Patrice Gautry (UBP): “Será importante la rotación de las carteras de inversión hacia sectores cíclicos”
El economista jefe del banco privado suizo confía en que las vacunas y los estímulos económicos sigan empujando al alza los mercados financieros en 2021
Union Bancaire Privée (UBP) es uno de los principales bancos privados de Suiza. Especializado en la gestión de patrimonios de inversores institucionales y particulares, a 30 de junio pasado administraba activos por valor de 134.400 millones de francos suizos (unos 123.600 millones de euros). Patrice Gautry trabaja en esta entidad con sede en Ginebra desde el año 2000 y actualmente es su economista jefe.
Pregunta. ¿Llegará la ansiada recuperación en 2021?
Respuesta. Somos optimistas porque habrá diferentes niveles de apoyo para que se produzca esa recuperación. Nuestra previsión es que la economía mundial crezca un 5% este año y con el proceso de vacunación en marcha es probable que nos acerquemos al 6%. Europa debe de ser una de las regiones más favorecidas, especialmente los países periféricos como España e Italia, ya que en 2020 fue una de las más castigadas por la pandemia. Además, Europa contará con el fondo comunitario para la recuperación y, de forma paralela, se mantendrán los apoyos fiscales y monetarios. Creo que los países occidentales liderarán el proceso de recuperación, aunque China puede crecer hasta un 9%. Algunos países manufactureros de Asia como India, Indonesia, Filipinas o Ceilán también deberían beneficiarse de la vuelta a la normalidad.
P. ¿Cree que se recuperarán pronto los niveles de actividad previos a la crisis del coronavirus?
R. Con la ayuda de la vacuna, la respuesta es que sí. En China ya estamos en esa situación, en Estados Unidos creo que en el cuarto trimestre de este año ya se recuperará el nivel de actividad que había a finales de 2019 y, en el caso de Europa, nuestra previsión es que eso ocurra a mediados de 2022. Sin la ayuda de la vacuna, volver a la situación previa a la covid-19 habría costado entre un año y dos años más.
P. Este escenario de recuperación que usted dibuja me imagino que se verá amenazado por diferentes riesgos. ¿Qué factores podrían hacer descarrilar la mejoría?
R. El primer riesgo es el sanitario. Tras el gran rebote del tercer trimestre de 2020, la segunda ola de la pandemia ha hecho mella. La mayoría de las economías, quizás con la excepción de Estados Unidos, verán caer su PIB en el último trimestre del año. Además, estamos entrado en lo que podría ser una tercera ola. Por lo tanto, el escenario de crecimiento dependerá de la habilidad de los gobernantes de controlar la pandemia y gestionar el proceso de vacunación de forma exitosa. Además, hay que comprobar que efectivamente el tratamiento tiene éxito, la duración de la inmunidad y su eficacia ante nuevas mutaciones del virus. En el escenario más optimista tendríamos una indemnización de rebaño a finales de 2021. El otro riesgo está vinculado a las políticas económicas, sobre todo si se retiran los estímulos presupuestarios demasiado pronto. Cualquier debate sobre la vuelta a la austeridad fiscal debería posponerse a 2023 o 2024, no antes.
P. Junto a las medidas fiscales, el otro dique que ha contribuido a que la recesión no fuese aún más grave es la respuesta de los bancos centrales. Hay quien piensa que los estímulos monetarios han llegado ya a su límite. ¿Lo comparte?
R. Es probable. Si se cumple el escenario de recuperación, los bancos centrales no tendrán que ir más allá en los estímulos y les bastará con mantener los ya anunciados. Sin embargo, si la situación se complica se verán obligados a descender aún más en los tipos negativos. En el caso del BCE, en un entorno de debilidad, tendría que plantearse si incluye en la lista de activos susceptibles de compra la deuda high yield y los bonos de los bancos, algo a lo que se ha negado hasta ahora. En cambio, si la vacunación es un éxito, veremos cómo en Estados Unidos empieza a crecer la previsión para que la Reserva Federal diseñe un plan de salida a los estímulos con vistas a ponerlo en marcha a finales de 2022.
P. ¿Cómo se plantea el nuevo curso para los mercados financieros?
R. Será un año complejo porque los mercados ya han vivido una revalorización de los activos en 2020. Es probable que la renta variable siga subiendo, pero no así los múltiplos de valoración de las acciones, ya que los beneficios empresariales deberían recuperarse. Si las Bolsas logran subir al ritmo de los beneficios, es factible ver revalorizaciones de más del 10%. Eso sí, será difícil que los sectores que rebotaron con fuerza el pasado año mantengan el impulso este. Por eso será muy importante la rotación sectorial, favoreciendo a aquellas industrias cíclicas que más sufrieron el impacto de la pandemia.
P. Si tuviera que elegir solo tres activos de inversión para 2021, ¿cuáles serían?
R. Uno de ellos, como le decía, serían las acciones de compañías de corte cíclico. También creo que presentan una buena oportunidad de inversión los bonos high yield. Es probable que en los primeros meses del año los niveles de default se mantengan, pero las compañías con un rating más bajo deberían beneficiarse del mejor entorno económico a partir de la segunda mitad del ejercicio. También nos gustan las acciones de compañías asiáticas, especialmente las chinas.
P. La gran liquidez que hay en el mercado ha propiciado una revalorización notable de casi todos los activos cuando aún no está clara la fortaleza de la recuperación económica. ¿Teme que se hayan generado burbujas?
R. No. El sector donde el consenso señala que podría haber mayor riesgo de burbuja es el tecnológico, pero si miramos la composición de la industria, del tipo de compañías que tenemos ahora cotizadas, su perfil es totalmente distinto al que había a principios del siglo XXI. Además, ahora la mayoría de las tecnológicas generan flujo de caja, un hecho que no era común hace 20 años. La pandemia ha acelerado la digitalización en sectores como la salud o el consumo porque las empresas van dando respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos. Lo que sí me preocupa un poco más son las implicaciones que puede tener la intervención de los bancos centrales en el mercado de renta fija. Debido a las acciones del BCE o de la Fed hemos visto distorsiones en las primas de riesgo y en los niveles de volatilidad de los precios. Por eso habría que vigilar de cerca el impacto de una posible relajación en las compras de activos de los bancos centrales en aquellos sectores que hasta ahora se han visto más favorecidos. Eso sí, no es una situación que crea que se puede materializar a corto plazo, sino en 2022 o 2023.
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