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La inflación en la zona euro cae por debajo del nivel previo a la guerra

Los precios crecieron un 5,5% en junio, el dato más bajo desde enero de 2022

Un supermercado en París.
Un supermercado en París.Nathan Laine (Bloomberg)
Manuel V. Gómez

La inflación en la zona euro ha vuelto al mismo nivel que estaba en enero de 2022. El incremento anual de precios del 5,5% que ha marcado en junio es exactamente el mismo punto en el que estaba el mes anterior a que comenzara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero del año pasado, según Eurostat. Una mezcla de caída de precios de la energía, que ahora se pagan por debajo de lo que cotizaban hace 12 meses, de efecto estadístico —la base de cálculo es más alta— más las medidas antiinflación aplicadas en los países del área monetaria explican que la crisis de precios vaya reconduciéndose poco a poco.

En esta vuelta a niveles de IPC tradicional en la zona euro, España está jugando un país destacado. El 1,6% de inflación comparable con los otros 19 países con los que comparte divisa es el dato más bajo de este grupo. Ese porcentaje es el mismo que Luxemburgo y Bélgica, estados con menor peso relativo a la hora de confeccionar las estadísticas comunitarias por ser más pequeños. También se aprecia la normalización de los precios en el hecho de que ya solo un país del área monetaria tiene un IPC por encima del 10%, Eslovaquia. El resto se sitúan por debajo.

Hasta este mes, la inflación encadenaba ocho meses seguidos cayendo. Ya van nueve. Desde que marcó máximos en octubre pasado, tocando el 11,5% por primera vez en la historia del euro, todo ha sido retrocesos. Ha habido roturas de esa tendencia general en alguno varios países. Pasó en España y, en junio, ha sido el caso de Alemania. Pese a esos altos, apuntan los economistas del servicio de estudios de ING, datos como el de este mes en la primera economía de la eurozona solo son “un ruptura temporal en la tendencia de desinflación“ y añaden que el proceso de normalización de precios “ganará impulso después del vehttps://elpais.com/economia/2023-06-01/la-inflacion-frena-con-fuerza-en-la-zona-euro-hasta-el-61.htmlrano”.

Para que llegue ese momento, será importante que los precios de otros productos que no sean la energía pierdan más fuello. Los combustibles, principalmente el gas, fueron el primer componente que tiró al alza de la inflación y provocó la crisis de precios de este último año. También fueron el vehículo por el que se transmitió la subida de cotizaciones al resto de componentes de la cesta de la compra. Ahora la energía es más barata, pero el resto de productos sigue encareciéndose.

Esto último explica que la llamada inflación subyacente, en la que se eliminan del índice los productos más volátiles (energía y productos frescos), esté por encima del dato general, un 6,8%. Este fenómeno ha sido habitual en los últimos meses, desde que la cotización del gas comenzó a retroceder, y, sin embargo, ha sido atípico en las series estadísticas más largas. Si, además, se descuenta el alcohol y el tabaco, el índice se queda en el 5,4%, este sí por debajo del nivel general.

Que la inflación subyacente siga resistiéndose a caer con fuerza, lleva a pensar que el Banco Central Europeo todavía no va a cambiar bruscamente su política monetaria. Este es un indicador que la máxima autoridad monetaria vigila con atención a la hora de tomar decisiones. “Así pues, aunque la mejora del entorno inflacionista sea alentadora para el BCE, el mensaje que ha salido de Sintra esta semana ha sido bastante claro: queda trabajo por hacer”, resumen en ING, lo que para sus analistas viene a significar que todavía habrá subidas de tipos de interés en julio y en septiembre, a pesar de que se escuchan críticas serias a esta política, como la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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