El Tesoro recorta en 5.000 millones de euros la emisión de deuda pública para 2025
La mejora de la recaudación tributaria permitirá al Estado endeudarse menos este año pese al aumento del gasto militar y las compensaciones por la dana


España emitirá en 2025 menos deuda de lo que estaba previsto en un principio. Según explican a este diario fuentes del Tesoro, la cifra final menguará desde los 60.000 millones de euros netos que se programaron en enero, hasta los 55.000 millones en que finalmente se cerrará el ejercicio, 50.000 millones en bonos y obligaciones y el resto en letras del tesoro.
El recorte, que será anunciado este martes por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se produce en un entorno de importante aumento del gasto militar, superior a los 10.000 millones de euros, y en un ejercicio en el que se han abonado además ayudas a los afectados por la dana. El incremento de la recaudación tributaria, en un contexto de fuerte crecimiento de la economía española, inflación aún elevada —que implica más ingresos en concepto de IVA—, escalada en la venta de viviendas, y récords de empleo, permitirá satisfacer los compromisos de gasto sin necesidad de acudir tanto a los mercados.
El cambio implica que España emitirá este curso la misma cantidad neta que en 2024, cuando también fueron 55.000 millones. No es extraño que estos ajustes a la baja se produzcan en la última parte del año, porque los números iniciales suelen incluir un cierto margen para actuar ante acontecimientos inesperados, pero no siempre sucede. El pasado ejercicio, por ejemplo, el Tesoro, en un ejercicio de cautela por las consecuencias económicas de la dana, evitó rebajar la emisión de deuda.
Aunque la cifra es idéntica a la de 2024, hay una lectura positiva si se mide respecto al tamaño de la economía española, porque las emisiones brutas de deuda supondrán este año un 16% del PIB, el segundo porcentaje más bajo desde 2012, solo por encima del 15% de 2019 —cuando se emitieron menos de 20.000 millones—, y por debajo del rango de entre el 17-18% en que ha oscilado estos últimos años. El movimiento, unido al crecimiento de la economía, puede contribuir a reducir la ratio de deuda pública sobre el PIB.
Otra derivada favorable es que a pesar de que la deuda ha crecido en términos absolutos, el gasto en intereses del Estado rondará el 2% del PIB, muy cerca de los mínimos del 1,9% alcanzados en 2021.
Si se tienen en cuenta esos 5.000 millones que ya no se pedirán a los inversores, hasta ahora se ha ejecutado un 83% de las emisiones. El resto se completarán con las subastas del último trimestre, de un tamaño relativamente reducido porque el Tesoro, ante la alta demanda, optó por aumentar el volumen en el primer semestre. La ratio de cobertura en las colocaciones de medio y largo plazo alcanza el 3,95, es decir, casi cuatro veces más de lo que se emite, el nivel más alto de la historia.
La reducción de las tenencias de deuda del BCE se ha visto compensada con la incorporación de nuevos inversores, entre los que ganan peso los no residentes. Desde 2022 han incrementado en más de 180.000 millones de euros su posición en deuda española a medio y largo plazo, y hoy representan el 47% del total. Son siete puntos más que en 2022, y el porcentaje de deuda que poseen está muy por encima del 25% del BCE (33,5% en 2022) y el 14% de los bancos nacionales (más o menos estables desde el 13,7% en 2022 y notablemente por debajo del 30.6% de 2012).
La noticia llega en un momento dulce para la deuda española, que ha visto como las tres principales agencias de rating, S&P, Moody’s, y Fitch, elevaban la calificación de España, empujando la prima de riesgo por debajo de los 55 puntos básicos por primera vez en 18 años. Esto implica que inversores que antes no podían comprar deuda española porque restringían sus adquisiciones a activos de calidad más alta, como algunos bancos centrales o determinados inversores asiáticos, tendrán ahora vía libre para incluirla en sus carteras. “Esto nos posiciona muy bien para el año que viene”, celebran fuentes del Tesoro. Según sus datos, el coste medio actual de la deuda en circulación es del 2,29%, y su vida media roza los ocho años.
La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas se situó en julio en el 102,3% del PIB, 1,9 puntos menos que un año antes, según datos del Banco de España. Y el Gobierno calcula que la cifra seguirá cayendo: según sus previsiones se situará a finales de 2025 en el 101,7% del PIB, y en el 98,4% en 2027. Más a largo plazo, espera que baje al 90,6% en 2031 y al 76,8% en 2041.
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