Celulosa reciclada, biogas y calor industrial renovable: avanzando en la descarbonización
Ence, empresa española que centra sus actividades en la producción de celulosa y en la energía renovable, sigue profundizando en sus estrategias de creación de valor a partir de una lógica circular innegociable. Prueba de ello son iniciativas como la bioplanta de fibra reciclada de As Pontes (A Coruña)
En As Pontes de García Rodríguez, municipio coruñés junto al monte Caxado, en la comarca del Eume, está acabando de concretarse un nuevo proyecto de Ence Energía y Celulosa, plenamente alineado con la economía circular. La empresa especializada en el aprovechamiento responsable de madera procedente de plantaciones forestales y biomasa de proximidad proyecta allí una bioplanta que producirá fibra blanqueada reciclada.
La nueva instalación, ubicada en el lugar que ocupó en su día la central térmica de As Pontes, va a nutrirse exclusivamente de papeles y cartones recuperados (no hará uso, por tanto, de madera como materia prima) y su consumo de agua va a reducirse a la mínima expresión, apenas 1,5 hectómetros cúbicos anuales, la quinceava parte de lo que consume de media una planta de fibra virgen. Fuentes del Grupo Ence señalan que esta forma de operar, “plenamente alineada con los principios de transición justa”, cubrirá las necesidades de fibra reciclada de un amplio surtido de clientes sin por ello promover el aumento de la superficie dedicada a cultivos ni incrementar la demanda en Galicia de madera de eucalipto.
El proceso de producción de celulosa es circular: todas las materias primas son aprovechadas de manera eficiente y responsableJordi Aguiló, director general de Celulosa de Ence
La bioplanta contará con una instalación complementaria de generación de energía eléctrica y térmica a partir de biomasa de proximidad y sostenible, lo que asegurará su autoabastecimiento. También está previsto que el dióxido de carbono biogénico que genere se destine a la producción de biocombustibles. Además, dado que ocupa un terreno que viene dedicándose a la actividad industrial desde 1972, la apertura de la planta de As Pontes no supondrá impacto medioambiental al no afectar ningún hábitat natural.
Para el Grupo Ence, esta transformación de los emplazamientos de antiguas centrales térmicas en instalaciones biosostenibles de nuevo cuño es una apuesta estratégica. La empresa tiene ya en funcionamiento una planta de generación de energía renovable con biomasa que sustituye a una térmica en Puertollano y está desarrollando otra en la localidad cordobesa de Puente Nuevo. En todos los casos, la compañía ha realizado estudios voluntarios del estado de la biodiversidad en los entornos en que se establece, para asegurarse de que sus instalaciones no tengan un impacto negativo ni en el lugar en sí ni en sus áreas de influencia.
Biofábricas de Pontevedra y Navia
Ence cuenta con biofábricas de suministro de celulosa en Pontevedra y Navia (Asturias). Ambas proporcionan una materia prima de origen vegetal, biodegradable y reciclable, derivada de la madera de masas forestales certificadas, un producto idóneo para sustituir en múltiples usos al plástico y sus derivados. Un punto clave es la autosuficiencia energética de estas centrales, dado que hacen uso de la lignina, el polímero orgánico presente en la madera, además de las ramas y las cortezas, para generar energía renovable. Como consecuencia de todo ello, ambas biofábricas cuentan con el sello Residuo Cero de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR).
Ence dispone, además, de un conjunto de líneas de negocio de base energética que se agrupan bajo el paraguas corporativo de Ence Renovables. Todas ellas impulsan la estrategia de economía circular y de descarbonización de Ence. Las filiales de Ence Renovables se centran principalmente en la venta de calor industrial renovable (Magnon Servicios Energéticos), la generación de electricidad renovable a partir de biomasa (Magnon Green Energy) y la producción de biometano y fertilizantes orgánicos (Ence Biogas).
La bioplanta del municipio coruñés de As Pontes se nutrirá de papeles y cartones recuperados; su consumo de agua será mínimo y se ubicará en un suelo industrial
Magnon Green Energy cuenta con tres plantas de generación independiente en la provincia de Huelva, dos en Ciudad Real, una en Córdoba, una en Mérida y otra en Jaén. La ubicada en el municipio de Puertollano (Ciudad Real) es un modelo de transición justa (es decir, la transformación gradual de una línea de negocio a una alternativa más responsable y sostenible), ya que ha sustituido el modelo basado en combustibles fósiles de la central térmica a la que reemplaza por uno basado en la energía renovable sin por ello dejar de ofrecer empleo industrial de calidad en un área en que constituye un bien escaso.
Magnon Servicios Energéticos ofrece a sus clientes industriales soluciones de descarbonización basadas en un uso optimizado de la biomasa como fuente de energía. Y Ence Biogas proyecta la construcción de más de veinte plantas cuya función será la de producir e inyectar a la red de gas natural grandes cantidades de biometano procedente de residuos orgánicos de la agricultura, la ganadería o la industria agroalimentaria.
Circularidad a ultranza
En palabras de Jordi Aguiló, director general de Celulosa de Ence y presidente de Ence Biogas, las plantas de Ence Biogas “siguen el mismo modelo de economía circular de nuestras biofábricas de celulosa y de nuestras plantas de generación renovable con biomasa”, que consiste en aprovechar “los recursos de proximidad para generar bioenergía” que contribuya al proceso de descarbonización.
Aguiló añade que la apuesta por ciclos circulares de producción, recuperación y reutilización que no generen residuos impregna todas las actuaciones del Grupo Ence: “El mismo proceso de producción de celulosa es un ciclo en el que todas las materias primas son aprovechadas de manera eficiente y responsable, gracias al cual cubrimos nuestras propias necesidades energéticas, tanto eléctricas como térmicas”. Esta visión circular no es solo consecuencia de los compromisos medioambientales y sociales contraídos por la compañía; también, según destaca Aguiló, “supone importantes ventajas competitivas”. Una vez más, la economía circular es tanto un imperativo ético como un excelente negocio.
Celulosa, papel reciclado, energía renovable y biomasa de proximidad
La estrategia circular del Grupo Ence se asienta en dos pilares: el aprovechamiento integral de recursos de proximidad y la innovación aplicada a la sostenibilidad. Basta con examinar el modelo de negocio de Ence Biogas, un ejemplo de circularidad escrupulosa, centrado en la transformación de residuos orgánicos en biometano y fertilizantes orgánicos.
La filial de Ence Energía y Celulosa proyecta el desarrollo de una serie de plantas de biometano repartidas por diversas comunidades autónomas. En la actualidad cuenta con 6 en desarrollo y planea poner en marcha una veintena adicional en los próximos cinco años. El respeto y cuidado del entorno es, de nuevo, la premisa fundamental, como en el resto de líneas de negocio del grupo. Además, su política de gestión de residuos de proximidad reduce de manera drástica las emisiones generadas por el transporte de materias primas. Como línea de negocio complementaria, a través de Ence CO₂ la compañía ofrece a administraciones y empresas privadas su amplia experiencia en gestión forestal sostenible para que tengan la posibilidad de compensar la huella de carbono que generan en forma de sumideros de carbono.