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La Inglaterra vaciada

Más de 1,3 millones de inmigrantes abandonaron el país por la covid, que amenaza el objetivo de nivelar norte y sur

Un barrendero en el mercado vacío de Petticoat Lane de Londres el pasado mayo, en plena primera ola de la pandemia.
Un barrendero en el mercado vacío de Petticoat Lane de Londres el pasado mayo, en plena primera ola de la pandemia.Barry Lewis/Getty Images

El Reino Unido es el país europeo con mayor número de casos, mayor número total de víctimas mortales e incluso mayor número de muertes por habitante (si se exceptúa en esa media a cuatro países muchísimo más pequeños: San Marino, Bélgica, Eslovenia y Chequia) debido a la covid-19. Las consecuencias económicas de todo eso son enormes y tienen repercusiones en muchos otros aspectos. Quizá dos de los más destacados son los efectos demográficos y de equilibrio territorial. Un estudio sostiene que más de 1,3 millones de extranjeros han abandonado el Reino Unido desde que empezó la pandemia, casi 700.000 de ellos en Londres, equivalentes al 8% de la población de la capital británica. Otro trabajo afirma que la covid-19 ha hecho cuatro veces más difícil el compromiso del Gobierno conservador de igualar hacia arriba la economía de las zonas más pobres del país con la de las más ricas y que, en realidad, la tendencia actual es que esa igualación se está produciendo hacia abajo.

Los economistas Michael O’Connor y Jonathan Portes cuestionan los datos de la última encuesta de población activa (EPA), que sostiene que el número de trabajadores nacidos en el Reino Unido y empleados en Londres ha crecido un 10% entre el tercer trimestre de 2019 y de 2020. “¿Es eso creíble en el transcurso de una pandemia que ha devastado la economía del Reino Unido y que ha golpeado a Londres de manera particularmente dura, con su alta concentración de empleos en hostelería, artes, espectáculos y turismo?”, se preguntan en un trabajo publicado por el Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR en sus siglas en inglés) el pasado 14 de enero. Su conclusión es que eso no es creíble y que el problema es la falta de información de la EPA, no sobre los trabajadores británicos, sino sobre los trabajadores extranjeros.

A partir de ahí, y a través de la triangulación de una serie de datos migratorios, consumo de ayudas sociales y cifras del Tesoro sobre los pagos a cuenta mensuales del IRPF, concluyen que la población británica no solo no aumentó en 350.000 personas en ese periodo, sino que cayó en más de 1,3 millones. Y estiman que el número de habitantes nacidos fuera del Reino Unido, aunque creció muy ligeramente en Escocia, Irlanda del Norte y Gales, cayó de forma espectacular en 1.355.390 personas en Inglaterra. La caída está encabezada por Londres (668.756) y dos regiones manufactureras, las West Midlands (253.512) y las East Midlands (129.404).

Que Londres sea la zona más castigada con la marcha de trabajadores extranjeros no es sorprendente. La capital británica es la que ha sufrido la caída más pronunciada de ofertas de empleo de entre las principales ciudades de Europa occidental: un 50% frente al 42% de media británica, según el portal Indeed, el mayor buscador de empleo del mundo con 250 millones de visitantes únicos al mes. Madrid es la segunda capital más afectada, con una caída del 46% (39% en el conjunto de España), seguida de París (40%/24%), Roma (35%/25%) y Berlín (25%/17%). Los datos, publicados a finales de noviembre, no incluyen el efecto del incremento de casos de covid tras las Navidades.

Al problema de la fuga de mano de obra se añade en Londres el final del periodo transitorio sobre el Brexit. Desde el 1 de enero es mucho más difícil para los trabajadores continentales acceder al mercado de trabajo británico. Los trabajadores que se han marchado ahora podrían regresar sin problemas si quisieran cuando se recupere la economía si habían tramitado su permiso de residencia, pero los demás estarán en las mismas condiciones que los trabajadores de países terceros, con un sistema de inmigración muy estricto.

Que las dos regiones más afectadas por el vaciado después de Londres sean las áreas manufactureras de las Midlands tampoco es una sorpresa. Cities Outlook, el informe anual del lobby Centre for Cities, publicado el 25 de enero, toma los datos de ayudas sociales a los parados para evaluar el esfuerzo adicional debido a la pandemia que ha de hacer el Gobierno para cumplir su promesa electoral de igualar por arriba los desequilibrios entre la riqueza de las regiones más ricas (sobre todo, el sur de Inglaterra) y las pobres (principalmente, el norte y las Midlands), que se conoce como levelling-up.

“En menos de un año, la pandemia ha hecho el levelling-up cuatro veces más difícil”, según Elena Magrini, analista superior de Centre for Cities. “El aumento sin precedentes en el número de personas pidiendo ayudas sociales debido a su situación de desempleo desde marzo de 2020 significa que la cantidad de gente que necesita encontrar un empleo o mejorar el que tiene en el norte y las Midlands se ha cuadruplicado”, asegura. Antes de la crisis había 170.000 personas en esa situación y ahora hay 634.000.

Doble problema

“La situación es especialmente difícil en Birmingham, Hull y Blackpool”, según Magrini. El informe incluye un total de 15 ciudades afectadas por el doble problema del levelling-up y la pandemia, entre otras, Cardiff, Swansea, Dundee, Glasgow, Liverpool y Luton. Otras 21 necesitan recortar distancias, pero la covid-19 ha tenido menos impacto en su situación, como Leeds, Manchester o Newcastle.

Pero la crisis no solo ha empobrecido a los pobres, también a los ricos. “La covid-19 ha creado un nuevo reto: amenaza con igualar hacia abajo zonas del país que eran económicamente fuertes antes de la pandemia”, según Magrini. El informe cita ciudades como Londres, Slough, Crawley, Southend, Bournemouth o Brighton, todas ellas en el sur, pero también Leicester (East Midland), Aberdeen y Edimburgo (Escocia). Otras 17 ciudades también con economías fuertes se han visto mucho menos afectadas por la pandemia, entre ellas, Oxford, Cambridge, Bristol, Norwich, Portsmouth y Southampton.

Un país desigual

El Reino Unido es el país desarrollado con más desigualdades regionales del mundo en términos de producción por habitante, según datos de la OCDE, justo por delante de Polonia, Bélgica, Alemania, Turquía, Italia y Corea del Sur. Sin embargo, las desigualdades regionales británicas son mucho menos extremas en términos de ingresos familiares, debido a las políticas fiscales y de ayudas sociales. Eso significa que el objetivo del levelling-up no es tanto igualar las rentas como igualar las economías de las regiones ricas y pobres, lo que hace temer a algunos analistas que Londres acabe siendo la gran perdedora de esa carrera si parte de la inversión pública que ahora recibe se destina en el futuro a desarrollar la economía del norte del país.

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