400.000 personas habitan en infraviviendas en Madrid

Un total de 184.665 viviendas de la Comunidad de Madrid carecen de las condiciones mínimas para ser habitadas, de las que 123.056 están en la capital. En ellas habitan 400.000 personas, en su mayoría en los barrios de Centro y Universidad, según un estudio encargado por Cáritas y realizado por el Equipo de Investigación Sociológica (EDIS). Además, el estudio certifica que existen unas 136.000 viviendas en malas condiciones por el estado del edificio y de sus instalaciones, mientras que unas 13.000 casas carecen de servicio o aseo, cifras calificadas de "casi alarmantes" por el director de Cáritas, Julio Beamonte.

Estos datos, junto con más de 33.000 viviendas cuyos habitantes viven en situación de hacinamiento y unas 7.000 en ruinas, son el resultado de la primera parte del estudio, que analiza la habitabilidad, adecuación, estabilidad y accesibilidad de las casas situadas en la diócesis de Madrid. La calificación de infravivienda contempla criterios de habitabilidad (calidad, equipamiento, servicios de seguridad), adecuación (características de la vivienda y el entorno en relación con las necesidades de las personas), estabilidad (posibilidad de mantener uso y disfrute de la casa) y accesibilidad.

El estudio arroja diferencias territoriales y datos "curiosos" como que "el Barrio de Salamanca tiene mayores de problemas de instalación de las viviendas que el global de todos los barrios de Madrid", según ha declarado Beamonde -1.330, mientras que la media de los distritos del municipio de Madrid es de 1.316-. Esto se debe, según Beamonte, a la concentración de edificios antiguos en situación de deterioro y al elevado número de personas mayores solas y con pocos recursos que, "aunque invisibles porque no se atreven a pedir ayuda", viven en el barrio de Salamanca. Además, los municipios con un peor balance residencial son los del sur, con en torno a un 40% del total de infraviviendas, seguido del norte con un 30, el oeste con un 8 y finalmente el este, con un 2.

El perfil de sus habitantes

La segunda y tercera parte del estudio verifican la "relación directa" entre la vivienda y la exclusión social de las personas, y concluye que, de los habitantes de las infraviviendas, un 8% son excluidos sociales, y un 40% vulnerables en este sentido, así como que en este tipo de casas en uno de cada cinco casos convive más de un núcleo familiar. Por otra parte, 1.713 de las infraviviendas madrileñas carecen de agua corriente (problema que afecta a 6.200 madrileños); 2.363, de evacuación de aguas residuales, y 13.691 no disponen de servicio o aseo.

En cuanto al perfil de sus habitantes, el 97% es pobre, el 27% analfabeto y casi tres de cada cuatro, extranjeros. Para el análisis, fueron utilizados como método de análisis la historia de la vida y una encuesta realizada a 430 personas con una fiabilidad del 95%. Por otra parte, el estudio refleja que 529.737 viviendas se ubican en calles con poca limpieza; 493.223 en un entorno marcado por la delincuencia y, 395.462, con pocas zonas verdes.

Asimismo, un 84% de las infraviviendas son edificios en altura y el resto horizontales, entre los que hay un 9% de chabolas. No obstante, los responsables del estudio han llamado la atención sobre la existencia de un nuevo fenómeno, el "chabolismo vertical", que se refiere a las viviendas verticales que no reúnen los requisitos mínimos. Sus habitantes tradicionalmente han vivido en chabolas horizontales y sufren "problemas psicológicos profundos" al pasar a viviendas verticales, generando problemas de convivencia.