El 'comando Donosti', el principal foco de la actividad de ETA
La policía cree que el comando Donosti tiene una compleja red de apoyo y por ello algunos responsables antiterroristas le denominan complejo Guipúzcoa. Los liberados dirigirían a varios grupos satélites a los que proporcionan armas y explosivos, marcan objetivos y con los que llevan a cabo los atentados.
Al comando Donosti se atribuyen los asesinatos de los dos trabajadores de la empresa Elektra, así como el atentado que costó la vida al cocinero Ramón Díaz García, el ametrallamiento del ertzaina Mikel Uribe, entre otros. Pero también se le considera responsable de los cuatro muertos provocados por ETA el pasado año en Guipúzcoa y existen sospechas de que ha podido extender su acción fuera de este territorio, en concreto a Navarra, Alava y Vizcaya.
Esta célula terrorista representa el principal foco de actividad de ETA, especialmente después de las operaciones policiales de los últimos meses que desmantelaron los comandos que operaban en Barcelona, Vizcaya y Madrid.
La importancia de este grupo etarra se basa en que desde hace más de dos años ha logrado eludir la acción policial, lo que se ha reflejado en el alto número de atentados que se han producido en Guipúzcoa en este tiempo. Este territorio fue el pasado año escenario de 26 atentados que suponen el 37% de todas las acciones terroristas de ETA.
La última operación policial contra el núcleo del comando Donosti tuvo lugar el 9 de marzo de 1999 con la captura de uno de los dos taldes (grupos) de esta célula en la que estaban integrados dos miembros liberados -Sergio Polo y Kepa Etxebarria- y una decena de colaboradores legales. Sin embargo, permaneció intacta una segunda infraestructura del comando Donosti de la que formaba parte el miembro de ETA José Luis Geresta, que apareció muerto, por aparente suicidio, a finales de ese mismo mes.
Geresta, junto con Xabier García Gaztelu e Irantzu Gallastegi fueron los activistas que, presuntamente, realizaron la campaña de atentados perpetrados en Guipúzcoa entre 1996 y 1998. Entre los atentados que se imputan a esta célula se encuentran el secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco, los asesinatos de otros concejales del PP como Ignacio Iruretagoyena, José Luis Caso o Manuel Zamarreño, el del abogado socialista Fernando Múgica, entre otros.
Dos miembros del segundo talde del Donosti, García Gaztelu y Gallastegi, habían abandonado Guipúzcoa en el verano de 1998 y se habían encuadrado en las estructuras de dirección de ETA en Francia.
Geresta permaneció en el interior y a él se le sumaron otros miembros de ETA, entre ellos Jon Rubenach. Este último pudo ser identificado a raíz del hallazgo en Andoain de un piso que había sido abandonado precipitadamente por el comando el 14 de marzo de 1999 por causas desconocidas. La muerte de Geresta no interrumpió la actividad del comando Donosti y tras la ruptura de la tregua se convirtió en el grupo más activo de ETA.
En 1996, la captura por parte de la Ertzaintza del liberado Valentín Lasarte y varios colaboradores más permitió desmantelar parcialmente este grupo y esclarecer buena parte de su actividad en los dos años anteriores. Sin embargo, esta operación no impidió la continuidad del Donosti.
A lo largo de los últimos cuatro años, el Donosti ha registrado también la pérdida de tres comandos satélites. El primero de ellos en marzo de 1997 con la detención de Fernando Elejalde, después de que asesinara a un psicólogo de la prisión de Martutene. El segundo grupo satélite fue detenido en mayo de 1998 cuando dos de sus miembros fueron sorprendidos preparando un atentado con granadas contra el cuartel de Loyola. El tercer satélite, el comando Gaua, fue detenido por la Ertzaintza el pasado mes de marzo, una hora después de que, con la ayuda de un miembro liberado del Donosti asesinaran en Hernani a un agente de la Ertzaintza.
