La furgoneta en la que murieron dos niños en Cuenca ardió antes de caer por una pendiente
El fuego provocó que los frenos cedieran.- El padre dejó aparcado el vehículo con los menores en su interior mientras hacía unas gestiones en Quintanar del Rey
La furgoneta calcinada ayer en Quintanar del Rey (Cuenca) en la que murieron dos niños de tres y cinco años se incendió antes de deslizarse por una pendiente junto a la que estaba estacionada, según ha confirmado el alcalde de la localidad, Martin Cebrián. El fuego provocó que los frenos cedieran, por lo que el vehículo cayó por la cuesta hasta chocar con un bordillo, hubo un escape de combustible y tuvo lugar la explosión.
Las investigaciones se centran ahora en saber qué provocó el incendio. Las primeras pesquisas apuntaban ayer a que la causa del suceso fue accidental, puesto que no se encontró ningún acelerante de las llamas.
El vehículo tenía menos de un año de antigüedad, y fue estacionado por el padre en el aparcamiento de la empresa Sustratos Ecológicos Quintanar, dedicada al cultivo de champiñón, situada a la altura del kilómetro 40 de la N-320, a tres kilómetros del pueblo.
Los niños no iban sujetos
La furgoneta tenía nueve plazas y, según el testimonio del padre, los niños iban sentados en la parte delantera, sin embargo un cadáver fue localizado en la parte media y otro en la zona trasera, por lo que se especula con que los niños no llevaran cinturón e intentaron escapar.
El padre, Hugo Florencio Pillajo, ecuatoriano de 28 años, dejó la furgoneta, en pendiente y con el frontal hacia atrás, en el aparcamiento que hay en la empresa, según el alcalde, quien ha precisado que el progenitor no es trabajador de la planta, sino que está empleado en la construcción y se había acercado para interesarse por un puesto de trabajo. El alcalde no ha precisado si el padre, en libertad tras declarar anoche ante la Guardia Civil, había dejado el vehículo con el motor encendido.
Tres días de luto
El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto y ha brindado su apoyo al matrimonio ecuatoriano, que tiene otro hijo de dos años, nacido, al igual que sus hermanos fallecidos, en esta localidad conquense con un 25% de inmigrantes, donde el padre lleva viviendo desde 1999.
La Subdelegación del Gobierno en Cuenca ha informado de que los cuerpos de los menores se encuentran en el depósito de cadáveres de la capital conquense a la espera de serles practicada la autopsia. El caso está en manos del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Motilla del Palancar.
El funeral y el entierro tendrán lugar mañana en Quintanar del Rey, ya que la jueza que lleva el caso no deja repatriarlos a Ecuador por que la investigación continúa abierta.
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