La Sala de Discordia admite a trámite las querellas contra Atutxa
El PNV entiende que la Sala no puede tomar decisiones porque su composición está recurrida ante el Supremo
La Sala de Discordia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) decidió ayer admitir a trámite las querellas contra el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y dos miembros de la Mesa de la Cámara por su negativa a cumplir la orden del Supremo de disolver Socialista Abertzaleak, el grupo heredero de Batasuna. Sin embargo, el diputado del PNV, Emilio Olavaria, no admite la decisión de la Sala de Discordia porque, a su juicio, "no existe formalmente" y, por tanto, niega que se haya producido la admisión de la querella contra Atutxa.
Olabarria, en conferencia de prensa ofrecida en Bilbao junto al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dijo que fuentes "oficiales" del TSJPV les han comunicado que "hasta mañana a la tarde no habrá ninguna decisión que pueda ser comunicada" y que "cualquier filtración (sobre la admisión de las querellas) carece de fiabilidad". El diputado nacionalista ha expresado la postura de su partido, que entiende que el CGPJ "se ha extralimitado ampliamente en sus competencias" al indicar al presidente del TSJPV la formación de una Sala de Discordia. Según ha indicado Olavaria, el presidente del TSJPV, Manuel Zorrilla, nombró una Sala de Discordia de acuerdo a los "criterios que históricamente se venían utilizando por este tribunal", no sólo por el actual presidente, sino por sus predecesores en el cargo.
En todo caso, y aunque la Sala estuviera formada de forma legítima, "no puede tomar ninguna decisión", según Olavaria, porque los tres querellados han recurrido ante el Supremo la composición de la sala impuesta por el CGPJ, por lo que, de prosperar el recurso, quedarían anuladas las decisiones que pueda haber tomado.
Cinco contra dos
Pese a la opinión del PNV, la decisión de admitir las querellas contra Atutxa y los miembros de la Mesa, Gorka Knörr (EA) y Kontxi Bilbao (IU-EB), se adoptó con cinco votos a favor y dos en contra, que podrían ser los de Manuel Zorrilla, presidente de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJPV, y el de la magistrada Nekane Bolado, según fuentes jurídicas del alto tribunal.
No obstante, Olabarría ha dicho que la situación actual no puede ser "más incierta" y ha apostado por esperar a ver qué sucede con el recurso presentado por Atutxa, Knörr y Bilbao "porque eso es lo que va a condicionar todo porque todavía esta Sala de Discordia no existe formalmente, aunque se haya reunido ayer". En este sentido, ha criticado que el ministro de Justicia, José María Michavila haya adelantado el sentido de la decisión de la Sala de Discordia, preguntándose si el ministro tiene "capacidades paranormales" o si "tiene la capacidad para inducir y para exigir al órgano judicial que va a actuar cuál tiene que ser la resolución final", con lo que estaríamos ante "un delito de prevaricación inequívoco".
Por su parte, el presidente de la ejecutiva del PNV, Xavier Arzalluz, ha asegurado, tras conocer la decisión, que "en España no podemos hablar de democracia" y ha acusado al Gobierno del PP de haber roto "las reglas de juego constitucionales" con su "utilización" de la Justicia.
La Sala de Discordia se constituyó tras establecerse un empate en la Sala que debía decidir sobre la querella de la Fiscalía contra Atutxa y dos miembros más de la Mesa de la Cámara por negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA), ilegalizado por el Tribunal Supremo. La Sala de Discordia está integrada por los magistrados Roberto Saiz, Antonio García y por Fernando Torremocha, Isidoro Alvarez y Agustín Hernández, incorporados el pasado jueves por decisión del Consejo General del Poder Judicial a la Sala.
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