que "ha dirigido con eficacia un proyecto que a veces resulta complicado, sin conceder un minuto al desaliento, con libertad e independencia en nuestro partido y ante todo el mundo... Mariano Rajoy".

Ante "una alternativa fuerte, sólida y preparada para gobernar", Cospedal ha caricaturizado al jefe del Ejecutivo, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, con un chiste: "Esos dos niños que están jugando a imitar a Zapatero, y uno no sabe cómo hacerlo y el otro le dice, es muy fácil, el primero que se mueva pierde". La secretaria general del PP ha citado también al inversor estadounidense Warren Buffet para denunciar que, ahora que ha bajado la marea (en alusión a la crisis financiera y la falta de crédito bancario) se ha visto quién estaba nadando desnudo.

Cospedal ha tachado de "engaño" las ofertas de pacto planteadas por el PSOE en los últimos días. Respecto a la reunión de Rajoy y Zapatero del miércoles en La Moncloa, ha querido dejar claro que el líder popular acudió porque debía hacerlo, pero sólo logró sacar adelante lo que ya llevaba largo tiempo reclamando al Gobierno: unidad ante la crisis financiera y una reestructuración de las cajas de ahorros.

Respecto al naufragado acuerdo sobre educación, ha denunciado Cospedal que "los pactos son para cambiar, y el PSOE se ha negado a cambiar un modelo que todos sabemos que ha fracasado. Si quiere seguir con lo que hay ahora, no necesita al PP".

Tras los discursos inaugurales, esta tarde se han celebrado varias mesas sectoriales. En la dedicada a las infraestructuras ha participado el ex ministro Francisco Álvarez-Cascos, en el ha sido su primera intervención en un acto de partido desde su retirada de la política activa. "En política no basta con denunciar y advertir. Hay que adelantarse, así que propongo abrir urgentemente otra nueva mesa de debate que se titule 'las elecciones como oportunidad' e invitar a ella a todos los ciudadanos", ha dicho Cascos.

A la pregunta de si se va a presentar a las regionales por el PP asturiano, Cascos ha aseverado: "Permítanme que no distraiga el tema de esta mesa con cosas poco importantes por no decir irrelevantes".

El pasado 31 de marzo, en una entrevista radiofónica, el ex dirigente popular aseguró que "hay una marea creciente que cree oportuno" su "regreso" como candidato a la presidencia del Gobierno asturiano.

Preguntado al respecto, ayer Rajoy aseguró: "He leído algo por ahí en los periódicos, pero no me ha dicho nada, hay preguntas difíciles de responder porque uno no las sabe (...) no todo el mundo sabe responder a lo que le preguntan". Al presidente del PP le incomoda el renacimiento político de Álvarez-Cascos, perteneciente a la vieja guardia de José María Aznar y muy crítico con la gestión de su sucesor al frente del partido, pero tampoco se atreve a cortarle las alas expresamente. Rajoy clausurará mañana la convención.

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