El final de un reinado polémico

Tara Conner terminó anoche su reinado tumultuoso como Miss USA con buena nota, al lograr convertir su adicción a las drogas y el alcohol en una historia de coraje y superación personal. La releva en el puesto de guapa oficial de EE UU la representante del Estado de Tennessee, Rachel Smith, una morenaza de 21 años y nacida en Panamá. A esta 56ª edición del concurso, celebrada a lo grande en el Teatro Kodak de Los Ángeles -el mismo que acoge la gala de los Oscars-, se presentaron 51 mujeres espectaculares de los 50 estados y del Distrito de Columbia.

Miss Tennessee quedó finalista junto a Miss Nevada, Miss California, Miss Kansas y Miss Rhode Island. Smith nació en Panamá ya que sus padres estaban destinados en dicho país, aunque unos meses después de su nacimiento volvieron a Fort Campbell en Clarksville (Tennessee). La nueva Miss USA 2007 es licenciada en Periodismo y fue becaria entre enero y agosto de 2006 en el departamento de publicidad de la productora Harpo, propiedad de la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey.

Trabajó en enero de este año como voluntaria en uno de los colegios que Winfrey tiene al sur de Johanesburgo. Desde entonces se ha preparado para el concurso. La hasta ahora poseedora del título, una rubia de Kentucky también de 21 años, estuvo en los últimos meses de su reinado en el ojo del huracán debido a su adicción a las drogas y al alcohol, razón por la que estuvo 31 días ingresada en el centro Caron Foundation, en Pensilvania. Además, se publicó que había sufrido abusos en su infancia.

"Estoy de vuelta y mejor que nunca"

A mediados de diciembre, Donald Trump, copropietario del concurso de belleza, anunció en una conferencia de prensa que le daba a Conner una segunda oportunidad y no la echaba del concurso. La chica no la desaprovechó y logró dar la vuelta a su caída en desgracia, protagonizando una historia humana de triunfo de la voluntad sobre la adversidad muy del gusto de Hollywood y de los estadounidenses.

De paso, su pequeño escándalo reanimó el interés por un concurso que atravesaba las horas más bajas de sus 55 años de historia. Conner ha logrado gran popularidad y Trump ha hecho caja. Y todos contentos. De hecho el show televisivo, de dos horas, presentó a Conner como una nueva clase de modelo para las jóvenes por fuerzas y honestidad.

La propia Conner declaró en el escenario, entre ruidosos aplausos: "Ha sido el año más inolvidable de mi vida, pero estoy de vuelta y mejor que nunca". "Ahora puedo vivir mi vida positivamente y avanzar," añadió, para agregar que a partir de ahora tiene una nueva causa: la moderación y la sobriedad.