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"Llovían golpes por todos los lados"

Afectados y testigos de los enfrentamientos de Malasaña cuentan sus experiencias

Carlos G.S., madrileño de 27, estaba volviendo hacia su coche con su novia en la calle Fuencarral de Madrid tras haber pasado la noche en el barrio de Malasaña. "Serían las 4.30 de la madrugada cuando llegaron un montón de policías. Me pegaron y me cayó el móvil en el suelo. Los policías me gritaron que me fuera de allí.", cuenta Carlos a ELPAIS.com desde el hospital de La Princesa de Madrid. "Les dije que sólo quería recoger mi teléfono, pero cuando me agaché para recogerlo empezaron a golpearme como locos. Me dieron puñetazos, patadas y también me pegaron con porras extensibles, las tenían todos los policías de paisano", asegura Carlos, confirmando los relatos de varios testigos presenciales. "Tengo un labio como una morcilla", se queja desde el hospital, donde le han tenido que poner "dos puntos en el labio y dos en la cabeza". Además Carlos cuenta que tiene "bultos en la espalda, y chichones en la cabeza". "Me han pegado por todos lados", resume. A las siete de la mañana este madrileño estaba todavía esperando el resultado de las radiografías.

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Diana, una vecina de Malasaña, pudo grabar todo con una cámara desde un balcón de la calle la Palma. "Sobre las tres de la noche había una docena de chicos que armaban jaleo", cuenta Diana, que vio como volcaban un contenedor para vidrio. "Luego llegó la policía", cuenta, "llevaban todos porras extensibles y tenían una actitud muy violenta. Cargaron más de una vez contra los jóvenes. Yo les vi ensañarse contra una chica que solo pasaba por ahí, hasta que un amigo logró quitársela de las manos". Diana asegura que los policías no hicieron nada para ayudar a los vecinos que estaban intentando apagar un contenedor en llamas, pero que sí se enteraron de que ella y otras personas estaban grabando. "Nos increparon, nos instaron a apagar las cámaras", relata Diana, que pudo grabar todo.

Miguel, un madrileño de estética punk, vivió el comienzo de los incidentes en la plaza 2 de Mayo. "Estábamos tranquilitos en la plaza cuando llegaron los policías con las porras en la mano y empezaron a pegar a todo el mundo", relata desde el hospital 12 de Octubre de Madrid. Miguel se encontraba "de botellón" con algunos amigos en la plaza cuando vio llegar a los agentes. "Eran 50 ó 60, llovían golpes por todos los lados", recuerda. "A mi me rompieron una ceja con un porrazo, me pegaban entre tres", recuerda.

DIANA C.
ABEL GRAU
ABEL GRAU

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