Los análisis policiales señalan a Alfredo Galán como el 'asesino del naipe'

La casa de Alfredo Galán Sotillo en la localidad manchega de Puertollano escondía la pieza del rompecabezas que la policía necesita para resolver los crímenes del asesino del naipe. Galán se entregó el pasado jueves en una comisaría de esa ciudad y se confesó autor de los seis crímenes atribuidos a ese asesino. En su declaración dio detalles que sólo la policía o el homicida podían conocer, pero faltaba una prueba concluyente. Los agentes aún no han hallado el arma, que Galán afirma haber tirado en un vertedero, pero sí encontraron en su vivienda un casquillo de la misma munición que la empleada en los crímenes. La Cadena Ser ha avanzado hoy que las pruebas de balística han confirmado que fue disparado por la pistola Tokarev con la que se cometieron todos los asesinatos.

A falta de la confirmación oficial, Galán ha sido trasladado a su localidad natal, en la provincia de Ciudad Real, donde ha prestado declaración ante la juez titular del juzgado de instrucción de Puertollano, Isabel Sánchez. Hoy han expirado las 72 horas de plazo durante las que la policía puede mantener a un sospechoso detenido antes de ponerlo a disposición judicial. Sánchez ha decretado prisión incondicional para Galán.

"Es mejor tener cautela"

Sobre Galán pesa la acusación de haber cometido seis asesinatos y tres homicidios en grado de tentativa, pero aún no se ha disipado del todo la sombra de la duda sobre su responsabilidad en estos crímenes. Para ello, los investigadores de Homicidios han comparado el casquillo hallado en su casa y los recogidos en el bar Rojas de Alcalá de Henares tras el doble homicidio del 5 de febrero. Si coinciden, no cabrá ya duda alguna de que Alfredo Galán es el asesino del naipe.

"Los datos que ha estado dando durante las declaraciones son muy concluyentes, pero no queremos que haya ninguna duda. Por eso es preferible un poco de cautela y tiempo en este punto", señalaron ayer fuentes de la investigación a EL PAÍS.

Muestras de ADN

Los expertos buscan además restos de ADN perteneciente a alguna de las víctimas en las ropas recogidas durante el registro a la casa de Galán en la localidad madrileña de Villalbilla. Sin embargo, los resultados de estos análisis tardarán semanas en conocerse, y es poco probable que ofrezcan ningún dato concluyente, dado el tiempo que ha transcurrido desde los crímenes.

La prueba fundamental, la pistola usada por el asesino, puede no aparecer nunca, puesto que aunque fuera cierto que se encuentra en el vertedero de Puertollano, las cantidades ingentes de basura depositadas allí hace casi inútil la búsqueda.