El responsable de la comisión internacional atribuye el accidente del Yak a errores humanos
El general Borrallo afirma que la tripulación estaba cansada y tomó decisiones equivocadas
El general de Brigada Francisco Sánchez Borrallo que hoy ha testificado como testigo en la Audiencia Nacional por el caso del accidente del Yak-42, ha atribuido el siniestro a un fallo humano en el que concurrieron, entre otros factores, el cansancio de la tripulación y los errores en la maniobra de aterrizaje, de tal forma que, según su criterio, "con el mejor avión del mundo", el desenlace hubiera sido el mismo.
Borrallo ha sido el último del grupo de cuatro imputados y dos testigos citados por la juez Teresa Palacios, que investiga el accidente, en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de Afganistán en mayo del año pasado. Todos menos Borrallo declararon ayer. El general Borrallo es responsable de la Comisión Internacional, formada entre España, Ucrania, Rusia y Turquía, que investiga el siniestro y lo que ha declarado ante la juez son las conclusiones del informe preliminar redactado por dicho organismo.
El general ha descartado defectos en la fabricación del aparato y la ingesta de alcohol por los miembros de la tripulación como posibles causas del siniestro. Antes que eso, apunta que la espera de más de ocho horas en el aeropuerto de Manás (Kirguizistán) -porque estuvo cerrado varias horas- fue una decisión errónea que provocó tensión en la tropa y en la tripulación, que resultó afectada en sus ciclos de biorritmos y en la toma de decisiones. También maneja como hipótesis concurrente del accidente la deficiencia de medios en cabina y la confusa asignación de funciones. A ello se añade que la tripulación llevaba trabajando 23 horas y 26 minutos, cuando el límite máximo en España es de 18 horas y 50 minutos.
Siempre basándose en el informe de la comisión, Borrallo ha apuntado que otros de los factores concurrentes que desembocaron en el siniestro fueron los fallos en la caja negra y en el sensor de combustible del Yak, que hicieron que se eligiera Ankara como aeropuerto de aterrizaje alternativo, cuando había otro mucho más cerca. Además, se decidió aterrizar en Trabzon con una maniobra estándar de aproximación a tierra con cálculos equivocados, en vez de seguir las instrucciones de la torre de control, decisión que ha calificado de "error fatal". De hecho, ha señalado que el aeropuerto de Trabzon tiene unas características que hacen necesaria una formación específica para aterrizar en él, de la que carecían los pilotos del Yak. Así, el general concluye que "con el mejor avión del mundo esa tripulación, con estos factores concurrentes también hubiera tenido ese desenlace".
Tras culminar hoy las comparecencias solicitadas por Teresa Palacios, los abogados de las víctimas personados en el caso han anunciado que solicitarán la ampliación de diligencias, una vez estudiada toda la documentación aportada y las declaraciones de forma detallada, recordando que mantienen una querella ante el Tribunal Supremo como la petición de más imputados, entre ellos el ex ministro de Defensa, Federico Trillo.
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