Los terroristas han cometido 26 atentados en Cantabria
ETA colocó el año pasado dos coches bomba en Santander
ETA comenzó a actuar en Cantabria en 1969, en un enfrentamiento a tiros entre un comando y la Guardia Civil en el pueblo de Mogrovejo, que no causó víctimas. Desde entonces, y contando el de hoy, la organización terrorista ha cometido 26 atentados en esta comunidad, con cinco muertos y decenas de heridos. El 7 de octubre de 1979, dos guardias civiles murieron en la casa cuartel de Puente Arce al ser tiroteados por un comando de ETA.
La más sangrienta de sus actuaciones se registró el 19 de febrero de 1992, al estallar una carga de dinamita colocada en un automóvil, en La Albericia, barrio inmediato a la ciudad, al paso de una furgoneta del Cuerpo Nacional de Policía. En el atentado murieron tres civiles -el joven Antonio Ricondo y el matrimonio formado por Eutimio Gómez y Julia Ríos- y dos agentes sufrieron heridas muy graves.
En 1981, un comando se apoderó a punta de pistola de 8.000 kilos de Goma 2 depositados en un polvorín en los alrededores de Santander, y se llevaron a los vigilantes que custodiaban el almacén.
En 1982, los terroristas hicieron estallar una bomba bajo la línea de flotación del destructor de la Armada española Marqués de la Ensenada, fondeado en el puerto de Santander. Cinco años después, dos bombas colocadas en el Club Marítimo de Santander provocaron grandes destrozos en el edificio. En 1988, la policía logró desactivar una bomba colocada ante la sede del Partido Popular de Cantabria, donde en aquellos días se celebraba un congreso de Nuevas Generaciones. Hace poco más de dos años, documentación incautada por la Ertzaintza en un piso de la organización situado en Galdako, revelaba las intenciones de ETA de colocar un coche bomba bajo la sede del Banco de Santander, en el paseo de Pereda.
El 23 de junio de 2002, ETA atentó contra el edificio que en la calle de Vargas, en Santander, ocupan centenares de funcionarios del Estado y de la comunidad autónoma. La explosión del coche bomba no causó víctimas al encontrarse las instalaciones vacías por ser día inhábil. Los 30 kilos de explosivos produjeron daños considerables en la fachada del edificio.
El último atentado de ETA en Cantabria tuvo como escenario un aparcamiento del centro de Santander, situado en la plaza Alfonso XIII. Allí la banda terrorista hizo estallar un coche bomba con 35 kilos de explosivos el 3 de diciembre de 2002. No hubo víctimas, aunque sí importantes daños materiales.
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