Agentes de Aduanas se incautan de tres toneladas de cocaína tras abordar un barco al sur de Canarias

La operación, realizada desde el buque Petrel de la Agencia Tributaria, en colaboración con las autoridades aduaneras británicas, ha permitido retirar del mercado treinta millones de dosis de cocaína con los que la red de narcotraficantes habría obtenido unos 30.000 millones de pesetas.

Según ha explicado el director de Aduanas, Javier Goizueta, durante una rueda de prensa, el abordaje del Barthon Queen se realizó a las 4.00 de la mañana (hora peninsular española) 2.400 millas al sur de Canarias, y a sólo 11 las de las costas de Lomé, la capital de Togo, en el litoral africano.

Goizueta ha explicado que ésta es la primera vez que un país, en este caso Reino Unido, pide a las autoridades aduaneras españolas el abordaje de un barco extranjero con tripulación también extranjera, lo que, a su juicio, supone un "salto cualitativo" en la colaboración entre países en la lucha contra el narcotráfico.

Al amparo del artículo 17 del Convenio de Viena contra el tráfico ilícito de estupefacientes, la Delegación para el Plan Nacional sobre Drogas ha sido la encargada de coordinar las actuaciones, de las que se informó al Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, cuya titular es Teresa Palacios.

El director de Aduanas ha señalado que las unidades de ciberdelincuencia de la Agencia Tributaria seguían la pista a la red de narcotraficantes desde hace varios meses, cuando el barco intervenido, el Barthon Queen, salió de Gibraltar a finales del año pasado, ya que ha estado tres meses y medio sin tocar puerto.

Droga colombiana

El Barthon Queen se dirigió después hacia el Canal de Panamá y, tras cruzarlo, cargó la droga, probablemente de origen colombiano, en algún punto de la costa del Pacífico.

Tras cargar el alijo, descendió la costa chilena y llegó al Cabo de Hornos a finales de febrero, para después poner rumbo a Río deJaneiro y desde allí dirigirse a un punto de Africa.

Según Aduanas, el objetivo de los narcotraficantes era introducir la droga en España para después distribuirla en este país y en otros de Europa. La droga estaba controlada por una red internacional, dirigida probablemente desde Colombia, donde se encuentran sus cabecillas, y con ramificaciones en varios países europeos, entre ellos España.