Capitalismo “despiadado” versus capitalismo “tierno”
La pandemia supone una oportunidad para reformar los modelos económicos existentes a ambos lados del Atlántico
En 1992 Michel Albert escribió el impactante libro Capitalismo contra capitalismo que propició un apasionado debate sobre la naturaleza de este modelo económico basado en la competencia. Oponía dos tipos de capitalismo. Por una parte, el modelo anglosajón (Estados Unidos y el Reino Unido) basado en el éxito individual, el beneficio a corto plazo, la desregulación y la menor protección social. Por otra, el sistema renano (Alemania, Holanda, Bélgica y Europa del norte, con Japón) caracterizado por el éxito colectivo, el consenso y la preocupación por el largo plazo y una mejor legislación social.
Desde la caída del muro de Berlín en 1989, el capitalismo se ha ido escorando hacia un sistema cada vez más desregulado. El resultado ha sido un aumento de la desigualdad hasta cotas insoportables. Desde 2015 sabemos que el 1% más rico de la población mundial acumula más riqueza que el 99% restante, según Credit Suisse. Las desigualdades han aumentado con más irracionalidad en el mundo anglosajón.
Las diferencias entre ambos modelos se han acrecentado en otros aspectos como la lucha contra el cambio climático a la que el presidente estadounidense Donald Trump ya ha renunciado.
La actual pandemia ha sido una ocasión para analizar la dicotomía estructural entre los dos sistemas. Los investigadores Philippe Aghion, Helene Maghin y André Sapir, han analizado el impacto de la pandemia en su artículo Covid y la naturaleza del capitalismo (VOX CEPR). Creen que esta crisis es una buena ocasión para reformar los dos modelos de capitalismo existentes a ambos lados del Atlántico. Consideran que el capitalismo “despiadado” de Estados Unidos es bueno para la innovación pero genera desigualdad en el ingreso, el empleo y en la protección de la salud. Mientras que el capitalismo “tierno” europeo es mejor para redistribuir los ingresos y proteger el empleo y la salud, pero peor para innovar. Así destacan que mientras en Alemania, Francia, Italia, España o el Reino Unido todos los ciudadanos gozan de protección sanitaria, en Estados Unidos la población desprotegida aumentará del 9% al 12% con la pandemia,
El análisis subraya diferencias en la pobreza. Entre 2019 y 2020 la proporción de la población en riesgo de pobreza aumentará del 24,4% al 30,7% en Estados Unidos, mientras que en Alemania subirá del 16% al 16,4%.
En innovación la ventaja es para Estados Unidos que invierte en investigación y desarrollo un 1% más de su producto interior bruto (PIB) que Europa en su conjunto, aunque menos que Alemania que dedica más del 3%.
Con motivo de la covid ambos sistemas tratan de afrontar sus debilidades. Los autores advierten que las medidas contra la pobreza de Estados Unidos son solo temporales y no estructurales. Estiman que esta crisis es una oportunidad para Europa para lograr un modelo que incluya la protección a los ciudadanos y la innovación. No lo ven como una ingenuidad. Recuerdan que los escandinavos lo han conseguido. España debe tomar nota pues en protección social y en innovación está lejos del Norte de Europa. Lograrlo no es una utopía.
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