Fraga: "Nación sólo hay una e indestructible. El resto que se llamen como quieran"

Los tres ex presidentes electos de la Xunta, los populares Gerardo Fernández Albor y Manuel Fraga y el socialista Fernando González Laxe, han coincidido hoy en reclamar un especial esfuerzo de consenso para la reforma del Estatuto de Galicia, si bien han mantenido diferencias en torno a la denominación que se debe dar a la comunidad en el texto. El más contundente ha sido Manuel Fraga, para quien nación "sólo hay una e indestructible" y que el "resto que se llamen como quieran o como puedan".

Los tres ex presidentes han comparecido ante la Comisión de Estudio de la Reforma Estatutaria y sus intervenciones no se han movido ni un centímetro de las posturas que mantienen sus respectivos partidos respecto al término que deberá definir a Galicia en el texto reformado. El que fuera presidente de la Xunta entre 1990 y 2005 y actual senador, Manuel Fraga, ha dicho que nación "sólo hay una e indestructible" y que el "resto que se llamen como quieran o como puedan". Y ha subrayado su "absoluta conformidad" con el artículo 2 de la Constitución, que habla de "la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles", compatible con las autonomías, las nacionalidades y las regiones.

Se ha mostrado de acuerdo con la denominación de "nacionalidad histórica" para definir a Galicia, que ya recoge la Constitución, y ha recordado los datos de un reciente estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas, según el cual los "gallegos se sienten tan españoles como gallegos, y viceversa". Ha destacado el "error" de haber iniciado las reformas estatutarias antes de acometer la de la Constitución, pero ha señalado que, una vez iniciadas, Galicia no se puede quedar atrás. Según Fraga, los tres partidos presentes en la Cámara gallega deberán tratar de buscar el "mismo espíritu y la concordia" que presidieron los trabajos de la Constitución y del Estatuto de 1981 "para no dar pasos atrás".

Gestionar "las diferencias con armonía"

Fraga, que se ha mostrado "absolutamente partidario" de la reforma estatutaria, ha asegurado que el texto deberá recoger "todo lo que ya se hizo", aunque ha añadido que se podría incluir una cláusula, "al estilo Camps en Valencia", para asimilar las mejoras que pudieran obtener otras comunidades. Mientras, el primer presidente socialista de la Xunta, Fernando González Laxe, ha recomendado a las fuerzas políticas que no elaboren un estatuto "de apaño", de forma que busquen el consenso y "gestionen las diferencias con armonía", ante el proceso de reforma.

El ex presidente, que gobernó entre 1987 y 1989, ha considerado que Galicia es una "nacionalidad histórica consolidada" y ha señalado que este reconocimiento de la "identidad nacional" debe suponer que todos los partidos y la propia sociedad asuman los cambios en el Estatuto. González Laxe ha asegurado no ser un experto en derecho constitucional, por lo que ha dicho que le resulta indiferente "la denominación A o B", que le conceda a la comunidad autónoma. Lo importante, ha insistido, es que la palabra defina fielmente "lo que somos: singulares y con un comportamiento específico", y ese estatus "no debemos perderlo".

Para el ex presidente, no hay "ningún problema" en que se pueda incluir el "carácter nacional" de Galicia, ya que así figura en el himno, si bien ha resaltado que lo importante es que no se pierda el estatus que ahora equipara a la gallega con las autonomías catalana y vasca. Por su parte, Gerardo Fernández Albor ha pedido a los tres grupos parlamentarios gallegos que "continúen la senda" de los redactores del estatuto en vigor y de los ponentes constitucionales, y que lleguen a un "consenso" para reformar la carta gallega. Fernández Albor ha explicado que la situación de Galicia, reconocida como "nacionalidad histórica" en la Constitución, es un "sueño", sobre todo "echando la mirada medio siglo atrás".