Llamazares pide un debate a fondo en IU para superar la "frágil situación interna"

El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, ha pedido hoy que la Asamblea Extraordinaria que se celebrará a finales de año sea un debate "abierto y a fondo" que permita analizar los malos resultados electorales, superar la "frágil situación interna" por la que pasa la coalición y definir la estrategia de oposición al Gobierno. Así lo ha señalado ante el Consejo Político de IU, reunido para convocar el congreso extraordinario.

El Consejo Político, el que que sólo algunas voces han pedido la cabeza de Llamazares, ha aprobado la convocatoria del cónclave a finales de año. El documento, aprobado por 89 votos a favor (63,1% los votos), 31 en contra (21,9%) y 21 abstenciones (14,9%), ha sido defendido por el coordinador general, quien ha reconocido no haber sido capaz de "suturar las heridas de la VII Asamblea", pero ha animado a los miembros del partido a lograr un cambio no de proyecto, que ha considerado intocable, sino de práctica, para adecuar ese proyecto a la nueva situación de Gobierno socialista y acercarlo a los jóvenes y a los movimientos sociales.

Para Llamazares no está a debate el proyecto de IU, que cree "sigue siendo actual y con carga de futuro", y que debe mantener como referencia el movimiento obrero abriéndose a los nuevos movimientos sociales y nuevas formas de militancia, con especialmente sobre la sostenibilidad, la regeneración democrática y la paz, sin olvidar la "orientación federal" que IU propone como modelo de Estado. El coordinador general ha reconocido, eso sí, que la situación electoral de la formación es "declinante, muy débil" y "profundamente negativa", al haber sido incapaces de, ni siquiera, mantener los malos resultados de las generales del 14 de marzo ni recuperar el "voto prestado" al PSOE.

Frutos: "Un equipo políticamente insolvente"

"El resultado demuestra nuestras dificultades para movilizar el voto político de la izquierda, y la incapacidad, tras un largo periodo de movilizaciones sociales y de oposición de izquierdas, de trasladar el conflicto social al voto político", ha indicado. También ha querido plantear un debate sobre la "compleja situación interna" que arrastra IU desde hace años, que les hace difícil "compatibilizar la pluralidad" de su proyecto "con la dirección colectiva" de la coalición. "Debemos cambiar nuestras fórmulas de dirección, que haya una nueva pluralidad, sobre todo social, en el seno de IU", ha añadido Llamazares.

En cambio, el secretario general del PCE, Francisco Frutos, ha opinado que "el problema no es el activo de IU", sino "un equipo políticamente insolvente" que "desprecia el factor humano que se mueve a nivel federal y local", y ha comparado a la formación con una empresa "que tiene un producto bueno, decente, pero un equipo de ventas que hunde las ventas". Frutos ha señalado que la cuestión no es "radicalizar la retórica ni ser más verdes", sino aspirar a "ser creíbles para una parte de la izquierda de este país", al tiempo que ha alertado de que, si no se trabaja en esta dirección, pueden "ser una pieza fundamental para el inicio de la destrucción de IU".

Por su parte, el portavoz de la Presidencia de IU, Felipe Alcaraz, ha afirmado que como miembro de este órgano es "responsable al cien por cien" de una situación que "empieza en 1996" y, aunque ha subrayado que no se trata de cambiar personas, ha añadido: "Si es así, empezad por mí". Willy Meyer, cabeza de lista a las europeas, ha reconocido que IU no pudo cumplir sus objetivos en esos comicios, alegando, entre otras razones, el poco tiempo "de recuperación" que hubo las generales de marzo y el 13 de junio, mientras que el coordinador de IU-Andalucía, Diego Valderas, ha admitido: "Todos somos corresponsables". Valderas ha pedido que, para mantener un proyecto que ha calificado de "necesario e insustituible", no se den "saltos al vacío".