Stalin encargó al doble espía británico Kim Philby el asesinato del general Franco

El doble espía británico, Kim Philby, que trabajó también a las órdenes de la Unión Soviética, fue reclutado en 1937 por Stalin para asesinar al general Franco, según informa hoy el diario londinense The Times, que accedió a unos documentos desclasificados del servicio secreto británico.

Según Joanna Bale, autora del reportaje, Stalin encargó esta misión al mítico doble agente a principios del año 1937, mientras cubría como periodista la Guerra Civil (1936-1939) para The Times. Sin embargo, el plan fue abortado tras la desaparición de uno de los superiores de Philby.

Philby cubrió como periodista la Guerra Civil y fue condecorado por el propio Franco después de que fuera herido, irónicamente, por la metralla de un proyectil ruso

Los documentos citan las revelaciones de un desertor soviético, el general Krivitsky, que aseguró que el plan fue diseñado por Nikolai Yehzov, el jefe del OGPU, organismo predecesor del KGB, bajo las órdenes directas de Stalin. "La OGPU recibió órdenes del propio Stalin para cometer el asesinato del general Franco", asegura el desertor Krivitsky. Posteriormente, Yehzov ordena a su agente Paul Hardt que busque a un inglés para cometer el asesinato. "Hardt recibió órdenes de Yezhov para que reclutara a un hombre inglés para este propósito. De este modo, Hardt contactó y envió a España a un joven inglés, un periodista de buena familia, idealista y fanático anti-nazi".

Antes de que el plan se consumara, Hardt desapareció tras ser convocado por Moscú. La descripción del asesino potencial concuerda punto por punto con la de Philby, cuyas convicciones comunistas le condujeron a traicionar a su país. El servicio secreto británico, el MI5, estaba tan convencido de la identidad de Philby que un oficial de inteligencia escribió, en los márgenes del documento hoy desclasificado, "prob Philby" (probablemente Philby).

Se sospecha que el doble espía fue reclutado por los soviéticos en los años 30, cuando vivía en Viena, la capital de Austria. A su vuelta al Reino Unido, Philby comenzó a cultivar la apariencia de hombre de derechas que necesitaba con el fin de entrar en el Servicio de Inteligencia británico. Posteriormente, Philby viajó a España para cubrir la guerra civil, eligiendo cuidadosamente el bando nacional, para ser posteriormente contratado por The Times como corresponsal en el conflicto.

Es en este momento cuando se fragua la trama. Philby era la persona ideal para cometer el asesinato. De hecho, fue condecorado por el propio Franco con la Cruz Roja al Merito Militar después de que fuera herido, irónicamente, por la metralla de un proyectil ruso. Sin embargo, tras la desaparición de su superior Hardt, el plan fue abandonado.

El tercer hombre

Philby resultó ser el espía con más éxito en la historia de la KGB. En el año 1940, consigue entrar en el Servicio Secreto Británico (SIS), en el que llegó a ser el jefe de la sección anti-soviética. En un momento de su dilatada carrera, Londres le designa como enlace británico con la CIA en Washington, con lo que pudo acceder a los secretos de los dos servicios de inteligencia occidentales. De este modo, toda operación coordinada entre la CIA y el SIS británico era traicionada y revelada a Moscú desde su misma génesis.

Su carrera en la inteligencia británica termina en 1963, año en el que huye a la Unión Soviética tras una operación en la que Londres descubre finalmente la identidad del tercer hombre: sus vínculos con sus colegas de traición Guy Burgess y Donald McLean, exiliados en Moscú desde 1951, fueron finalmente desvelados. Philby murió en 1988.