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Un teniente de la Guardia Civil acampa frente a la sede del PSOE

El agente del instituto armado denuncia que sufre acoso laboral

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido esta mañana a un teniente de la Guardia Civil que estaba acampado frente a la sede del PSOE en Madrid para denunciar que sufre acoso laboral, según han informado fuentes policiales, que han precisado que el agente ha sido arrestado por atentado contra la autoridad.

Las mismas fuentes han precisado que la detención se produjo sobre las diez de la mañana, cuando el guardia civil estaba frente a la sede socialista con pancartas, que reflejaban su protesta.

Un inspector, jefe de una dotación de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía que se encontraba en el lugar, pidió al guardia civil que se identificara y le invitó a que abandonara el lugar. En ese instante, el guardia civil, según las mismas fuentes, empujó al inspector y le rompió el reloj, por lo que fue detenido por atentado a agentes de la autoridad y resistencia. No obstante, según las citadas fuentes, el agente será puesto en libertad después de tomarle declaración.

José Francisco R., de 43 años, comenzó sus protestas a finales del pasado mes de agosto frente a la sede del Ministerio de Interior en Madrid para denunciar las presuntas irregularidades que, según señaló, rodearon su destitución del puesto del instituto armado en el aeropuerto de Barajas.

Desde allí trasladó su protesta a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno, pero, según el agente, fue "desalojado por la fuerza", por lo que volvió al ministerio para más tarde "plantarse" frente a la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, donde "rezaba a la Virgen del Pilar para que alguien escuchara" su problema.

La Unión de Oficiales Guardia Civil, que ha apoyado la iniciativa del teniente, ha mostrado su confianza en la "inmediata" puesta en libertad del agente.

El guardia civil asegura que a finales del año pasado fue destituido "por falta de idoneidad" antes incluso de incorporarse a su destino y que tras protestar durante seis meses consiguió que la medida fuera revocada sin recibir ninguna explicación sobre lo ocurrido, aunque no ha llegado a incorporarse porque se encuentra de baja laboral.

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