Doce fuegos continúan activos en Galicia

Doce fuegos siguen devastando Galicia, donde desde principios de agosto han ardido más de 20.000 hectáreas. Esta tarde, la Xunta se ha visto obligada a decretar el nivel de alerta máxima por el peligro para la población en el municipio de Lousame, en A Coruña. En el municipio ourensano de Laza, los ochenta vecinos de dos pueblos han sido desalojados y pasarán la noche en un albergue de peregrinos.

Los vecinos de las viviendas más próximas al albergue hacen acopio de alimentos, bebidas, mantas y colchonetas para atender a los 80 vecinos desalojados de los pueblos de Navallos y Correchouso, en el municipio de Laza, ya que el elbergue cuenta sólo con 27 literas libres y una cocina desabastecida, según han comentado.

Carnota ha sido hasta hoy el foco de máxima atención y prioridad para las autoridades y las dotaciones de bomberos. Todavía continúan en ese lugar costero un hidroavión, cinco helicópteros, siete cuadrillas, siete motobombas y un hidroavión, así como una brigada BRIF, compuesta por 17 hombres y un helicóptero. Tras pasar las últimas dos noches en vilo, los vecinos de Carnota se encuentran hoy "más tranquilos", pues desde sus casas ya no ven el humo ni el fuego que hace días les hizo pasar "miedo y preocupación", y que ha arrasado el monte de los alrededores hasta dejarlo "como un solar", según varios testimonios.

Pero si en Carnota la situación ha mejorado notablemente, en las últimas horas han aparecido otros fuegos en A Coruña. De hecho, en dos de ellos la Xunta ha activado el nivel máximo de emergencia por la proximidad de las llamas a viviendas. Se trata de las parroquias de Lesende y Fruíme, ambas pertenecientes al municipio de Lousame. También continúa ardiendo el incendio del lugar de Soandres, ubicado en el municipio de Laracha, y los servicios de extinción han controlado los que se registraron en Zás (Negreira), Posmarcos (Pobra do Caramiñal) y Allóns (Ponteceso).

En Orense, siguen activos cinco incendios forestales en Naveáns (Laza); Corcores (Avión), que se ha reproducido; Trasalba (Amoeiro), Siabal (Paderne de Allariz) y Formadáns (Muíños), y se ha logrado controlar los de Olás (A Merca), Taboadela y Vilardelas (Maceda). En esta provincia quedaron apagados dos incendios que afectaban a los montes de Oimbra y Monterrei.

En Pontevedra, permanecen ardiendo cuatro incendios, uno en Campo Lameiro, Sabaxáns (Mondariz), San Ciprián de Ribarteme (As Neves) y otro en Tortoreos (As Neves), y se ha controlado uno que se declaró en el municipio de Caldas de Reis. En Lugo, se ha declarado un nuevo incendio esta tarde en Paradavella (Fonsagrada), en el que trabajan dos helicópteros, tres aviones ligeros, cinco cuadrillas, tres motobombas y una pala excavadora.

En paralelo al avance de las llamas, el vicepresidente de la Xunta, Antxo Quintana, ha advertido hoy a los incendiarios que se tomarán las medidas necesarias para perseguirlos y detenerlos. En lo que va de año han sido detenidas 38 personas acusadas de prender fuego intencionadamente, 25 de ellas en los últimos dos meses. La Dirección General de la Guardia Civil anunció ayer que desplazará a Galicia una unidad de la Agrupación Rural de Seguridad, formada por 40 agentes, para investigar la ola de incendios que sufre la comunidad gallega desde que comenzó agosto.

León, Zamora y Tarragona

León también sufre con intensidad el azote de las llamas este verano. En esta provincia, el fuego quemaba esta mañana terrenos de Villaverde de la Cuerna (cuatro hectáreas de matorral) y Piornedo, en los municipios de Valdelugueros y Cármenes, respectivamente. Las brigadas antiincendios habían logrado extinguir completamente otros tres, declarados en Villayandre, Sena de Luna y Quilós (municipio de Cacabelos).

Los incendios forestales de los municipios zamoranos de San Ciprián de Sanabria, San Ciprián de Hermisende y El Cañón del Tera se encuentran ya controlados, aunque estos dos últimos se han reactivado en las últimas horas, tras calcinar más de mil hectáreas, mientras que los registrados en San Román del Valle y Val de Santa María están ya extinguidos.

Varias dotaciones terrestres de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña continúan remojando la zona afectada por los incendios de Riba-roja d'Ebre y La Pobla de Masasaluca, ya en fase de extinción, para evitar que se reaviven las llamas, controladas desde la pasada noche después de quemar cerca de 790 hectáreas.