Videoconsultas que ayudan a proteger la salud (y cuidan el planeta)

Acudir al médico cuando surge cualquier problema de salud o para recoger el resultado de unos análisis es algo habitual. Más aún si hay niños en casa: las visitas al pediatra son recurrentes y acercarse hasta la consulta conlleva un desplazamiento que, en ocasiones, puede provocar interferencias en la agenda diaria. Por fortuna, hace tiempo que la telemedicina irrumpió en la vida de los pacientes. Sus ventajas son numerosas: amplía el acceso a un cuadro médico más extenso al eliminar las limitaciones geográficas; ahorra tiempo y dinero en trayectos y esperas… Y contribuye, además, a la descarbonización del planeta al evitar desplazamientos, con lo que se reduce la contaminación atmosférica.

El motivo es sencillo. Al comunicarse en remoto con el médico a través de una pantalla, el usuario no tiene necesidad de salir de su domicilio y llegar hasta el centro médico. En otras palabras, elegir la modalidad de videoconsulta (siempre que sea posible) evita un desplazamiento, en muchos casos en coche propio y, por tanto, reduce la emisión de gases de efecto invernadero, auténticos aceleradores del cambio climático. Lo mismo sucede al revisar un informe médico, al consultar los resultados de unas pruebas o al leer un consentimiento a través de una app o de una plataforma web: el hecho de no ir a recoger estos documentos físicamente a la consulta no solo ahorra emisiones al evitar desplazamientos sino también el consumo de otros recursos naturales como el papel.

Para saber exactamente cuánto CO₂ se puede evitar al utilizar servicios médicos digitales, como la videoconsulta, Sanitas ha desarrollado en la app MiSanitas y en su portal de clientes la herramienta Tu huella de carbono. A través de ella, los usuarios conocen la cantidad de CO₂ neto que han dejado de emitir a la atmósfera al recurrir a un servicio asistencial en formato online. Además, pueden consultar su histórico de ahorro de CO₂ acumulado a lo largo del año. “Queremos mostrar cómo la apuesta por la videoconsulta impacta de forma positiva en la reducción de las emisiones de carbono lo que, a su vez, tiene un efecto positivo en la salud del planeta y, por tanto, en la de todos”, explica la directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y de Bupa Europa y Latinoamérica, Yolanda Erburu.

Un mundo más sano, con menos contaminación y mayor diversidad, nos protege de amenazas como los virus y permite un mejor cuidado de nuestra salud

Yolanda Erburu, directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y de Bupa Europa y Latinoamérica

Para poner en marcha este proyecto, Sanitas –que siempre ha apostado por una atención híbrida que combine las ventajas de la digitalización con la atención personal– ha colaborado con la consultora especializada en cambio climático The Carbon Trust.

Tras calcular una serie de parámetros técnicos, los resultados son significativos. Una sola videoconsulta evita la emisión neta de 3,1 kg de dióxido de carbono, que es la cantidad de CO₂ que pueden absorber 186 árboles en un solo día. En cuanto al acceso a un informe médico digital, la estadística indica una recogida promedio en el 50% de los casos, por lo que se estima una emisión evitada de 1,5 kg de CO₂. Solo en 2021, la digitalización de este tipo de servicios en Sanitas evitó la emisión de 8.159 toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a la liberada por 2.230 hogares españoles en un año, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son algunas de las conclusiones que refleja el informe de Sanitas Impacto de la telemedicina en la reducción del CO₂, que ha publicado la prestigiosa revista científica Nature Scientifc Reports.

La salud es cosa de todos

“La salud de las personas y la del planeta están íntimamente relacionadas y nuestra misión consiste en divulgar esta relación”, subraya Erburu. En ese sentido, la comunidad científica hace tiempo que ha demostrado esta tesis. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que cada año mueren entre siete y ocho millones de seres humanos por la contaminación del aire.

También el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la deforestación son amenazas para nuestra salud: la extensión de las zoonosis –la propagación de virus de animales a humanos–, como ocurrió con la pandemia todavía en el recuerdo, son el ejemplo más palpable. En este punto, Sanitas se alinea con la filosofía One Health, impulsada por numerosos organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud. Para protegernos de futuras epidemias, la solución pasa por reconocer que nuestra salud está vinculada al bienestar del medio ambiente y de la naturaleza que nos rodea.

Este concepto propone un enfoque multidisciplinar que aborde la salud desde una visión integral (humana, animal y ambiental) de todo el planeta como una única realidad. A partir de aquí, Sanitas desarrolla toda su estrategia de sostenibilidad ambiental centrándola en conseguir tres objetivos: reducir las emisiones de CO₂, acelerar la descarbonización (a través de la investigación y la innovación) y regenerar los ecosistemas dañados.

Queremos mostrar a nuestros clientes cómo su apuesta por la videoconsulta impacta de forma positiva en la reducción de las emisiones de carbono

Yolanda Erburu, directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y de Bupa Europa y Latinoamérica

En esta misma línea se enmarca el compromiso Net Zero de la compañía en emisiones de sus operaciones directas en el año 2030 y en indirectas en 2040. Desde 2009, Sanitas ya ha reducido sus emisiones más de un 70%. “Es nuestra forma de colaborar en la lucha contra el cambio climático. Un mundo más sano, con menos contaminación y mayor diversidad nos protege de amenazas y permite un mejor cuidado de nuestra salud como individuos”, concluye la responsable del área de Sostenibilidad de Sanitas.