La OPEP propone el mayor recorte de producción de petróleo desde 2008
El coronavirus provoca una caída en el consumo global de petróleo incluso mayor que en los peores momentos de la Gran Recesión
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) propuso ayer a sus socios un recorte drástico de la producción para frenar la caída del precio del crudo provocada por la crisis del coronavirus. Rusia tendrá ahora que aprobar la propuesta. Los ministros de energía de los países socios de la OPEP acordaron recomendar “un nuevo ajuste de 1,5 millones de barriles al día hasta el 30 de junio de 2020”, indicó el cartel en un comunicado tras una reunión en su sede en Viena.
En esta primera reunión participaron solo los 13 miembros de la OPEP para presentar una posición única a sus otros diez socios petroleros que componen la OPEP+, entre los que se encuentra Rusia. Desde 2017 esta alianza de 23 países, llamada OPEP+, mantiene estrictas cuotas de producción para apoyar los precios. En diciembre aprobó un aumento de medio millón de barriles, hasta elevar su producción a 1,7 millones de barriles al día.
En un mercado con exceso de oferta, la demanda está retrocediendo por las incertidumbres económicas crecientes a medida que la epidemia de neumonía viral se propaga por el mundo.
La OCDE, la organización de países más ricos del mundo, redujo esta misma semana su previsión de crecimiento mundial para 2020 del 2,9% al 2,4%, después de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtiera de las consecuencias “significativas” del virus para la demanda de crudo.
El precio del barril de Brent del Mar del Norte —de referencia en Europa— cayó por debajo de los 50 dólares el pasado domingo, el mínimo desde julio de 2017. Ayer cotizaba a 50,30 dólares el barril, casi 10 dólares menos que antes de que se detectara el primer caso en Italia. Y en diciembre pasado, el Brent se intercambiaba a un precio casi un 30% más caro que ayer.
Resistencia de Moscú
La drástica propuesta de recorte planteada ayer por el núcleo duro de la OPEP no gusta a Rusia, el segundo productor del mundo, por detrás de Estados Unidos y antes de Arabia Saudita. Para Moscú y Riad, los ingresos del petróleo son esenciales, y los recortes en la producción les impactaría en sus economías. Los ingresos de Rusia y Arabia ya están cayendo por la desaceleración económica de China, el principal importador mundial de petróleo, a causa del coronavirus.
Para intentar convencer a sus diez aliados, la OPEP solo les pide que asuman un tercio del total de recortes, es decir, 500.000 barriles al día, según explicó ayer en un comunicado.
Moscú basa sus previsiones presupuestarias en un barril a un precio de 42,4 dólares, y dijo que estaba satisfecho con el nivel actual. Por eso, a principios de semana Rusia ya avisó que aspiraba a que simplemente se prorrogase el acuerdo actual, sin añadir nuevos recortes, según recogió la agencia pública RIA Novosti. Una opción que no gusta a Arabia Saudí, el principal productor de la OPEP, que quiere estimular los precios del barril.
Más allá de las discrepancias de fondo, la epidemia de coronavirus también alteró las costumbres de los ministros y delegados de los miembros del cartel que acuden esta semana a Viena. Se han extremado las medidas sanitarias y se han saludado chocando los pies en lugar de estrechando manos.
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