La gran industria sufre el apagón eléctrico con plantas paradas e interrupciones de seguridad

El apagón eléctrico masivo que afecta a España y Portugal desde el mediodía de este lunes tiene una importante derivada económica: el parón de la actividad. Además de la interrupción del transporte y de los comercios a pie de calle que se han quedado sin luz, las empresas también sufren para continuar con su actividad mediante generadores en la medida de lo posible y no interrumpir la producción. Pero hay grandes empresas industriales que directamente han tenido que parar de producir. Es el caso de los fabricantes de coches Seat y Ford, cuyas líneas de producción han quedado paradas. Otros complejos industriales, como el petroquímico de Tarragona, han activado la parada segura y automática de sus plantas tras ver interrumpido el suministro eléctrico.

A lo largo del día, las patronales han intentado ponerse en contacto con las empresas para conocer el impacto del apagón, pero las dificultades de comunicación les impiden hacer una valoración al respecto. Todavía sin datos sobre el alcance real y el impacto económico que puede tener, el foco de las administraciones, de las patronales y de los sindicatos es seguir las recomendaciones oficiales y priorizar la seguridad. Por ejemplo, la patronal de las pequeñas y medianas empresas en Cataluña, Pimec, ha emitido un comunicado para aconsejar a las empresas que dispongan de generadores que los usen para servicios esenciales como las comunicaciones y la seguridad. “Para las empresas que tengan cámares de congelación y conservación, Pimec aconseja que preserven el frío y mantengan las puertas cerradas”, señala la patronal, que pide a los empresarios y trabajadores seguir las indicaciones de las administraciones públicas.

En este contexto, las grandes empresas industriales han activado estos protocolos. Un ejemplo es la mayor empresa siderúrgica de España, Celsa, que según fuentes de la compañía “ha activado los protocolos previstos para estos casos” después de que la operativa habitual se haya visto “afectada”. Las plantas de ArcelorMittal también han parado su actividad.

Los fabricantes de coches son un buen ejemplo de cómo puede afectar un apagón masivo como el de este lunes. En la planta de Martorell de Seat, que emplea a unas 14.000 personas, según explican fuentes de la compañía el parón ha sido inmediato y ha dejado sin funcionamiento a las tres líneas de producción. “Estamos viendo el alcance real, pero parados de momento”, señalan fuentes de la empresa.

La planta de coches de Ford Almussafes, por otro lado, se encuentra en estos momentos sin luz y con las líneas de producción totalmente paradas. “Los trabajadores están asustados, no saben qué ha pasado”, dice un portavoz de la compañía. El fabricante de camiones Iveco, que cuenta con fábricas en Madrid y Valladolid, también ha parado máquinas a la espera de que vuelva la luz, informa Manu Granda.

Una de las actividades industriales cuya seguridad es más sensible al suministro eléctrico es el de la petroquímica. Este mediodía, a las 12:32 horas, el complejo industrial petroquímico en Tarragona ha sufrido una pérdida repentina del suministro eléctrico de la red general, lo que ha provocado la parada segura y automática de todas sus plantas, entre ellas las de Repsol, según explican fuentes de la compañía. Siguiendo los protocolos de seguridad, las instalaciones han canalizado los gases hacia las antorchas para garantizar la eliminación controlada. Este proceso, a causa de la carencia de suministro eléctrico y de vapor de agua, ha generado humo negro visible a las antorchas que ha alertado a la población, pero que es un indicativo de que el sistema de seguridad ha funcionado.

Esta situación, pese a su impacto visual, no comporta ningún riesgo para la seguridad de las personas ni para las instalaciones. Actualmente, el complejo se encuentra a la espera de la recuperación de la red eléctrica para poder iniciar de manera segura la puesta en marcha progresiva de las plantas. Repsol continuará informando puntualmente de la evolución de la situación, informa Marc Rovira. Esta misma situación se ha vivido en la refinería de Repsol en A Coruña, o en Petronor, en el País Vasco.

Otras empresas, como el fabricante de trenes y material ferroviario CAF, con planta en Gipuzkoa, ha parado la actividad aunque ha mantenido el centro de datos y comunicación con un generador. Lo mismo ha ocurrido con las empresas del grupo Mondragón, aunque algunas actividades han podido continuar gracias a aerogeneradores.