El juez condena al asesino de Buesa y su escolta a cien años de cárcel y cinco de alejamiento

La Audiencia Nacional ha condenado al etarra Diego Ugarte López de Arcaute a cien años y tres meses de prisión por el asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, en febrero de 2000. Además, el juez le prohíbe que, en los cinco años siguientes a su salida de la cárcel, resida cerca de los familiares de las víctimas. Es la primera sentencia de este tipo desde que lo pidió el alto comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Alfonso Guevara, especifica que para aplicar beneficios penitenciarios y conceder en su día la libertad condicional de Ugarte, el cómputo se hará sobre la totalidad de la pena impuesta, es decir, 100 años y 3 meses. La sala también ha acordado que el etarra no se acerque a los familiares de las víctimas en cinco años, "cuyo computo inicial coincidirá con el cumplimiento integro de la pena privativa de libertad impuesta".

Esta es la primera vez que se impone esta pena de alejamiento desde que lo propusiera el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, el pasado día 5, en sendas cartas dirigidas al ministro de Justicia y al fiscal general del Estado. El fiscal había pedido a la Audiencia que se impusieran a Ugarte cinco años de alejamiento, el máximo establecido en el momento del atentado.

Esta petición se formuló después de que el etarra Kandido Azpiazu, tras cumplir condena por el asesinato de Ramón Baglietto, instalara su negocio de cristalería en los bajos de la vivienda de Azkoitia (Guipúzcoa) donde reside la viuda de su víctima.

"Perfectamente probado"

El fallo considera "perfectamente corroborado" que Ugarte participó el 22 de febrero de 2000 en Vitoria en el asesinato de Fernando Buesa y de su escolta Jorge Diez, junto con los otros dos miembros del comando Ituren de ETA, Asier Carrera y Luis Mariñelarena., que ya han sido condenados con anterioridad.

El doble crimen se perpetró con un una furgoneta cargada con más de 20 kilos de explosivos y colocada en el campus universitario de Vitoria. Buesa, portavoz del PSE en el Parlamento vasco, tenía 53 años, estaba casado y con tres hijos. Jorge Díez Elorza, hertziana, tenía 26 años y estaba soltero. Acaban de salir del domicilio del parlamentario en compañía de sufijo, del que acababan de despedirse. Los terroristas de ETA les tenían a la vista cuando a las 16.38 accionaron el mando a distancia.

Este crimen provocó una gran convulsión en la sociedad vasca y motivó la ruptura del pacto de Gobierno que había suscrito la coalición PNV-EA con Euskal Herritarrok un año antes.