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El número de jóvenes de entre 18 y 25 años que apuestan en línea se dispara un 41% desde la pandemia

El gasto medio pasó de 215 euros en 2019 a 333 en 2023 para estos jugadores, según un análisis de la Dirección General de Ordenación del Juego

Persona usando una aplicación móvil para apuestas en vivo y juegos de azar en línea.
Persona usando una aplicación móvil para apuestas en vivo y juegos de azar en línea.Hirurg (Getty / iStockphoto)
Luis Enrique Velasco

Para seguir creciendo, el mundo de las apuestas en línea ha tenido que reinventarse. Si en algún momento se apostaba especialmente por los resultados de un encuentro deportivo, hoy el negocio de la suerte quiere predecirlo todo: desde en qué aeropuertos del mundo va a nevar en Nochebuena o si la reina de Dinamarca va a decir la palabra “familia” en su discurso de Navidad. Todo vale. Esta dinámica, sumada al creciente bombardeo de publicidad y promociones, está atrayendo a más jóvenes que nunca al pantanoso terreno de las apuestas en línea, especialmente a la población que oscila entre los 18 y los 25 años.

Esta es una de las principales conclusiones de un informe elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego, publicado esta semana. El estudio revela que la participación de personas en este rango de edad se ha disparado un 41% desde la pandemia. Si antes del confinamiento se reportaban 378.798 personas implicadas en esta actividad, según el documento, en 2023 fueron 534.335, es decir, que el año pasado uno de cada siete españoles en esa franja de edad llegó a comprometer su dinero en casas de juego en línea. La cantidad media de sus apuestas también se ha disparado, pasó de los 215 euros anuales en 2019 a 333 en 2023.

El informe dibuja un retrato completo de este segmento demográfico, que en 2023 se quedó muy cerca de convertirse en el principal grupo involucrado en este tipo actividades. Solo ha sido superado por la franja de entre 26 y 35 años de edad —con 538.397 jugadores— que, aunque crece desde la pandemia (un 12%), no lo hace ni de lejos al ritmo de los jóvenes de entre 18 y 25 años.

El tiempo en casa, sumado a la proliferación de aplicaciones durante la pandemia de covid-19, ha invitado a más jóvenes a acercarse al juego en sus cuatro variantes: apuestas, bingo, póquer y casino; todas en su modalidad virtual. El estudio revela que la categoría más popular son las apuestas en línea, una caja donde caben, por ejemplo, las apuestas deportivas y las apuestas en juegos móviles.

Miguel Barranco, un joven madrileño de 24 años, relata que hoy en día es muy sencillo caer en la red de las casas de apuestas en línea ante la ingente cantidad de aplicaciones y la masiva publicidad de la industria; eso sí, cada vez más regulada ante el efecto negativo en las nuevas generaciones. “Algunas empresas, incluso, te regalan dinero cada vez que apuestas para que lo sigas haciendo”, comenta este joven, quien comparte que no apuesta más allá de cinco euros al mes, y que más que nada lo hace para “pasar el rato”.

“Te descargas la app, haces una foto del DNI e ingresas tu número de tarjeta y haces la apuesta. Puede tomarte menos de un minuto”, explica. En su caso, admite un consumo moderado porque un amigo terminó medicándose para combatir la ludopatía. Según un estudio de la Dirección General de Ordenación del Juego, las apuestas en línea provocan adicciones al juego a una de cada 10 personas de entre 18 y 25 años.

El director técnico de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), Juan Lamas, explica que los jugadores en esta franja de edad se inician en esta práctica con los ahorros que han acumulado en la juventud o con el dinero que tienen presupuestado dentro del entorno familiar. Aunque también se observa un aumento en los microcréditos que solicitan, “con la consiguiente usura que tienen este tipo de préstamos personales”, detalla. Incluso en algunos caos, advierte Lamas, llegan a usar el dinero de becas o a realizar pequeños hurtos en el entorno familiar.

En 2023, España registró cerca de 1,6 millones de jugadores activos, lo que supone un crecimiento anual del 2,7%. Esta es una cifra que ha crecido un 30% desde 2016 —cuando empezaron a recogerse los datos—. Y es un sector dominado por la presencia de hombres. Ocho de cada 10 jugadores pertenecen a este género, según el informe.

Las vacaciones disparan las apuestas

El estudio también pone en relieve varios datos de distinta naturaleza. El primero es que, para todas las edades, los meses con más actividad son los del último trimestre de año. Para Lamas esto puede tener distintas explicaciones. Por un lado, porque durante este tiempo se reciben pagas extra, y por otro, porque en el último trimestre del año prolifera la publicidad por la Lotería de Navidad. Aunque destaca que, para el caso de la población más joven, no hay que olvidar que ese tiempo coincide con las vacaciones en los centros de formación y universidades.

El informe de la Dirección también detalla que la mayoría, dos tercios, se fideliza con un solo operador de apuestas. También señala que el grueso de los jugadores, ocho de cada 10, terminan perdiendo más dinero del que ganan. Esta es una tendencia que ha crecido un 8% en los últimos ocho años. Es decir, que ahora se pierde más veces que antes. Barranco lo tiene claro. Este joven relata que la manera más sencilla de terminar atrapado en las redes de apuestas es seguir jugando para recuperar lo perdido. “Es el primer paso hacia la adicción”.

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