El Brexit quita el sueño a la Premier League
El posible frenazo a la libre circulación de jugadores, los derechos de televisión y la devaluación de la libra esterlina inquietan a los 20 equipos de la competición
La salida del Reino Unido de la UE amenaza con asestar un duro golpe a un negocio que ahora es redondo. La liga inglesa, que genera un gran volumen en derechos de televisión (se vislumbra un nuevo acuerdo en torno a 4.600 millones de euros para las tres próximas campañas) es, junto a LaLiga Santander, la que cuenta con un mayor impacto internacional. El frenazo a la libre circulación de talentos pondría en riesgo todo el entramado. Además, tras el referéndum sobre el Brexit de junio de 2016, la libra esterlina se ha depreciado un 18% frente al euro, lo que ha encarecido los fichajes de los clubes ingleses.
“Hay varios puntos clave en el Brexit futbolístico”, afirma Juan de Dios Crespo, uno de los más prestigiosos especialistas en derecho deportivo. “Los jugadores comunitarios con contrato actual seguirán, pero llegado el momento habrá que ver qué deciden la Premier League y la FA (Asociación Inglesa de Fútbol)”, explica.
Una treintena de jugadores españoles militan en 16 equipos de la liga inglesa. Todos perderían la condición de comunitarios. En la actualidad hay unos requisitos de ingreso a la Premier para la presencia de extranjeros, siempre y cuando hayan jugado un determinado porcentaje de partidos con sus respectivas selecciones en los dos años anteriores a su fichaje. Si se ejecuta el Brexit duro los profesionales españoles que aspiren a competir en ese torneo deberán certificar su condición de internacional, y además, que han jugado el 30% de esos partidos con la selección en los dos últimos años.
Muchos españoles, ¿extranjeros?
Si tuvieran que ser contratados hoy, por tanto, solo David de Gea (Manchester United) y –a duras penas– David Silva (Manchester City) cumplirían con ese requisito. Otros internacionales como Azpilicueta y Pedro (Chelsea) o Monreal (Arsenal) se quedarían en la aduana. “Siete de cada diez jugadores comunitarios que hay en el Reino Unido no cumplen las exigencias de los extracomunitarios. Se les quitaría un porcentaje enorme de jugadores”, apunta el especialista en derecho deportivo.
El presente del fútbol británico es casi idílico, con dos equipos en la final de la Europa League (Arsenal y Chelsea) y otros dos (Liverpool y Tottenham) en la de la Champions, uno de los eventos deportivos más seguidos del planeta y del que es patrocinador Banco Santander. El papel de esos clubes en la competición reina del fútbol europeo también puede cambiar. La prórroga del Brexit, fijada para el 31 de octubre, se acerca y amenaza con transformar en arenas movedizas el ahora inmaculado césped inglés.
"Un 70% de los jugadores comunitarios que hay en el Reino Unido no cumplen las exigencias de los extracomunitarios. Se les quitaría un porcentaje enorme de jugadores”
Desavenencias sobre el futuro
Los dos estamentos involucrados, Premier League y FA, no parecen caminar de la mano. La federación ha visto una ventana abierta para beneficiar a la selección inglesa y ha planteado reducir de 17 a 12 el tope de jugadores formados fuera del Reino Unido en las plantillas. Con ello, los futbolistas criados en Reino Unido serían una mayoría de 13 en las 25 fichas de cada equipo. No necesariamente serían británicos, porque en este grupo (los llamados homegrowns) se incluyen quienes hayan formado parte del club durante tres años antes de cumplir los 21, aunque sean foráneos. A cambio de rebajar el cupo, los equipos recibirían luz verde inmediata para que sus extranjeros obtuvieran el permiso de trabajo sin pasar filtros.
“Ya no podrían ir a jugar jóvenes de 16-17 años procedentes de España o de cualquier otro mercado europeo"
No parecen muy de acuerdo en la Premier. “Apoyamos el futbol inglés y pretendemos que tenga éxito, pero no queremos hacer cosas que no funcionen”, confiesa David Gold, copropietario del West Ham.
La situación de los jugadores menores de edad también puede variar tras el Brexit. “Ya no podrían ir a jugar jóvenes de 16-17 años procedentes de España o de cualquier otro mercado europeo”, explica Juan de Dios Crespo. “La FIFA ha hecho una excepción en el Espacio Económico Europeo para los menores de edad y con el Brexit tendrían que esperar a los 18 años para fichar”. Es decir, no podría repetirse el caso de Cesc Fábregas (Arsenal), Paul Pogba (Manchester United) o, más recientemente, Brahim Díaz o Eric García (Manchester City), que recalaron en clubes ingleses con menos de 18 años.
Para este abogado, “el Brexit que quieren los británicos es económico. El deportivo no lo quieren. Es un problema no relacionado con el fútbol, sino con la política. Todo esto, de momento, es una nebulosa. Yo creo que por este asunto están más preocupados ellos que el resto de Europa”.
En efecto, en el terreno de la exportación de jugadores británicos, el problema es de menor índole. “Obviamente, solo podrían actuar en ligas europeas los mejores británicos ocupando plaza de extracomunitario y ahora mismo no hay muchos; la mayoría de los mejores se quedan en Inglaterra porque allí pagan muy bien”, concluye el abogado deportivo. El caso más llamativo en España sería el del galés Gareth Bale.
Solo tres británicos en el equipo ideal
La apertura del fútbol británico tras la entrada en vigor de la Ley Bosman tuvo un efecto de catapulta para su liga. No solo por el flujo de jugadores comunitarios. También por la presencia de entrenadores foráneos. Han pasado 20 años ya desde que el Aston Villa alineara a un once 100% británico por última vez en la Premier League. Fue el 27 de febrero de 1999. Con pésimo resultado: cayó 1-4 en casa ante el Coventry City. Un mal presagio de cara a lo que pueda acontecer. Veinte años después contrasta la situación; en el once ideal de la Premier League designado recientemente por la Asociación de Futbolistas Ingleses, solo tres jugadores tiene pasaporte británico: los laterales del Liverpool Andrew Robertson y Trent John Alexander-Arnold, y el delantero del Manchester City Raheem Sterling, jamaicano de origen pero nacionalizado.