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Draghi llama a completar la reforma del euro en plena desaceleración

El presidente del BCE aboga por una retirada prudente de los estímulos ante las incertidumbres actuales

Lluís Pellicer
Mario Draghi, en el Parlamento Europeo este lunes.
Mario Draghi, en el Parlamento Europeo este lunes.FRANCOIS WALSCHAERTS (AFP)

Mario Draghi no dará marcha atrás en su decisión de ir guardando munición para una futura crisis. La retirada del programa de compra de activos se hará, no obstante, con “paciencia, prudencia y persistencia” dadas las incertidumbres económicas por las que atraviesa Europa. Pero la política monetaria, a la que “la recuperación de la zona euro debe mucho”, no basta para afrontar la siguiente crisis. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha instado a los países a completar la Unión Económica y Monetaria con un “instrumento fiscal” para ayudar a “mantener la convergencia” frente a posibles “shocks externos”.

El euro cumplirá en breve dos décadas. Y, al contrario que en otras economías, la moneda única carece aún de un instrumento fiscal comunitario que complemente la política monetaria, en manos del BCE. Francia y Alemania han avivado la propuesta de un presupuesto de la zona euro con un documento que presentaron en el último Eurogrupo y que quieren que dé un paso más en la Cumbre del Euro de diciembre. Draghi hoy ha abogado en una comparecencia en el Parlamento Europeo a avanzar hacia esa dirección.

La propuesta que el eje francoalemán ha presentado está centrada sobre todo en inversiones y se propone favorecer la convergencia y la competitividad de los países de la moneda única, que cedieron su política monetaria. Draghi se ha referido a la función de “estabilización fiscal” que debería tener esa herramienta, que despierta recelos entre los halcones pero por la que siguen peleando países como Francia, España o Portugal. “Una función de estabilización fiscal debería estar condicionada a que las políticas económicas y fiscales sean sólidas y respeten plenamente el marco de gobernanza de la Unión Europea”, ha añadido.

Ante las preguntas de los diputados, Draghi consideró "alentador" que la Comisión Europea haya formulado también un diseño para un presupuesto de la zona euro con una función "estabilizadora", que según ese documento ascendería a unos 55.000 millones de euros. "Por primera vez tenemos propuestas de países miembros y de la Comisión Europea", se felicitó Draghi, quien advirtió de que, aun así, la "arquitectura" para gestionar esos recursos puede ser muy complicada. "Esa capacidad fiscal debe ser adecuada en tamaño y en diseño", avisó el banquero. Y además, debe hallar el equilibro entre la necesidad de muchos países para contrarrestar los ciclos y el seguimiento de las reglas. "Las experiencias de otras zonas monetarias nos demuestran que el cumplimiento de las normas es fundamental, sobre todo el equilibrio presupuestario", ha agregado. Además, ha recomendado buscar un mecanismo "cuanto más automático, mejor".

Completar la Unión Bancaria

El banquero ha recordado que en la última crisis la zona euro estuvo expuesta a "riesgos" originados de políticas "insostenibles" a nivel doméstico -deudas excesivas, vulnerabilidades financieras o falta de competitividad- que se propagaron en varios países. Le medicina que se les aplicó fue la austeridad, lo cual, ha recordado el presidente del BCE, supuso "daños" sociales y económicos que pueden dañar la cohesión de los países de la moneda única. "En otras palabras, una Unión Económica y Monetaria incompleta afecta al entorno económico y financiero en el que manejamos la política monetaria"; advirtió Draghi, que se enfrenta ya a la recta final de su mandato al frente del Eurobanco.

Una suerte de presupuesto europeo podría, a juicio de Draghi, contribuir a "la estabilidad macroeconómica", tanto de toda el área monetaria como de los países miembros. Y permitiría llevar a cabo políticas para corregir esas crisis antes que recurrir al fondo de rescate (MEDE). El presidente del BCE, además, pidió completar la Unión Bancaria, la unión de mercados de capitales y la integración fiscal. Y ello cuando el Eurogrupo afronta una cita clave la semana que viene para cerrar reformas como la del propio MEDE o la creacion de un respaldo fiscal para el fondo de resolución bancaria.

Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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