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La policía dispara contra un coche con inmigrantes que trató de entrar en Melilla

Los agentes han detenido a las 15 personas -14 asiáticos y un marroquí- que viajaban en el vehículo

La Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido hoy en Melilla a un ciudadano marroquí que atravesó el control fronterizo a toda velocidad en un coche en el que transportaba -hacinados- a catorce inmigrantes de origen asiático y que en su huida chocó contra una de las vallas de la aduana.

La avalancha obligó los agentes a disparar a las ruedas del vehículo donde viajaban estas quince personas, según ha informado un portavoz de la Delegación del Gobierno.

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Los hechos tuvieron lugar sobre las cinco de la madrugada en la frontera de Beni-Enzar, cuando un vehículo con matrícula falsa sobrepasó a gran velocidad los controles aduaneros tanto español como marroquí, y cuando los agentes dieron el alto a su conductor, éste trató de atropellarles y colisionó contra una valla, huyendo después, según la Delegación del Gobierno.

Según las citadas fuentes, uno de los agentes de la Policía Nacional, "ante la alarma provocada y el desconocimiento de las intenciones y contenido del vehículo", trató de detenerlo efectuando un disparo intimidatorio y preventivo con su arma reglamentaria a las ruedas del turismo, sin conseguir su objetivo, ya que el coche continuó su marcha y, tras impactar con una de las vallas del recinto aduanero, logró acceder a territorio melillense.

Se inició así una persecución en la que intervinieron patrullas de la Policía y del instituto armado, una de las cuales localizó minutos más tarde el automóvil estacionado en una calle de Melilla con nueve inmigrantes de procedencia asiática en su interior y otros cinco en las inmediaciones.

El conductor, H.K., de 27 años y residente en la cercana localidad marroquí de Nador, estaba escondido bajo otro coche aparcado en la zona y tras ser detenido pasará a disposición judicial como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro de falsificación de matrícula y un tercero de desobediencia grave a agentes de la autoridad.

Mientras, los inmigrantes serán conducidos a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para la tramitación de la correspondiente orden de expulsión, aunque antes deberán comparecer ante el juez.

La Delegación del Gobierno destacó que ni el conductor ni los agentes que intervinieron en la operación resultaron heridos, como tampoco ninguno de los inmigrantes. Además, según la Delegación, "esta nueva modalidad de introducción ilegal de inmigrantes en Melilla evidencia el grado de agresividad y el trato tan inhumano que éstos reciben de las organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos".

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