Desarticulada en Murcia y Valencia una red que introdujo 7.000 kilos de hachís

Un total de 25 personas han sido detenidas en Murcia y la Comunidad Valenciana en una operación contra el narcotráfico en la que las Fuerzas de Seguridad se han incautado de 7.000 kilos de hachís, además de dos armas de fuego, tres embarcaciones de recreo y seis vehículos.

Las investigaciones de la Policía y la Guardia Civil comenzaron hace diez meses al detectarse un incremento del tráfico de droga por vía marítima procedente de Marruecos. En una primera fase de la operación se aprehendieron 4.440 kilos de hachís en el interior de un velero, y fueron detenidas seis personas. El segundo golpe se llevó a cabo en noviembre de 2.008 y tuvo como escenario el Puerto de Villaricos (Almería), donde se desarticuló otra célula delictiva, integrada por cuatro personas de nacionalidad española y una mujer brasileña. Asimismo, se aprehendieron 1.040 kilos. de hachís, se intervinieron dos embarcaciones de recreo, dos furgonetas y un vehículo todoterreno.

Posteriormente se detuvo a otras ocho personas de nacionalidad española en la localidad de Roquetas de Mar (Almería), donde se intervinieron 850 kilos de hachís en el interior de una nave agrícola de la misma localidad. En el término municipal de Almussafes (Valencia), se detuvo a un individuo de origen magrebí que transportaba en una furgoneta 600 kilos de hachís, que distribuidos en 20 fardos, eran trasladados desde la provincia de Alicante a Tarragona.

Última fase de la operación

En la última fase de las investigaciones fueron detenidos dos hombres y dos mujeres en la provincia de Murcia, como los principales responsables de la introducción de los 4.440 kilos de hachís en la embarcación que fue abordada en aguas alicantinas en la primera fase de esta operación. También fue detenida una persona de origen magrebí, que era el enlace entre los narcotraficantes españoles y la organización marroquí propietaria del hachís.

El modus operandi de la red consistía en contactar con narcotraficantes interesados en introducir en la península cargamentos de hachís procedentes de Marruecos, ofreciéndoles utilizar embarcaciones de recreo de la organización. Estas embarcaciones se encontraban en puntos previamente establecidos, a varias millas de la costa, para reunirse con las embarcaciones semirígidas que transportan el hachís desde Marruecos. Después transbordaban la droga a las embarcaciones de recreo y se introducían a través de un puerto deportivo en la Península.

La red también utilizaba barcos pesqueros, en los que aprovechando la jornada de trabajo y simulando realizar su faena de pesca, contactaban con las lanchas que transportaban el hachís, transbordándolo en alta mar para introducirlo a tierra en los pesqueros. Posteriormente y una vez en tierra la mercancía, otra parte del grupo se encargaba de transportar la droga hasta las denominadas "guarderías", casas o naves agrícolas ubicadas en parajes aislados, que permiten establecer una vigilancia para evitar que otros grupos de narcotraficantes sustraigan la mercancía. Estos grupos proveían armas de fuego a las personas encargadas de vigilar.