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Un informe cuestiona la vigilancia de precios de Amazon durante la pandemia

La investigación de una agencia de defensa el consumidor en EE UU detecta fuertes aumentos de precio en productos convertidos en esenciales o muy demandados en el último año

Javier Salvatierra
Empleados en un centro logístico de Amazon en Kent (Washington, EE UU), en octubre.
Empleados en un centro logístico de Amazon en Kent (Washington, EE UU), en octubre.LINDSEY WASSON (Reuters)

Cientos de artículos que se han convertido en habituales (algunos, de primera necesidad, como mascarillas o gel desinfectante) desde que se declaró la pandemia de covid-19 han aumentado drásticamente de precio en Amazon, según una investigación llevada a cabo por una organización estadounidense de defensa de los consumidores. Pese a que el gigante del comercio electrónico afirma tener una política de tolerancia cero contra los vendedores que cometen abusos en su plataforma, el informe pone en cuestión la eficacia de esas medidas.

La investigación ha sido realizada por US Public Interest Research Group (USPIRG), una organización de defensa del consumidor, mediante el seguimiento y comparación de los precios de venta en la tienda Amazon de EE UU de 750 productos de 15 categorías desde el 1 de diciembre de 2019 hasta un año después. Los productos elegidos, algunos vendidos por Amazon directamente y otros por empresas que usan su plataforma (marketplace), llevaban al menos un año en venta en Amazon, contando hasta el 1 de diciembre de 2020, para sacar de la ecuación a minoristas “oportunistas” surgidos para hacer el agosto con la crisis sanitaria. Usaron los datos de Keepa, una herramienta de seguimiento de precios que rastrea los de más de 1.000 millones de productos vendidos en Amazon.

Así, USPIRG concluye que, de los 750 productos analizados, 409 subieron en ese periodo al menos un 20% (de estos, uno de cada siete eran vendidos por Amazon) y 136 de ellos doblaron el precio, con aumentos que van de los 13,1 dólares (10,8 euros) a los 4.000 (3.287 euros). No todos son productos de primera necesidad, sino que también han escogido algunos que la pandemia ha convertido en éxitos de ventas, como termómetros orales, monitores de ordenador o estufas para exteriores, las que se ponen en las terrazas de los bares, que han aparecido también en España en muchas terrazas de viviendas ante el temor a recibir invitados en el interior. Estas encabezan la lista de los 10 mayores aumentos porcentuales de precio.

Las 15 categorías analizadas en el informe son: mascarillas de tela, guantes quirúrgicos, gafas protectoras, papel higiénico, toallas de papel (de las que se usan en baños públicos), pañuelos de papel (tipo kleenex), toallitas desinfectantes, geles desinfectantes, jabones de manos, jarabes para la tos, termómetros orales, pulsioxímetros (dispositivos para medir la saturación de oxígeno en la sangre), estufas de exteriores, monitores de ordenador y sistemas para mejorar la red de wifi del hogar. En cada una de las categorías, se eligieron 50 productos cuyos precios se fueron siguiendo.

Por citar algunos ejemplos, el 66% de las 50 mascarillas analizadas subieron más de un 20%, así como el 78% de las toallitas o el 77% de los geles, mientras que solo se encarecieron más del 20% el 16% de los guantes. Aunque solo uno de cada tres de los 50 monitores analizados subió más del 20%, esta categoría registra la mayor subida, un dispositivo de 23 pulgadas cuyo precio pasó de 200 a 4.200 dólares en un año. En el caso de las estufas, el 45% de los productos analizados al menos dobló su precio (el que más, pasó de 150 a 699 dólares).

USPIRG admite que algunos problemas en la cadena de suministro y “otros factores de mercado pueden influir en pequeños aumentos de precio en productos muy demandados”, pero también afirma que se han producido “picos masivos” en Amazon “mientras que los precios de los mismos productos en [otras tiendas online como] Walmart, Target y otros se han mantenido casi sin cambios”.

Política contra los abusos

Según el funcionamiento de la empresa, los vendedores de Amazon son libres de fijar los precios (Amazon se lleva una comisión por cada artículo vendido), pero cuenta con una política de control de los abusos: penaliza los aumentos con un peor posicionamiento en las búsquedas, e incluso expulsa de su plataforma a los vendedores que aumentan de forma injustificada los precios. La directora general de la empresa para España e Italia, Mariangela Marseglia, aseguró en mayo a EL PAÍS que desde el inicio de la pandemia habían vetado a 6.000 vendedores por esos abusos. Ahora son 13.000, según asegura Amazon a los autores del informe, subrayando que vigilan las 24 horas del día los precios de su plataforma.

El informe se hace eco de esta política, pero “dado su poder como minorista (sus ventas aumentaron un 40% en el segundo trimestre, el del confinamiento más duro), debe hacer más para reforzar su política de precios justos en su plataforma, tanto para los vendedores externos como para sus propios productos”. “Hemos remitido a las autoridades federales y estatales a los infractores más destacados, trabajamos con más de 40 fiscales estatales en EE UU para perseguirlos, y abogamos por una política contra el abuso de precios a nivel estatal”, responde Amazon a los investigadores.

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