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Naufragio del nuevo metro de Palma

Un chaparrón causa la segunda inundación en un mes en la única línea de suburbano, abierta en abril por el Gobierno del PP

Naufragio bajo tierra. Hasta dos metros y medio de agua de lluvia se han acumulado en una de las estaciones del nuevo tren metropolitano de Palma. Un chaparrón otoñal ?apenas 18 litros por metro cuadrado- ha puesto en cuestión, por segunda vez en menos de un mes, la seguridad del servicio público, el proyecto estrella del ex Gobierno del PP de Baleares de Jaume Matas.

El único ramal del metro, desde el centro de la capital hasta el campus de la universidad, una línea con nueve estaciones en 7,2 kilómetros, 3,2 de ellos superficie, costó más de 130 millones de euros. Se calculó que transportaría más de tres millones de pasajeros al año. Cruza el polígono industrial y barrios populares.

Sin fecha de reapertura

A una semana del comienzo del curso universitario, el servicio ha quedado paralizado y no se anunciará una fecha para la reapertura hasta que se solventen los problemas de diseño y realización de las conducciones de pluviales que se repiten en diversas estaciones y pasos subterráneos. Para acelerar las obras del proyecto se usaron terrenos previstos para un trasvase de aguas.

El tren suburbano entró en servicio en abril pasado, en plena campaña electoral, y el PP decretó medio año de gratuidad para popularizarlo y potenciar su uso. Aún no se cobraban los billetes. La política y la polémica partidista se han precipitado. El presidente socialista Francesc Antich habló así al visitar el escenario de lo que considera una chapuza heredada: "Nos encontramos con una muy mala herencia por un trabajo muy deficiente, efectuado con mucha prisa y falta de seguridad".

Matas presentó en 2004 el proyecto del subterráneol, que no figuraba en el programa electoral y de Gobierno y que fue encargado por la vía de urgencia, por semanas, a la consejera de Obras Públicas Mabel Cabrer. Matas aseguró: "Es la noticia de mayor calado de toda la legislatura". Matas dijo que tenía la asesoría de la comunidad de Madrid. El ex líder del PP efectuó con periodistas numerosas visitas de obras y de apertura del metro y sus estaciones, pero rechazó celebrar una inauguración oficial porque, subrayó, "inaugurar precipitadamente al final va en tu contra".

"Ni electoralismos ni improvisaciones"

La doctrina Matas ?ni "electoralismos" ni "improvisaciones"- contraria a los estrenos era la respuesta al caso de la línea de tren Inca-Manacor, estrenada en 2003 por el primer Gobierno de Antich del PSOE, en la que hubo desprendimientos en un terraplén que hicieron descarrilar un convoy, sin heridos de gravedad.

"Han inaugurado la obra antes de las elecciones sabiendo que estaba mal hecha", dijo entonces la ahora cuestionada ex consejera Mabel Cabrer, del PP, que agregó: "Por una foto han puesto en peligro la vida de los ciudadanos". Al final del mandato 1995-99, el mismo Gobierno Matas estrenó ante las cámaras el inicio de los trabajos del mismo tramo ferroviario de cartón piedra, tendió raíles y se subió a una locomotora y cruzó un puente que tuvo que desmontarse.

"El PSOE quiere desprestigiar el metro" ha dicho en el Parlamento, Mabel Cabrer. El ex presidente Matas dimitió y ?se fugó? a Estados Unidos al no poder mantenerse en el poder. Ahora la crisis es contudente. Llueve sobre mojado, en el mes agosto, con otro chaparrón de estío breve y escandaloso, varias estaciones del metro ya se inundaron. Los ascensores, las escaleras mecánicas, los pasos entre vías quedaron inutilizados, el agua entraba a chorros y las goteras se extendían. El metro se paralizó entonces varios días.

"Una estación en un sumidero"

La red de pluviales no está adecuada y el sistema de bombeo es insuficiente. "Han hecho una estación en un lugar inadecuado, en un sumidero natural de todas las lluvias de la zona", indica el consejero de Mobilidad, el nacionalista Gabriel Vicens. Los portavoces del PP aseguran que el Gobierno de centro izquierda "lanza cortinas de humo", que "está intentando cargar tintas sobre la gestión del anterior Gobierno" porque no han logrado " desembarazarse del síndrome de la oposición".

El metro se construyó en poco más de dos años y durante las obras tuvo que evacuarse y después cerrar durante meses un colegio público vecino, el de Santa Isabel de Ets Hostalets de Palma, por los temblores y grietas causadas por las excavaciones. Para justificar el problema el Gobierno aludió a un terremoto lejano en Argelia.

Al abrir la estación central subterránea de ferrocarriles y metro, con locomotoras de gasoil, se detectó una gran contaminación por humos y tuvieron que abrirse decenas de artefactos de aire acondicionado y ventilación en la superficie de un parque ajardinado. Matas decidió soterrar la estación central en Palma con un proyecto que supuso el destrozo por segunda vez en una década el mayor parque verde, con un despilfarro de más de 12 millones de euros.

El Gobierno de Antich reclamará a los responsabales directos de las obras, de su diseño y recepción. Las empresas que han participado en los tres tramos del trayecto del metro, en las tres adjudicaciones en los que segregó la línea, son Dragados, Tecsa, MAB, Melchor Mascaró, Cavosa, Aldesa y Man.

Un ligero chaparrón causa la segunda inundación en un mes en la única línea de suburbano de la ciudad de Palma, abierta en abril por el Gobierno del PPVídeo: ATLAS

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