Las ciudades españolas ganan en salud respecto al año pasado

Solo puedes mejorar lo que puedes medir y conocer a fondo. Incluso la vida misma. Para optimizar cualquier proceso, cualquier realidad, hay que recopilar la mayor cantidad posible de datos y analizarlos para extraer conclusiones útiles. Ese conocimiento destilado será vital para tomar decisiones correctas en cualquier nivel de gestión, desde una pyme a una multinacional, de la administración de una ciudad a las políticas globales que afectan a todo un planeta.

A partir de aquí, elegir qué analizas y qué mejoras es una cuestión de prioridades que definen el perfil como empresa. La aseguradora DKV acaba de hacerlo, de nuevo, con la segunda edición del Índice de Salud de las Ciudades. Con la ayuda de IdenCity, consultora especializada en la transformación de territorios, DKV elige analizar a fondo aquello que los ciudadanos consideran más importante, la salud, en los entornos que concentran la mayor cantidad de población, las ciudades. En concreto, las 52 capitales de provincia españolas más Ceuta, Melilla y Alcobendas.

Como el valor no está en el dato en sí, sino en el servicio que presta, el estudio nace para “contribuir a que nuestras ciudades sean lugares más saludables”, como una herramienta a disposición de administraciones y empresas “para la toma de decisiones que mejoren la calidad de vida y la salud de las personas”, explica Josep Santacreu, consejero delegado de DKV.

Las conclusiones genéricas mejoran levemente respecto a la edición anterior en la consolidación de entornos más saludables y en la valoración de los servicios de salud

El estudio —abunda Jordi Hereu, presidente de IdenCity y exalcalde de Barcelona— “proporciona datos comprensibles, comparables y actualizados que soportan la realización de análisis periódicos sobre la salud en las ciudades y facilitan la formación de conocimiento técnico” para respaldar las medidas, tanto públicas como privadas.

Esa vocación de servicio prolonga, según Santacreu, “el compromiso de DKV con la salud, la prevención y el desarrollo de instrumentos que facilitan a la población en general, no solo a nuestros clientes, conocimiento sobre comportamientos saludables que ayudan a vivir más y mejor”.

Así, el Índice despliega un enfoque holístico de la salud definida como “el estado de completo bienestar físico, mental y social, porque debe ser entendido más allá de la ausencia de enfermedades”, según la OMS.

En este sentido, sus conclusiones genéricas mejoran levemente respecto a la edición anterior en la consolidación de entornos más saludables y valoración de los servicios de salud, además de las condiciones socioeconómicas y las redes comunitarias. En 2021, el grado de cumplimiento de las ciudades en estos aspectos se situó en el 70,1% y este segundo año asciende hasta el 72,2%.

De hecho, en 2022 ya son 42 las ciudades que superan la barrera del 70% de cumplimiento, cuando en la primera edición fueron 27. En concreto, Granada, Barcelona y A Coruña presentan un mayor incremento respecto a 2021. Hablamos de la media del total, pero si nos fijamos en las mayores puntuaciones, superiores al 75%, la lista se amplía a Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada, Pamplona, Alcobendas, A Coruña y Salamanca. Es más, el año pasado ninguna urbe alcanzó esa cifra del 75%.

Respecto al análisis específico, el informe se estructura en cinco grandes temáticas con 91 indicadores:

• Entorno. Experimentan mejoría 44 ciudades, con Vitoria, Salamanca, Barcelona, Cádiz y Madrid a la cabeza.

• Condiciones socioeconómicas y laborales. Presentan un incremento medio moderado, de cuatro décimas. Soria, Huesca, Vitoria, Pamplona y Teruel son las que más progresan.

• Comunidad. Es la dimensión con mejor valoración media, especialmente por los bajos niveles de criminalidad: 88% frente al 85,8% en 2021. Lleida, Ceuta, Girona, Barcelona y Tarragona lideran ese avance.

• Servicios de salud. El parámetro con mayor progreso; pasa del 58,2% de valoración al 60,5%.

• Salud de la población. Mortalidad, morbilidad y conductas saludables. El único indicador que presenta un ligero retroceso respecto a 2021, si bien solo cae una décima.

El informe es un documento evolutivo que se perfecciona con el tiempo para cumplir mejor su propósito. De ahí que esta segunda edición incluya nuevas perspectivas de análisis, como el grado de digitalización de los trámites vinculados con la salud, la existencia de institutos de investigación en las ciudades y la perspectiva de género. Por ejemplo, las mujeres presentan datos por encima de la media en aspectos como la esperanza de vida, el riesgo de pobreza o el índice de masa corporal, y menor a la media en mortalidad por consumo de sustancias adictivas.