La Falange reúne a un centenar de personas en Madrid

Cogidos de la mano de su padre, un chaval de unos ocho años cantaba el himno franquista Cara al Sol, y su hermano menor hacía ondear una bandera falangista que le doblaba en altura. Aún no sabía la letra, pero, como los otros 150 asistentes a la manifestación en Madrid, elevaba el brazo con el saludo fascista. Terminaba así una protesta que dos horas antes había cerrado un carril de la calle Génova con cánticos insultantes, ambiente festivo y ni un solo incidente violento que resaltar.

Había varios niños, envueltos en enseñas nacionales, pero sobre todo había hombres y mujeres que se hicieron viejos de repente durante la guerra. Como Antonio López, hijo de un capitán fusilado por los republicanos, que, "al contrario que la mayoría de los de aquí", guarda el carnet de cuando la falange era el Movimiento Nacional. Con una gorra de "la guardia de Franco", coreaba gritos como "¡Pasamos, vencimos y venceremos!".

Pese a los intentos de la organización por suavizar las proclamas, hubo insultos y amenazas para todos: jueces, políticos de cualquier pelaje, gentes del cine, y por supuesto el comunista Santiago Carrillo. Megáfono en mano, uno de los miembros de La Falange iniciaba los cánticos ante una decena de cámaras de medios españoles y extranjeros. Dentro de la marcha, unos y otros se animaban entre sí: "No os peguéis mucho, que somos pocos", "esta noche seguro que salimos en el telediario".

Tras la marcha, el mitin. Uno de los dirigentes falangistas, Ignacio Menéndez, agradecía a Pedro Almodóvar, Pilar Bardem y otros por "destapar la caja de Pandora" y sacarlos a la calle. Otro, Martín Sáenz Ynestrillas, retaba: "¡Ilegalizanos, aquí tenéis al primer militantes de las falanges clandestinas!". Por último el jefe nacional, Manuel Andrino, amenazaba: "Ningún papel administrativo nos impedirá defender España incluso con las armas; de momento no manejamos las armas, entonces se tendrán que sentar en la mes de igual a igual como hicieron con ETA".

Poco antes, otra dirigente sugería la posibilidad de "abrir otra vía judicial". Porque la manifestación la había convocado este partido (10.300 votos en 2004), pero la querella contra el juez Baltasar Garzón la presentó Falange Española de las JONS (14.000 votos en 2008), que precisamente ayer reunía a su Consejo Nacional para responder a su expulsión de la causa, y se desvinculaba por completo de la manifestación.

Falange convoca a 100 personas