Cómo se hizo sabio el federalista Spinelli
El pensamiento de este luchador por la democracia europea y contra el fascismo es lectura obligada cuando la extrema derecha reaparece en numerosos países
Las elecciones al Parlamento de la UE, que tendrán lugar del 23 al 26 de mayo, se celebrarán en el clima más antieuropeo hasta ahora conocido. Los populistas nacionalistas gobiernan en Polonia, República Checa, Hungría, Italia y Bulgaria y forman parte de los ejecutivos de Austria y Bélgica. Una parte creciente de la ciudadanía vive angustiada por la incapacidad de los Gobiernos nacionales y las instituciones europeas para afrontar a las cada vez más dominantes multinacionales que imponen una desigualdad insostenible. Las reacciones xenófobas contra los emigrantes y el abandono del Reino Unido de la UE reflejan el deterioro del proyecto común.
No obstante, los pueblos europeos están forzados a unirse no tan solo para evitar una nueva guerra, sino para no caer en la irrelevancia ante un mundo dominado por las grandes potencias. Ni Alemania pinta ya gran cosa frente a EE UU o China. “Cada día que pasa la realidad muestra con más fuerza y de manera más dramática que no hay alternativa a la unidad política de Europa”, explica Pier Virgilio Dastoli en la introducción del libro de las memorias de Altiero Spinelli (1907- 1986), Cómo traté de hacerme sabio. Una obra publicada en Italia en 1984, de reciente aparición en España.
El pensamiento de este luchador por la democracia europea y contra el fascismo (diez años de cárcel y seis de confinamiento) es una lectura obligatoria cuando la extrema derecha reaparece en numerosos países europeos. Spinelli, que abandonó su militancia comunista desencantado por el estalinismo, reflexionó desde su cautiverio por la terrible sangría humana de la II Guerra Mundial. Los escritos de Luigi Einaudi y la literatura federalista inglesa influyeron decisivamente en su evolución política. “Su análisis de la perversión política y económica a la que conduce el nacionalismo y su presentación razonada de la alternativa federal siguen impresas en mi memoria como una revelación”, explica en sus memorias.
En 1941, Spinelli y su compañero de reclusión Ernesto Rossi, escribieron el Manifiesto para una Europa Libre y Unida, conocido como manifiesto de Ventotene, el nombre de la isla de destierro. El texto propugna “una reorganización federal de Europa”, “la definitiva abolición de las divisiones de Europa en Estados nacionales soberanos”, la necesidad de una fuerza militar “para garantizar un derecho internacional” y que “la revolución europea deberá ser socialista, esto es, deberá proponerse la emancipación de las clases trabajadoras”. El documento cristalizó en el Movimiento Federalista Europeo en 1943.
Ernest Urtasun, eurodiputado por Iniciativa per Catalunya-Verds, en un texto introductorio, destaca la autocrítica de Spinelli al reconocer su falta de lucidez por “no haber previsto que los europeos, tras el final de la guerra, no serán dueños de su propio futuro, sino que, al dejar de ser el centro del mundo, estarían condicionados por poderes extraeuropeos”. Europa se ha construido a base de derrotas, pero sería lamentable que precisase otra para encontrar su camino.
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