Los padres del Mirasierra denuncian que el proyecto de derribo "contradice" lo que les han contado
Los padres del instituto que será demolido para construir la ampliación de la línea 9 de Metro no se creen las promesas de la Administración
Los padres del IES Mirasierra de Madrid, el instituto que será derribado para construir la ampliación de la línea 9 de Metro, no se resignan a perder una batalla que dura ya casi cuatro meses. Con el proyecto de obra en la mano, no se creen las promesas de la administración y denuncian irregularidades que les llevan a preocuparse por el futuro educativo de sus hijos. Se preguntan si el nuevo instituto de Montecarmelo, donde trasladarán a los chavales mientras se reconstruye el centro, estará listo a tiempo, y si tendrá capacidad suficiente para todos. Muchas preguntas que, aseguran, no están teniendo respuestas.
"Después de todas las incongruencias que hemos visto y la falta de certidumbres, de lo único que podemos agarrarnos es del plan de obra", apuntan miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del instituto. Según ellos el proyecto, que ha salido ya a licitación pública, contradice algunas de las promesas hechas por la Consejería de Educación. El nuevo instituto no tendrá capacidad para todos los alumnos, por ejemplo.
Los padres de alumnos, muchos de ellos ingenieros, han elaborado una ruta alternativa, que trasladaría la boca del metro desde el parking del instituto al otro lado de la calle. Mintra, responsable del proyecto, cree que esto es inviable. "Sus razones parecen excusas para no hacerlo, no nos están explicando por qué no es válida con argumentos de peso", comentan. Fuentes de Mintra señalan que la orografía del terreno impide otras alternativas, y que el actual proyecto ha sido detalladamente estudiado y es, técnicamente, el más viable.
"Nos molesta que sólo se hayan tenido en cuenta consideraciones técnicas o económicas. Al enorme impacto educativo que supondría para los chavales el derribo no se le ha hecho caso", señalan representantes del AMPA. Los padres se quejan de la incertidumbre y la inseguridad. Está planeado que el proyecto dure un año, pero ellos creen que tardará más.
El colegio sí será ocupado
En octubre un documento de la Consejería de Transportes comunicaba a los padres del colegio adyacente que los terrenos donde se ubica no serían expropiados ni ocupados durante las obras. Sin embargo, ya en septiembre el proyecto contemplaba una ocupación temporal de 265 metros cuadrados, que no fue comunicada a los padres.
Según miembros del AMPA del CEIP (Centro de Educación Infantil y Primaria) no se ha tenido en cuenta el impacto educativo en el colegio. Unas obras a menos de 25 metros de las aulas tendrían consecuencias muy negativas para el desarrollo de las clases. Las pantallas acústicas previstas no están contempladas en el presupuesto; son sólo una línea verde en el plano de obra.
La incertidumbre es una de las principales preocupaciones de los padres. Si las obras no están acabadas a tiempo, ¿Cuáles serían las opciones? No saber dónde estarán sus hijos el año que viene preocupa a muchos. "Nos da la impresión de que está todo en el aire", aseguran.
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