Cuidado con airear intimidades: condenada por quejarse en televisión de los ruidos “sexuales” de su vecina

La emisión de un reportaje en el programa La Mañana de RTVE, el 8 de marzo de 2017, en el que una mujer protestaba y daba detalles de los ruidos que provenían del domicilio de su vecina de arriba, supuso una intromisión en su intimidad y su honor. Así lo ha determinado la Audiencia Provincial de Salamanca, que ha impuesto una indemnización de 10.000 euros que deberán abonar solidariamente la autora de las quejas junto a la corporación RTVE, a la perjudicada (acceda a la sentencia aquí).

En la pieza emitida en la cadena pública, que apenas duraba 10 minutos, se afirmaba que una chica de Salamanca había sido multada por superar los decibelios permitidos. Ante esta información, la periodista comentaba con la vecina que había denunciado dichas “actividades molestas”, que lo curioso del caso es que el ruido provenía de la cama de la mujer. “La actividad nocturna de la vecina provocaba que cayeran cosas de la estantería” declaraba la protagonista del vídeo, que a continuación daba detalles sobre aspectos privados de su, según ella, ruidosa vecina. Entre otras cosas, decía que no podía dormir por su “fogosidad” y señalaba como causa de las grietas de su domicilio "los meneos que pegan los de arriba”.

Además, se daban detalles de expresiones que había escuchado provenientes del piso de arriba, hasta el punto de que, ante el tono de las preguntas y respuestas, se les tuvo que recordar que estaban en horario infantil. Incluso la periodista llegó a preguntar por la eventualidad de la posible práctica de la prostitución en el referido domicilio de la vecina.

Ante este relato, la Audiencia Provincial de Salamanca, ha deducido que lo expresado no tiene en absoluto relevancia pública o interés general. Tal y como se explica en la sentencia, se trata de una materia propia de las relaciones de vecindad, por lo tanto, a menos que se demuestre lo contrario, solo puede tener trascendencia para vecinos concretos. “No alcanza a ver esta sala cómo los ruidos en la vivienda de una vecina, o en una de sus habitaciones en concreto, como el dormitorio, pueden constituir una materia de relevancia pública o de interés general” han manifestado los magistrados. Tampoco la noticia se proyecta sobre ninguna persona que ejerza un cargo público o una profesión de notoriedad pública, sino sobre una persona particular y privada.

Identidad desvelada

El tribunal ha destacado en su resolución, que en el reportaje se dan muchas pistas que pueden llevar a desvelar la identidad de la vecina “ruidosa” a la que se refieren, al menos para aquéllos que la conocen. Efectivamente, en la pieza se la describe como una chica, lo que da a entender que es joven. Se muestra el barrio, el nombre de la calle, el portal y hasta la puerta de su domicilio, con perfecta identificación del piso y la letra en el que vive. También se entrevista a otros vecinos del portal y a los dueños y empleados de los locales colindantes. Todo ello, contribuye a agravar la intromisión en la intimidad y el honor de la mujer a la que se refieren en la noticia.

En este sentido, la Audiencia ha apreciado que el fin de dicho reportaje podría no ser informativo, sino aprovechar el "morbo" que pudiera tener la alusión a las causas de esos ruidos, en referencia a la “promiscua y fogosa” vida sexual de dicha vecina. Por lo que han aclarado que a pesar de que esa nota de “morbo” posea un atractivo para el público, no lo convierte en noticia.

De tal manera que, ante la falta de relevancia pública o de interés general del asunto, se trata de una noticia que cuenta hechos de la vida privada de una persona, de los ruidos que produce en su domicilio, y en concreto, en su dormitorio. Y por ello, se decide en la sentencia que debe prevalecer la protección y la reparación de la intromisión en el derecho a su intimidad y su honor frente a la libertad de dar esa información.