Cómo el análisis de datos permite saber al camarero de qué forma te gusta el café

La revolución del ‘big data’ permite profundizar en el conocimiento que las empresas tienen sobre sus consumidores y potenciar sectores tan variados como la hostelería, el comercio, el turismo o el deporte

J.A.F.

Generamos datos todo el tiempo. Cuando vamos de tiendas, cuando conducimos por la ciudad y, especialmente, cuando navegamos por internet, chateamos o usamos nuestro teléfono móvil. Miles de sensores y de programas informáticos monitorizan y recaban información que, organizada y analizada adecuadamente, puede generar conocimiento útil en cualquier campo, desde el deporte, la ciencia y la economía a la política o el urbanismo, como relata el vídeo que encabeza este artículo que condensa el contenido del libro de los profesores del Colegio Universitario de Estudios Financieros en Madrid (Cunef), Juan Manuel López y Ricardo Queralt, Alquimia. Cómo los datos se están transforman en oro (Deusto, 2019). Esta data, a diferencia del oro, inmaterial, comentan los autores, puede mejorar procesos e impulsar el progreso de multitud de disciplinas y ser de gran utilidad en sectores perjudicados por las restricciones aplicadas para frenar la expansión de la covid-19.

La ciencia encargada de gestionar toda esa información se conoce como análisis masivo de datos o big data y sus aplicaciones las vemos a diario en el tráfico o el comercio. Precisamente, esta tecnología puede ayudar a las empresas a conocer mejor a los consumidores. Starbucks, explica el vídeo, lanzó en 2018 una aplicación para conocer mejor los gustos de sus clientes. Cuando uno que se había descargado la app entraba en el local, el sistema enviaba al personal un mensaje con las preferencias del usuario, lo que permitía atenderlo mejor. Un sistema, similar al que utilizan Netflix o Amazon para recomendar series a sus suscriptores a partir de las que ya han visto, que llegó a 17 millones de usuarios y generó siete millones de transacciones mensuales durante el tiempo que estuvo activa.

El turismo, altamente perjudicado por la pandemia, también está aprovechando el uso del big data para resultar más eficiente. La cadena Meliá Hoteles, la más grande de Europa y Sudamérica y la décima del mundo, mide el comportamiento de sus clientes a través de las cookies, el rastro que dejamos cuando navegamos por internet. Su sistema identifica, cada hora, quienes han visitado sus diversas páginas y configura un perfil de sus consumidores y sus potenciales clientes. Este conocimiento del usuario también va a facilitar que las campañas publicitarias lleguen a su verdadero público. Según Accenture, permite reducir el abandono en su consumo por parte de los clientes al 10%.

El big data cada vez se utiliza más en los deportes donde puede mejorar la eficiencia de los deportistas o conocer mejor las estrategias de juego. La liga profesional de baloncesto estadounidense comenzó a utilizar esta tecnología en 2009, cuando adoptó un registro en vídeo de los movimientos de los jugadores y del balón. Así, averiguó que los triples (los tiros a canasta realizados por detrás de la línea elíptica dibujada sobre la pista) eran más rentables a la larga que los lanzamientos habituales de dos puntos (que se realizan más cerca). En la temporada 2011-2012, el promedio de lanzamientos de tres puntos fue de 18,4 por partido. Para la temporada 2016-2017, cuando había quedado clara esa rentabilidad, la media creció hasta 27 por encuentro.

En el vídeo, elaborado por El Observatorio Vodafone de la Empresa, que encabeza este artículo encontrarás más sorprendentes aplicaciones del análisis masivo de datos y los retos de seguridad a los que se enfrenta.

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