Acuerdo con Celsa y La Farga: las nuevas vidas de los motores eléctricos
La compañía ABB apuesta por reducir su huella de carbono y la de todos sus clientes con medidas audaces e innovadoras, como la iniciativa pionera firmada con las empresas catalanas Celsa y La Farga. El reciclaje de los componentes es la piedra angular del proyecto
En un mundo de recursos finitos, la imposibilidad de un crecimiento infinito ha llevado a empresas como ABB ⎯líder tecnológico en electrificación y automatización⎯ a apostar por la circularidad como parte esencial de su estrategia de sostenibilidad. Este firme compromiso se estructura en tres pilares: reducción de las emisiones de carbono, impulso del progreso social y preservación de los recursos naturales. En este último punto se incorpora la circularidad a la cadena de producción, con la reducción de residuos, el uso responsable del agua y de los recursos de la tierra y el respeto por la biodiversidad. Para ABB, la economía circular es un objetivo que trasciende el simple reciclaje, pues apuesta por un enfoque orientado al ciclo de vida que busca preservar los recursos y eliminar residuos en toda la cadena de valor.
Los motores eléctricos fabricados por ABB, con eficiencia energética de clase IE5 ultra-premium, reducen el consumo energético hasta un 40% en comparación con los motores IE3. ABB emplea una tecnología más eficiente que redunda en unos motores eléctricos con menor impacto ambiental en origen debido al empleo de cobre con baja huella de carbono. De esta forma, no solo se reduce la emisión de gases de efecto invernadero, sino que se impulsa la economía circular gracias al uso del cobre, aluminio y acero reciclados, que suponen una reducción del 75% al 95% de energía respecto a su producción original. Además, ABB ha incidido en el diseño de motores reciclables hasta en un 98%. El dos por ciento restante podría ser incinerado para garantizar la recuperación térmica.
El objetivo de ABB es lograr que el 80% de sus productos y sistemas tengan un enfoque circular en 2030
El siguiente paso en los objetivos de ABB, que ya se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas en 2050, reside en la optimización de su tecnología, para lo cual ofrece servicios de mantenimiento preventivos, modernizaciones y reacondicionamiento de sus motores y variadores de frecuencia. Todo ello con el propósito de alargar su vida útil y reducir el impacto ambiental del reemplazo de equipos.
El cobre con menor huella
Para cerrar el círculo en el lado práctico, ABB firmó a finales de 2023 un acuerdo con las empresas catalanas Celsa y La Farga con el fin de reemplazar sus motores eléctricos obsoletos por tecnología más eficiente. Celsa se encarga de desmantelar los equipos antiguos y valorizar o reciclar todos sus metales, salvo el cobre, del que se encarga La Farga, que produce el cobre con menor huella de carbono del mercado. Ambas empresas integran estos materiales transformados en su proceso de producción. De esta forma, el proyecto de colaboración ABB-Celsa-La Farga permite que el 98% de los componentes de los motores eléctricos obsoletos de ABB tengan una nueva vida a través del reciclaje.
Carles Camprubí, director de Circularidad de La Farga, subraya que su compañía es “referente mundial en tecnología y procesos de reciclaje del cobre. Colaboramos con ABB para la recuperación del cobre de sus motores eléctricos. Aplicando nuestra tecnología, producimos cobre 100% reciclado, maximizando la reutilización del mismo, y minimizamos la huella de carbono, con una reducción de más del 92% de emisiones de CO2. Todo ello trazado y certificado con la primera EPD del sector que avala nuestras soluciones como el cobre más sostenible y circular del mercado”.
“Esta colaboración”, explica Sandra Vidal, directora de Sostenibilidad de ABB en España y del negocio de Motion en el Sur de Europa, “nos ayuda a ir un paso más allá en el negocio de Motion de ABB en España para ofrecer a nuestros clientes no sólo soluciones más eficientes, sino para ayudarles a integrar la circularidad y, por ende, la sostenibilidad como parte de su modelo de negocio en un entorno con cada vez más escasez de materias primas”. Por su parte, Narcís Giralt, New Products and Circularity Solutions Head en Celsa Group, destaca que “Celsa, ABB y La Farga colaboran para ofrecer a los clientes de ABB el servicio de logística inversa o take-back service.
Los motores que son sustituidos por nuevos equipos de ABB son retirados, y sus componentes son reciclados con 100% de trazabilidad garantizada. De esta forma todo el residuo férrico se recicla en los hornos eléctricos del Grupo Celsa de forma local, minimizando así el transporte y la huella de carbono y evitando el desperdicio de recursos naturales”. Este proyecto obtiene un doble beneficio, ya que por un lado sirve para actualizar la tecnología por otra más eficiente y, al mismo tiempo , impulsa la circularidad como parte de la estrategia de responsabilidad sostenible empresarial.
La iniciativa surgió en el I Simposio de Eficiencia Energética, organizado por ABB en España, con el fin de crear alianzas entre distintas industrias para poner en valor la sostenibilidad en un contexto de reducción de los recursos y materias primas disponibles. El objetivo de ABB es lograr que al menos el 80% de sus productos y sistemas tengan un enfoque de circularidad para 2030, pero también acompañar a otras empresas en su proceso de transformación. A partir de las conclusiones extraídas se celebró un segundo encuentro en enero. En este evento, el Movimiento por la Eficiencia Energética, impulsado por ABB, presentó un decálogo para impulsar la eficiencia energética en España.
En ABB la sostenibilidad va más allá del reciclaje, con un enfoque de ciclo de vida orientado a preservar recursos y eliminar residuos en toda la cadena de valor
La escasez de materias primas, mano de obra, energía y componentes electrónicos provoca un aumento en los costes de las empresas, así como la interrupción en la cadena de suministros y de producción, donde la energía se ha convertido no solo en un bien escaso, sino también en una fuente de residuos. Para ABB, “nunca ha estado tan clara la acuciante necesidad de pasar a una economía circular”, no solo como medida para proteger el medio ambiente, sino como solución para mejorar la resiliencia de las empresas.
Urgente circularidad
El 94% del tejido industrial en España está sufriendo los efectos de la escasez de recursos materiales, energéticos y humanos, lo que ha llevado al 58% de las empresas a plantearse iniciativas de circularidad que desarrollarán en los próximos tres años. Esta es la principal conclusión del informe Circularity: No time to waste (Circularidad: no hay tiempo que desperdiciar), elaborado por ABB Motion. El estudio también pone de manifiesto que, a pesar de la lenta aplicación de prácticas clave, la gran mayoría de las empresas apoyan la normativa sobre circularidad, que relacionan con la eficiencia energética y la reducción de residuos.
El informe parte de una encuesta mundial realizada en 2023 por Sapio Research, con la participación de 3.304 responsables industriales de 12 países, 250 de ellos en España, de sectores como la energía, los metales, los productos químicos, el petróleo y el gas, la marina, la minería y los servicios públicos. Aunque algunos encuestados manifestaron su preocupación por la inversión inicial necesaria, lo cierto es que este desembolso genera beneficios cuantificables, como la reducción de residuos (44%) y mejora en la eficiencia energética (40%), que contribuyen a mejorar el control de costes a largo plazo.