Madrid exige 2.000 millones para infraestructuras

Esperanza Aguirre va a enviar esta tarde a José Luis Rodríguez Zapatero el borrador del convenio de infraestructuras acordado por ambos en su entrevista en La Moncloa y que la presidenta regional se comprometió a tener listo en menos de 10 días. A pesar de que el convenio se debía ceñir a las carreteras, Aguirre ha incluido la participación de la Comunidad en la gestión de los trenes de Cercanías y del aeropuerto de Barajas a partir del 1 de enero y una inversión de 2.050 millones de euros del Estado vía Presupuestos Generales de 2008.

Así lo ha anunciado esta mañana Aguirre tras la reunión del Consejo de Gobierno, que ha aprobado remitir en unas horas al Gobierno el borrador para el convenio de infraestructuras y carreteras para la Comunidad de Madrid, ofrecido por el presidente Zapatero en la entrevista que mantuvieron el 10 de septiembre. Este convenio representaría, según los cálculos de la Comunidad de Madrid, una inversión global de 2.050 millones de euros del Estado, cantidad que, según Aguirre, deberá reflejarse en los presupuestos generales de 2008. La principal queja del Ejecutivo madrileño es que Zapatero no ha investido en la región "ni un euro" en obra público en los tres últimos presupuestos.

Su exigencia de 2.050 millones se produce dos días después de que el Gobierno decidiera, según informó este periódico, subir las inversiones correspondientes a Cataluña en un 24% en 2007, hasta los 4.271 millones de euros. Además, la cifra que el Gobierno central destinará a Cataluña para 2008 debe quedar fijada a finales de esta semana. El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, adelantó ayer que rondaría los 4.300 millones de euros. Al margen de los acuerdos en materia de carreteras, el texto contempla que la Comunidad participe en la gestión y en la planificación de futuras inversiones en la red de Cercanías que discurren íntegramente por su territorio a partir del 1 de enero. Esta medida requiere, según las cuentas de Aguirre, una aportación del Estado de 580 millones de euros en 2008. Otro tanto pide en cuanto a la gestión de Barajas.

Un paso previo a la transferencia

Aguirre añade que esta cesión no es, ni mucho menos, el punto final, ya que lo considera "el primer paso" hacia la transferencia de las competencias, en este caso sólo de Cercanías. El contencioso de los Cercanías también tiene su conexión catalana, ya que el Gobierno está decidido a ceder esta competencia a la Generalitat de Cataluña mientras se la niega a Madrid. Para ello alega que está contemplado en el nuevo Estatuto catalán. Aguirre replica que el Estatuto madrileño en vigor ya dice que "todas las carreteras y vías de tren que transcurren por la región" son competencia de su Gobierno autónomo.

El consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, ha explicado por su parte que el borrador incluye también el apoyo y la colaboración del Estado para la construcción de los dos aeródromos comprometidos por el Gobierno regional (en Navalcarnero y al este de la región); el desmantelamiento del de Cuatro Vientos, un proyecto para llevar el AVE a la T-4 de Barajas y el desmantelamiento de los pasos a nivel. En cuanto a las carreteras, representarían una inversión total del Estado de 1.071 millones de euros e incluirían el traspaso a la Comunidad de la M-40 desde el 1 de enero. Asimismo, el borrador establece que Fomento consignará en los presupuestos del 2008 las partidas para construir la primera fase de la Radial 1, hasta El Molar, mientras que la Comunidad asumiría la segunda, desde este municipio hasta el kilómetro 70 de la A-1.

También recoge que el Estado financie la prolongación de la R-3 hasta Tarancón; la unión -en superficie- de la A-1 y la M-607 (Colmenar) a través de la M-50; la variante de Las Rozas y las plataformas reservadas para autobuses en las autovías A1, A2, A3, A4, A5, A6 y A42, comprometidas por el Gobierno y aún no iniciadas. El documento constata además la necesidad de construir un tercer carril en la carretera que enlaza los municipios segovianos de San Rafael y Villacastín, pues según Lamela, aunque no están en Madrid, descongestionaría el tráfico de los túneles de Guadarrama. El consejero ha explicado que la Comunidad asumiría -aunque pediría compensaciones económicas- la ejecución de la R-6, denominada M-65, y el cierre de la M-50. Esta última carretera se llamaría M-61 y se haría en subterráneo para "preservar el valor ecológico del Monte de El Pardo", ha sentenciado la presidenta, completamente decidida a hacer de esa forma la obra si el Estado no quiere realizarla.